r r THE LuESTHER T. MERTZ LiBRARY THE NEW YORK BOTANICAL CARDEN PLANTAS USUALES DE COSTA RICA Pl,. I. Ouil.l.A DE AI.TA SELVA, EN J.AS i>LA.\TUAS ATLÁNTICAS. Admimstración del Señor Lie. don Ci-eto González Víquez. ENSAYO SOBRE LAS PLMTAS mffi ü lE rr RICA POR H. PITTIER Ex-Director del Instituto fisico-geográjico nacional de Costa Rica, lioij Oficial del Departainento de Agricultura de los Estados Unidos Washington, D. C, U.S.A. H. L. Se J. B. McQUEEN, Inc. 1908 e.2- •\^ ¿2 Copyright, 1908 By Henry Pittier o í¿ 6 *C- The McQueen Press Washington THE LuESTHER T. MERTZ LiBRARY PROLOGO. Los nombres vulgares de plantas pueden aprovecharse en tres senti- dos distintos, á saber : contribuyen á la difusión entre el público letrado de ciertos conocimientos técnicos ; ayudan en la recolección de las tradi- ciones populares para objetos científicos; y tienen además valor propio é intrínsico en el estudio de los idiomas y de la etnología. La penetración de la civilización europea en regiones nuevas, hace indispensable la adquisición de una gran variedad de hechos relativos á los productos naturales de éstas, por medio de personas que las más de las veces no tienen la preparación ni el tiempo necesarios para iden- tificar las plantas siguiendo los métodos técnicos. A estas personas les queda como tínica alternativa la de conseguir de los naturales los nombres y usos de las plantas que les interesan, completando después los conocimientos así adquiridos por medio de las obras en que se hayan consignado aquellos nombres, juntamente con la nomenclatura científica y los demás datos recogidos por los viajeros y especialistas que previamente las hayan estudiado. Así es, pues, que una de las tareas fundamentales en la investigación de las plantas y del uso de éstas, en un país como Costa Rica, ha tenido que ser la de recoger los nombres indígenas y vulgares, y la de identificar las plantas á que se refieren, de vina manera autoritativa y científica, como lo ha realizado satisfactoriamente el Profesor Pittier, Es un hecho bien comprobado que cuando se trata de adquirir esos conocimientos sobre las plantas, no se aprovecha en lo general de los refinamientos de una civilización extremada, porque, bien al contrario resulta que cuanto más incipiente es el grado de ésta, es más íntimo el contacto del hombre con la naturaleza que lo rodea. Los viajeros que han podido familiarizarse con los pueblos primitivos del Asia, del África y de América, están casi unánimes en expresar su admiración al V VI PROLOGO. constatar que los naturales, aún cuando son meros salvajes desnudos, demuestran un conocimiento corriente de centenares de nombres dis- tintos de plantas y animales, aplicados todos con extrema precisión y correlacionados con nociones acerca de sus hábitos y propiedades, tales como las poseen entre los llamados hombres civilizados, solo aquellos que hacen una especialidad de los estudios bionómicos. La mayor parte de lo que hoy sabemos acerca de los usos de las plantas como alimentos, medicinas y materias primas para la industria, se ha deri- vado de los pueblos primitivos, y no cabe duda de que muchas tradi- ciones y muchos hechos prácticos quedan aún por recoger. Los nombres aborígenes se aplican á menudo con tanta precisión como los científicos y por lo tanto merecen conservarse con el mismo cuidado que cualesquiera otros datos acopiados por los botánicos. En lo referente á América, su recolección principió ya en los primeros tiempos después del descubrimiento, por hombres como Oviedo, Acosta y Hernández, cuyas inmortales obras respiran un interés verdadera- mente científico en la averiguación de los hechos. Es muy sensible de veras que los escritores más recientes hayan echado tantas veces en olvido este lado más humano y más práctico de la ciencia botánica. Mientras que los primeros exploradores se mostraron muya menudo impresionados por el extenso conocimiento que de las plantas tenían los naturales, los modernos se figuran con demasiada frecuencia que el indio nativo es tan atrasado en relación con la naturaleza como lo es en materia de literatura ó de industria. Esto es por lo general un pro- fundo error. Lo C|ue el indio sabe acerca de las plantas de sus bosques es casi siempre mucho más interesante y significativo que cualquier cosa que el botánico viajero pueda aprender en el curso de sus casuales observaciones. Los conocimientos de los naturales representan la experiencia acu- mulada y los descubrimientos accidentales de muchos siglos, y á veces anticipan de extraña manera los resultados de las indagaciones cientí- ficas modernas. Civilizaciones primitivas, fundadas en la agricultura, parecen haber existido en la América tropical durante períodos de indefinida y larga duración. Ni es remoto que el arte de la agricultui-a sea más antiguo en lo que se ha convenido en llamar el Nuevo Mundo PROLOGO. Vii que en el hemisferio oriental. La historia de la palma de coco y ác otras plantas cultivadas de origen americano aduce razones para creer que una antigua conuinicación á través del Pacífico haya facilitado la- traslación de una cultura primitiva desde América liasta las Indias del Este. No podemos anticipar los hechos que puedan surgir en el curso de futuros estudios y asegurar que aún nos queda por aprender de los naturales de la América tropical el uso de alguno ó de algunos productos vegetales de la importancia del algodón, del maíz, de la papa, del tabaco, del caucho, de la quinina ó de la cocaína. Empero, aquellos indios, como los llamamos por una tradicional equivocación, nos han enseñado ya bastante acerca de la agricultura, medicina y otras artes, para que no desmayemos en la investigación de sus conocimientos, tanto por razones prácticas como por motivos de interés puramente científico. Al presentar en conjunto lo que se sabe de los nombres 3^ usos de las i:)]antas de Costa Rica el Profesor Pittier ha hecho obra útil, que no tan sólo contribuirá al desenvolvimiento de la educación en acjuella pro- gresista República, sino cpie también auxiliaiá poderosamente los esfuerzos de los que tengan la oportunidad y el deseo de acopiar nuevos materiales referentes á la botánica y á la agricultura del mismo país y de las secciones adyacentes de Centro-América . El Gobierno de Costa Rica al hacer bajo sus auspicios la presente edición de esta obrita, ha dado por su parte una nueva prueba de su afán en promover investigaciones Cjue más ó menos pronto habrán de resultar de gran provecho en la administración inteligente de los recursos naturales de la República. O. F. CooK. Washington, Setiembre de 1908. índice. Prólogo V Introducción 1 Esbozo de l;i exploración botánica de Costa Rica 1 Breve reseña sobre la distribución de las plantas en Costa Rica 12 Región basal 17 Región montañosa 19 Región andina 21 Las plantas usuales de Costa Rica 23 A . Plantas útiles ó económicas 23 (a) Plantas alimenticias 24 1. Granos 24 2. Raíces y tubérculos 26 3. Legumbres y verduras 27 4. Frutas 31 5. Condimentos, etc 34 6. Cacao, café, caña de azúcar y tabaco 3o (h) Plantas forrageras 38 1. Pastos 39 2. Forrajes de corte 40 3. Granos y frutas 41 4. Otros árboles que suministran forrajes 41 5. Raíces 42 (r) Plantas medicinales 42 (d) Plantas fibrosas 46 (e) Plantas oleaginosas 47 (/) Gomas y resinas 47 (g) Plantas y árboles ornamentales 47 (h) Maderas de usos diversos 49 B. Plantas dañinas 53 (a) Plantas venenosas 53 ib) Malas hierbas 54 Acerca del origen de los nombres de las plantas de Costa Rica 55 Enumeración de las plantas de Costa Rica 61 Familias de plantas conocidas hasta hoy en Costa Rica 143 índice de los nombres científicos con sus equivalentes vulgares 146 Nombres indígenas 159 Nombres de plantas no identificados 170 Catálogo de las obras que hacen referencia á la Flora de Costa Rica ó que son in- dispensables para el estudio de la misma 171 ix ILUSTRACIONES. En frente de la pagina Plate i. Orilla de alta selva en las llanuras atlánticas ....... Frontispicio II. Selva en la zona litoral de la Baliia de ¡Salinas 8 III. Cacao criollo en Las 1 1 nacas de Nicoya 18 IV. Lúcuma mammo>>a , ó árbol de zapote 34 V. Cacao calabacillo, árbol con frutas 37 VI. Couepia Kunthiana, ó zapotillo de Nicoya 46 VII. Grupo de Castilla custar'icana en el valle de Tuís 48 VIII. Cacao criollo, mazorca 72 IX. Cacao calabacillo, mazorca 72 X. Cacao pataste, mazorca 73 XI. Coffea arábica, cale común ■ 74 XII. Coffea liherica, café de Liberia 74 XIII. Cyclanthera Tonduzii, caifa 74 XIV. Caceos nucífera, cocotero 82 XV. Acrocomia vinifera, coyol 85 XVI. Pithecocteniurn muricatum, ó cucharilla . . 86 XVII. Passj^ora ír^iíiam, granadilla 96 XVIII. Lühea Endopogon, molenillo 97 XIX. Genipa Carato, guaitíl 98 XX. Bryophyllum calycinum, hoja del aire 103 XXI. Castilla costaricana, hule de Turrialba 105 XXII. Castilla nicoyana, hule de Nicoya 105 XXIII. Sapota zapotilla, níspero 118 XXIV. Porcelia nicaraguensis, palanco, ramito con flores 120 XXV. Attalea gomphococca, palma real, en Matambú, Nicoya 120 XXVI. Bosque de culumates en la zona litoral de Salinas 121 XXVII. Apeiba áspera, peine de mico, fruto 124 XXVIII. Apeiba áspera, peine de mico, árbol en Kio Hondo 124 XXIX. Mucuna pruriens, pica-2:)ica, Nicoya 125 XXX. Crotón xalapensis, terré. El Paraíso 136 XXXI. Lúcuma mammosa, zajiote 141 Las Plantas Usuales de Costa Rica. INTRODUCCIÓN. ESBOZO DE LA EXPLOEAGION BOTÁNICA DE COSTA RICA. El estudio sistemático de la flora de Costa Rica se inició hacia 1846, con la llegada- al país del naturalista danés Andrés Sandoe Oersted. Sólidamente preparado y ferviente en su deseo de investigar los tesoros de la rica naturaleza tropical, el joven botánico — andaba á la sazón en su trigésima primavera — dedicó cerca de dos años al estudio de las vírgenes florestas costarricenses. Entró por Puntarenas y exploró cuidadosamente la zona que se atravesaba entonces para llegar ala meseta central, haciendo amplia cosecha de especies nuevas. Durante su permanencia en San José, hizo varias excursiones importantes en las que podemos seguir aún sus huellas por medio de las numerosas plantas recogidas. Así es que visitó el vallecito del Jarís, y los alrededores de Pacaca, entonces habitado solamente por Indios. No podemos leer sus referencias á los hermosos bosques de la Candelaria sin que nos duela el corazón al recordar las despojadas cuestas, los peñascos y la aridez del mismo districto, tal como lo hemos conocido. Y si realizamos la incuria demonstrada con relación á la conservación de los bosques por las succesivas legislaturas del país, llegamos sin dificultad á prever la misma suerte para muchos otros vallecitos, hoy galas de la vertiente del Pacífico. Carestía de aguas potables, deterioro del clima, lavado del suelo arable expuesto al golpe directo de los aguaceros, derrumba- miento de las faldas, esterilización y aniquilamiento de las fuerzas productoras de la tierra — tales son las consecuencias, fatalmente expe- rimentadas en muchos países, de ese afán de destruir con el terrible auxilio del fuego, los boscj[ues que constituyen uno de los mayores bienes puestos por la naturaleza al servicio de la humanidad. Después de algunos meses de permanencia en San José, Oersted se trasladó á Cartago, en donde se granjeó la simpatía y el apoyo de dos egregios patricios — don Francisco María Oreamuno y don Francisco Gutiérrez. Como testimonio de su agradecimiento, el modesto sabio Z LAS PLANTAS IISUALES DE COSTA RICA. dedicó más tarde á estos dos amantes del progreso la primera — y des- graciadamente única — entrega de la obra en que había proyectado condensar los resultados de su viaje. Además, quizo conservar á la ciencia el nombre del primero, dedicándole un género nuevo descubierto por el en los alrededores de lo que es hoy Jui\n Viñas. Me refiero al Oreaimuion plerocarpa Oerd., único representante en Costa Rica de la familia de los nogales y que no se ha vuelto á recoger por ningún botánico, abstracción hecha de un fruto que encontré algunos años ha cerca de La CJloria, sin reconocer inmediamente su identidad. Otras dos plantas {Laiiiourouxía Gutierrezii y Siphocampi¡his Gidicrrezii) fueron destinadas para conmemorar en los anales de la botánica el nombre del segundo protector y amigo de Oersted, don Francisco Gutiérrez. Desdo Cartago, el naturalista danés exploró la falda meridional del Volcán Irazú, atrevesando para llegar hasta la cumbre gloriosos robledales, do los cuales bien pronto ni el recuerdo quedará. Luego permaneció por algunas semanas en la finca de El Naranjo (hoy Juan Viñas) , de donde salió para hacer el entonces peligroso viaje hasta Moín, siguiendo el valle del Reventazón. Aquellos días de dura caminata j)or los montes vírgenes ya se acabaron para los costarricen- ses, y pocos son los que pueden realizar las dificultades que se ofrecían, especialmente para un naturalista encumbrado con el equipo indispen- sable á sus trabajos. Entrado al país por Puntarenas, Oersted salió por vía del valle del Sarapiquí, del cual dejó una descripción fragmentaria pero sumamente valiosa. Una vez en Nicaragua, su interés se concentró en el canal que se trataba á la sazón de excavar entre el lago de Granada y algún punto de la costa del Pacífico. Estudió con cuidado la linea de Sapoa á la Bahía de Salinas, y demostró sus ventajas en varios escritos. Su per- manencia en aquella zona le dio oportunidad para hacer acopio de materiales florísticos en el Guanacaste. Después de permanecer cerca de tres años en Centro- América, Oersted regresó á su patria y durante 25 años, poco más ó menos, se dedicó activamente, con el auxilio de varios colaboradores, al estudio de los materiales recogidos en sus viajes. Desgraciadamente sucumbió en la tarea antes de haberla concluido: murió el 3 de setiembre de 1872, dejando de su proyectada obra sólo la primera entrega, especialmente dedicada á Costa Rica. En el primer fascículo de los Primüiae Florae costai'icenses, hemos publicado una lista de más de 700 especies, que forman el bulto de la EXPLORACIÓN BOTÁNICA. Ó parte referente á Costa Rica del herbario del naturalista danés. Des- pués, varias otras especies de su colleccion han sido descritas y muchas más yacen olvidadas en varios herbarios europeos. Uno queda asom- brado al constatar que, en pocos meses, Oersted logró juntar cerca de las tres cuartas partes de las especies que sumaban nuestro conocimiento de la flora de la República hasta 1887. En esta ligera reseña de la exploración botánica de Costa Rica, no me es posible entrar en los pormenores de todos los viajeros que con sus colecciones ó por las descripciones que hacen de la vegetación, contribuyeron al presente estado de nuestros conocimientos sobre la flora. He de callar varios nombres, algunos de los cuales son más conocidos en otros dominios de la ciencia. Entre los que no pueden dejarse olvidados, se encuentra el jardinero polaco Warscewicz, quien vino primero á Centro-América como miembro de la comisión de estudios enviada en 1844 por la Sociedad belga de Colonización. Esta junta se disolvió, según parece, en Nicaragua, ó talvez en Guatemala, después de haber escogido la bahía de Santo Tomás como sitio de la futura y desventurada colonia. Warscewicz se dirigió luego hacia las altas cordilleras guatemaltecas, y después emprendió una larga expe- dición hacia el Sur, por los Estados de Salvador, Nicaragua y Costa Rica. Penetró en este último país por el valle del Sarapiquí, hacia 1848, pero poco sabemos de sus ulteriores movimientos. Se dedicó especialmente á la recolección de las especies ornamentales y de inver- nadero, como las Orquídeas, y el valor de su pequeña colección está muy disminuido por el hecho de ser incompleta su documentación. Durante mi permanencia en Costa Rica, he tratado muchas veces de provocar interés en los círculos literarios y en la esfera gubernamental por el libro que aún hoy considero como el más interessante de los que se han publicado sobre Costa Rica. Me refiero á los " Estudios de viaje y esbozos " de los Doctores Moritz Wagner y Cari Scherzer, pul)licados en segunda edición en 1857, bajo el título de " Die Repu- blik Costa Rica in Central- Amerika." Ningún autor extranjero ha descrito con más simpatía el minúsculo Estado llamado por ellos " la más apacible y tranquila entre las hermanas repúblicas de la América española, país bendito del cielo, en donde la naturaleza ostenta en las faldas de los montes la más maravillosa variedad de climas y de productos." Como queda explicado en el prefacio del librito en referencia, Scherzer y Wagner no eran botánicos. El primero dedicó su atención á la geo- grafía en general, á la etnografía y estadística, mientras su compañero 4 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA -RICA. se interesó especialmente en los fenómenos volcánicos y, como línea general, en la distribución de los organismos. A la pluma de Scherzer debemos esas pinturas exquisitas de los detalles del menaje interior costarricense en tiempos de Juan Rafael Mora, mientras AVagner describe con pluma elegante cuadros varios de la exhuberante natu- raleza del país. En estos últimos, se encuentran muchas indicaciones útiles para la fitogeografía y es á este título que mencionamos íiquí la obrita que debería figurar, traducida, en la biblioteca de todo buen costarricense. Scherzer y AVagner entraron á Costa Rica en Abril de 1853 por vía de Greytown y el valle del Sarapiquí, y salieron por el Guanacaste en Febrero de 1854, después de haber visitado todas las partes accessibles del país. El Dr. Scherzer concluye el prefacio del interesante librito con los siguientes conceptos, todavía aplicables hoy día y cuya realidad todos los costarricenses amantes de su patria es de esperarse que se esforzarán en mantener: "El Estado de Costa Rica sobresale entre los demás de Centro América por la feliz concurrencia de favorables circunstancias como lo son la disposición de su territorio en mesetas y altiplanicies de clima saludable y sin extremos, la inagotable feracidad y extraordinaria riqueza de su suelo, el predominio deVelcmcnto blanco de raza española, de modales suaves y de tradicional hospitalidad, y en fin, la paz interior, el orden y la seguridad de bienes y personas como apenas existen en ninguna parte de Europia ó de Norte- América." El Dr. Wagner es conocido también por sus viajes en la provincia de Chiriquí, y á este propósito cabe recordar que el fué quien primero trató de establecer para esta sección de Centro América, zonas altitu- dinales fundadas en los caracteres de la flora. En el mismo año de 1853, en que los dos autores anteriores iniciaban sus exploraciones por Costa Rica, ó talvez á principios de 1854, llegaron al país los Doctores Alejandro de Frantzius y Carlos Hoffmann, y el Ingeniero Franz Rohrmoser. A corto intervalo, los siguieron otros dos ingenieros alemanes, Valentini y Daser, y el estadista Dr. Streber. Esta pequeña falanje de intelectuales dejó huellas indelebles en los anales científicos de Costa Rica. Daser fué uno de los iniciadores de la cartografía de precisión del país y se ocupó durante varios años en los estudios preliminares del ferro-carril al Atlántico. El Dr. Streber organizó la Oficina de Estadística y con Rohrmoser, establecido en Heredia, respondió á las excitaciones del Dr. Frantzius, cuando se trató de iniciar en el país los estudios de climatología. Frantzius era un sabio en toda la acepción de la palabra. Médico EXPLORACIÓN BOTÁNICA. Ó de nombradía y como tal incansable en su afán de aliviar las dolencias de sus prójimos, recorrió en poco tiempo toda la zona habitada del país, teniendo así mil oportunidades para recoger datos sobre la zoología y geografía, y observar varios detalles interesantes de la naturaleza. Es curioso constatar que la maravillosa vegetación que por fuerza hubo de imponerse á su atención durante sus diarias excursiones por los campos, y que es por lo general tan interesante para los médicos desde luego que casi no hay planta que no tenga su uso en la medicina popular, nunca mereció mucho interés de su parte. Ha dejado sobre el clima de Centro-América una monografía que ha sido el punto de partida de todos los estudios emprendidos después en esta dirección; sus trabajos sobre la fauna y la geografía de Costa Rica quedarán igualmente clásicos, y hasta sus incursiones en el dominio de la historia revelan no sólo profunda erudición sino también inagotable amor para la mintísculapero hospitalaria República. El Dr. Valentini, aunque ocupado principalmente durante su permanencia en Costa Rica en la localización del ferro-carril entre Limón y Siquirres, tenía inclinación especial por los estudios his- tóricos y etnográficos. Ha dejado varios cuadernos manuscritos de impresiones recogidas en sus excursiones por el Guanacaste, una " Historia de Castilla de Oro," también manuscrita, y que supera á todo lo que se ha escrito después. Valentini fué uno de esos hombres que nacen para el infortunio: á pesar de ser hombre de educación esmerada, instruido y apasionado hasta el exceso por sus estudios de predilección, no logró nunca tener una posición independiente y murió hace pocos años en New- York, en la más triste miseria. Pero volvemos al Dr. Hoffmann, cuya carrera desgraciadamente muy corta tiene para nosotros especial interés, desde luego que se ocupó con afán del estudio de la flora. Establecido en San José, sus diarias carreras por los campos le daban oportunidades para mil observaciones interesantes acerca de la fisonomía general de la vege- tación, algunas de las cuales nos han sido conservadas en el relato de su ascención al Irazú, pu])licada en 1856 en Bonplandia, y especial- mente en el de otra excursión al Barba, efectuada del 27 al 29 de Agosto de 1855, en el que pinta (Bonplandia 1856) con vigorosa pluma los caracteres sobresalientes de la flora y las transiciones producidas en ella por la altura y las consiguientes variaciones del clima. En 1856, Costa Rica se levantó en armas para acudir á la defensa de la desgraciada Nicaragua, presa á la sazón del aventurero Walker y convulsada por continuas luchas. Hoffmann tomó parte como 6 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. cirurjano maj'or en la campaña de Juan Rafael Mora y aprovechó sin duda esta oportunidad para recoger sobre el Guanacaste observaciones y colecciones que no parecen haberse conservado. A su regreso, su actividad hubo de concentrarse en el ejercicio de su profesión con ocasión de la epidemia de cólera que visitó á Costa Rica. Las ex- cesivas fatigas de más de un año de arduo trabajo y repetidas vigilias le causaron una enfermedad que puso en peligro sus días. Además, el malogrado doctor había traído de Alemania los gérmenes de una afección de los pulmones, á la que esas desfavorables circunstancias dieron desgraciadamente nuevo impulso. El enfermo tuvo que trasladar su residencia á Puntarenas en donde vegetó hasta 1859. Des- cansa en el olvido del pequeño cementerio de Esparza. La parte de sus colecciones que aún se conserva en los Reales Herbarios de Berlín, se compone de cerca de 800 números de plantas costarricenses, parte de las cuales están aún sin publicar. Por los años de 1856 y 1857, el jardinero de. la corte hanoveriana, Hermann Wendlmid, quien más tarde se dio á conocer por sus hermosos trabajos sobre las palmeras, visitó á Costa Rica en donde hizo una colección de plantas que, aunque pequeña, tiene el mérito de com- ponerse en su mayor parte de plantas como las Orquídeas y las Aráceas, que por la dificultad que se experimenta en secarlas, son raras veces recogidas por los botánicos viajeros. Además, Wendland se mostró atrevido explorador y visitó secciones del país hasta entonces consideradas como inaccessibles. Entró por vía del río Sarapiquí y recorrió principalmente 'la parte de la cordillera central que se extiende entre el Barba y el Turrialba. Aunque no dejó sino pocos datos relacionados con la flora, no podemos dejar de consignar aquí el nombre del geólogo Cari ron Sce- bach, quien permaneció en Costa Rica en 1864 y 1865 con el objecto de continuar sus notables investigaciones sobre fenómenos volcánicos. Hizo la primera ascensión del Tenorio, en la cordillera del Guanacaste, y visitó el volcán de Turrialba en Marzo de 1865, un poco más de un año después de la memorable ascensión de Juan Braun, Dr. Roche de la Tour y Martin Flutsch. En 1885 murió en San José el muy conocido jardinero Julián Carmiol, dejando un jardín interesante por contener buen número de especies poco conocidas, traídas de varias partes del país. Muchas de las plantas de Costa Rica adoptadas por los floricultores europeos deben su introducción al modesto jardinero alemán. Además Polakowsky asegura haber visto en casa del mismo una colección de plantas EXPLORACIÓN BOTÁNICA. 7 desecadas, procedentes en su mayor parte de los Cerros de Dota, y que era destinada para el Instituto Smitbsoniano en Washington. Es de dudarse que esta colección haya llegado á su destino, pues no se encuentra traza de ella en las ricas colecciones del Museo nacional de los Estados Unidos. En los años de 1870 á 1880, Costa Rica fué visitada por varios otros coleccionistas, entre los cuales los de más nota fueron Endrés, muerto poco después (1877), Lclimcmn, el conocido explorador botánico del Ecuador y de la parte occidental de Colombia, y el Dr. Otto Kvntze, quien se hizo después muy notable como ardiente reformador y pole- mista en cuestiones relacionadas con la nomenclatura botánica. De los dos primeros y de sus movimientos en el país no sabemos casi nada; el último hizo la travesía de Limón á Puntarenas, y dejó algunas notas de interés en la relación que publicó de su viaje alrededor del mundo. En 1875 llegó á San José el Dr. Helmnt Polakoivsky, cuyas ulteriores publicaciones marcan la segunda etapa importante en la historia de la botánica costarricense. El Dr. Polakowsky fué llamado, en compañía de varios otros professores europeos, para colaborar en la reorgani- zación de la enseñanza secundaria intentada durante la presidencia del General Guardia, y desempeñó por algún tiempo la cátedra de historia natural en el Instituto nacional. Durante su permanencia en el país, hizo una pequeña colección de plantas, estudiando con preferencia los alrededores de la capital y de Cartago, además de una corta visita á Angostura, en donde se hallaban establecidos á la sazón varios de los colonistas alemanes traídos por el barón de Bülow. De regreso en Europa hacia 1877, el referido profesor se dedicó por algún tiempo al estudio de su herbario y á la publicación de varias interesantes notas, entre las que sobresale su " Contribución al estudio de la fitogeografía centro-americana," traducida después por el señor don Manuel Carazo Peralta, y publicada por mi con anotaciones. En este laborioso ensayo, el autor da un resumen detallado de los estudios de sus predecesores, sacando de aquellos, así como de sus propias inves- tigaciones, ciertas deducciones acerca de la distribución de las especies en el territorio de la República. Es fácil comprender la dificultad que ofrecía tal empresa en una época en que apenas mil especies de nuestra flora habíanse catalogado y era casi absoluta la carencia de indicaciones acerca de la vegetación del resto de Centro- América. Pero si bien es cierto que muchos de los conceptos emitidos por el sabio alemán no han resistido á ulterior examen, fundado en un mejor 8 LAS PLANTAS C'SUALES DE COSTA RICA. conocimiento de la materia; no por ésto deja de ser m 113' valiosa la modesta contribución del Dr. Polakowsky, hasta hoy no superada por ninguna de las ulteriores publicaciones. Las páginas que anteceden dan una idea de los progresos alcanzados en el estudio de la flora de Costa Rica, hasta la publicación de la última entrega de la parte botánica de la conocida ' ' Biología centrali- americana," editada por los naturalistas ingleses, Godman y Salvin. En aquella laboriosa recopilación, el ilustre botánico W. B. Hemsley, de los Jardines reales de Kew, trató de juntar en una enumeración sistemática infinidad de datos fito-geográficos referentes á México, las Antillas y Centro-América, dispersos en periódicos científicos de muchos países ó en otras obras por lo común poco accesibles. Aunque esta obra, que contiene también la descripción original de muchas especies nuevas, es ya anticuada, á consecuencia de los considerables adelantos realizados en los estudios florísticos de los tres territorios referidos durante los últimos veinte años, no por eso ha dejado de prestar inmensos servicios á los que han contribuido al ensanche de nuestros conocimientos. Por su medio se han realizado las deficiencias de estos últimos y así se ha provocado el interés y dado un nuevo impulso á la exploración científica de las secciones menos conocidas. En lo referente á Costa Rica, la obra de Hemsley ha servido de base y punto de partida á los estudios que inicié en 1887 y que se continuaron bajo mi dirección hasta 1903. INIi preparación fué realmente muy facilitada por el extracto de los datos botánicos de la Biología emprendido por el laborioso señor Anastasio Alfaro, Director entonces del Museo nacional fundado en el mismo año por el Señor Licenciado don Cleto González Víquez. Según este catálogo, pu- blicado en 1888 en el tomo primero y único de los "Anales" del Museo, el número de especies de plantas conocidas en Costa Rica no pasaba en aquella época de 1218, y muchos grupos importantes, como por ejemplo las Gramíneas, no tenían siquiera representación. ¡Se comprenderá mejor la riqueza de nuestra flora y el progreso realizado en su estudio, si se agrega de una vez que hoy día se conocen en el país cerca de 5000 especies, distribuidas en las dos terceras partes del número total de las familias abrazando las Fanerógamas y Criptó- gamas vasculares ! Justo es decir que mientras estaba preparando dicho catálogo, el señor Alfaro no dejó de realizar lo deficiente de los conocimientos adquiridos hasta entonces, y procuró emprender nuevos estudios. Por su iniciativa, se designó al señor Juan J. Coo'per de Cartago, Pl. II. EXPLORACIÓN BOTÁNICA. 9 entusiástico aficionado de la historia natural y compañero de Gabb en su memorable exploración de Talamanca, para formar colecciones que debían enviarse á especialistas del exterior. Y el señor Cooper preparó efectivamente un buen número de especies, la mayor parte de las cuales pasaron á incorporarse en el herbario del Capitán Jolin Donnell Sunth de Baltimore, mientras que algunas pocas formaron con mis primeras cosechas el núcleo del herbario del Instituto físico- geográfico. El señor Donnell-Smith, conocido por sus laboriosos estudios sobre la flora de Centro-América, ha dedicado mucho tiempo á la clasifi- cación de las colecciones costarricenses y aún permaneció en el país durante varios meses del año de 1896. En sus excursiones á Atírro, Turrialba, Sta. Clara y otros lugares, enriqueció nuestras listas con un buen número de especies nuevas ó poco conocidas, y su inagotable complacencia é interés en todo lo referente á nuestros estudios lo han hecho acreedor al sincero agradecimiento de los naturalistas amigos de Costa Rica, y al mío muy especialmente. Durante los años de 1887 á 1889, dediqué bastante tiempo á la exploración del valle del Reventazón, del camino á Carillo, de las faldas del Irazú y del Barba y de otros puntos fácilmente accessibles de San José. Por otra parte mi querido amigo y colaborador, Prof. don Pablo Biolley, que la suerte inexorable y ciega acaba de arrebatar á su tierna familia, á sus amigos y á la Ciencia (Enero 1908) , formaba interesantes colecciones en lugares aún no tocados por anteriores exploradores. Pero no fué sino después de la fundación en 1889 del Instituto arriba mencionado, por la iniciativa del inolvidable don Mauro Fernández, que los trabajos relacionados con nuestra flora lograron formalizarse. Con la lucidez que le era propia, aquel eminente estadista comprendió que la exploración biológica del país debia ir á la par con los trabajos referentes al mapa, y que no tenían menor importancia que éstos como medio para facilitar el conoci- miento y el acceso de las riquezas naturales del país. Por eso, no escatimó los recursos ni troncó mis programas y como primer paso procuró la llegada al país de mi paisano don Adolfo Tonduz, quien durante cerca de catorce años me acompañó en mis viajes, dividiendo conmigo las duras tareas y los peligros que generalmente son la parte de los exploradores, así como también las alegrías que procuran al naturalista el maravilloso espectáculo de ciertos cuadros escondidos en ignorados rincones de las vírgenes selvas ó de las salvajes serranías, ó el hallazgo de formas nuevas y nunca soñadas. 10 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA EICA. No sería posible entrar aquí en el detalle de mis diecisiete años de exploraciones en Costa Rica, ni aún si quisiera limitarme á la pnrte exclusivamente botánica de ellas. Bastaría con decir cjue aquellos viajes cubren la totalidad del territorio de la República, exceptuando los valles que dan directamente al lago de Nicaragua, desde el río Frío hasta el Sapoá. El admirable valle del Diquís y toda la parte meridional del país han recibido especial atención y han sido recorri- dos en todos sentidos. Así la Talamanca, el valle del Reventazón y la parte central, incluyendo la pintoresca cordillera volcánica desde el paso del Sarcero hasta el Turrialba. El resultado de nuestras investigaciones, á las cuales participaron, además del señor Tonduz; el Profesor Biolley, y en menor escala, los señores Wercklé, Brade, Brenes y algunos otros, consiste en más de dieciseis mil muestras, representando igual número de estaciones y cerca de cinco mil especies de plantas. Todo considerado, no hay en la América española país Cjue haya sido explorado tan á fondo, y el herbario de Costa Rica es hoy todavía la colección más rica de su clase, desde el Río Grande del Norte hasta el estrecho de Magallanes. Esta colección, por supuesto, no es más que el medio para llegar á establecer el inventario de la flora y definir su distribución en las varias zonas del país. Su complemento indispensable lo forman los numerosos apuntes tomados al tiempo de formarla y referentes á las condiciones climáticas y topográficas en que se desarrollan nuestras ricas florestas, y sus relaciones económicas y otras con el hombre. La determinación de los elementos exclusivamente endémicos y de las circunstancias especiales en que han aparecido, las maravillosas migraciones de otras especies, con ó sin el concurso del hombre, y su definitiva naturalización en el país, la aplicación que de las propiedades reales ó supuestas de todas esas plantas hicieron los naturales en sus primitivas artes, y en fin, el papel que muchas desempeñan como fac- tores de las actuales condiciones económicas, todas esas eran cuestiones que no podían sernos indiferentes. Efectivamente, hemos logrado juntar un considerable acopio de notas tocantes á esos varios puntos y el trabajo que aparece á continuación es parte de ellas. Es mi creencia que su publicación en la presente forma es obra útil. Al botánico novicio, ya familiarizado con la nomenclatura vulgar, darán un buen punto departida, pues, conociendo la sinonimia científica de una especie, aquel podrá, ayudándose de las descripciones técnicas, comprender mejor sus caracteres analíticos, y procediendo de lo conocido EXPLORACIÓN BOTÁNICA. 11 á lo desconocido, extenderá poco á poco sus conocimientos fundándose en la similitud del plan general de la flor y de los demás órganos. Al etnógrafo y á todos los que ven en las plantas una ayuda natural del hombre puesta á su alcance por una providencial dispensación, dará una idea de los mil usos, fundados los unos en reales propiedades, los otros en supersticiones trasmitidas de generación en generación, á los que tanto los naturales como los descendientes de los conquistadores y los inmigrados en épocas recientes han aplicado aquellas. En su nomenclatura extraordinariamente variada, queda uno como reflejo de las incesantes migraciones que sucesivamente han traído al privilegiado suelo de Costa Rica poblaciones distintas por su origen, sus lenguas y sus costumbres. En fin, y ésto no es lo menos importante, las pocas notas económicas que hemos podido dar en relación con las plantas de cultivo, algunas de las cuales son la base de la riqueza nacional, no carecerán de interés para nuestros agricultores. El presente trabajo no es obra definitiva y completa. Le he agregado una larga lista de nombres vulgares é indígenas para los cuales no tenemos aún sinónimos científicos, por no haber podido examinar é identificar las especies á que se refieren. Por otra parte no nos ha sido siempre posible obtener los nombres vulgares. Es cierto que un número considerable de especies ha escapado casi completamente á la atención de los campesinos, pero no así á los naturales, quienes suelen tener una nomenclatura tan minuciosa que apenas lo cede á la délos naturalistas. Entre las Ecpúblicas cuyo conjunto forma Centro-América, ninguna se ha estudiado con tanta detención como Costa Eica. Hemos visto ya que ha sido especialmente favorecida por los exploradores botánicos, y la lista de las publicaciones referentes á la flora que acompaña como apéndice á la presente obrita muestra que las cosechas de los referidos coleccionistas han sido objeto de los estudios de muchos especialistas, entre los cuales figuran varias notabilidades científicas. 12 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. BREVE RESENA SOBRE LA DISTRIBUCIÓN DE LAS PLANTAS EN COSTA RICA. Ya se ha dicho muchas veces, y con razón, que la fauna de Costa Rica es, proporcionahnente á lo reducido del territorio, la más rica conocida. Pero á nadie aún parece habérsele ocurrido que la misma aseveración se aplica á la flora, y sin duda con mejor fundamento. La obra clásica de Engler y Prantl, titulada " Pflanzen-Familien " ó "Familias de plantas," distribuye todas las plantas fanerógamas conocidas en unas 300 familias. De éstas, como ya lo noté arriba, 175 están representadas entre las especies cuya existencia en el país se ha averiguado hasta la fecha. He indicado también que el número de estas últimas asciende á cerca de 5000, pero no debe perderse de vista que, aunque la flora ele Costa Rica es una de las mejores conocidas en el continente occidental, muchísimas especies aún no han sido catalogadas, sea porque son nuevas ó sin identificar, ó porque han escapado á las pesquisas de los coleccionistas. Me atrevo á asegurar que el número total de nuestras fanerógamas pasa mucho de los cinco mil, y si á éstas se agregan los Heléchos, que son entre tres y cuatro cientas especies, los Musgos y Hepáticas de los cuales 800 por lo menos se conocen ya, y la multitud de Hongos, el estudio de los cuales apenas se ha iniciado, llegaremos á una suma aún mucho más respetable. Esta extraordinaria congregación de plantas en tan pequeño espacio se explica en primer término por la variadísima topografía del país y los aspectos climáticos muy diversos que son la consecuencia de ella. Costa Rica se eleva en medio de la zona tropical desde el nivel del mar hasta cerca de 3900m., ofreciendo asimismo, con relación a la tem- peratura, todas las gradacionefe que se observan desde el Ecuador básta- los 35 grados de latitud. La dirección general de sus montañas, perpendicular á la de los alicios del noreste, determina dos tipos cli- máticos en cuanto á la distribución de las lluvias, siendo éstas muy abundantes y repartidas en todo el año en la vertiente del Atlántico, más escasas y limitadas á algunos meses en la vertiente del Pacífico. Si á ésto se agregan las condiciones particulares del suelo, y se toma en consideración la infinita variación de nuestra fragosísima topografía, ofreciendo aquí anchurosos valles y mesetas, allí gargantas, j)eñascos ó DISTRIBUCIÓN PE LAS PLANTAS. 13 atrevidas cimas, y más adelante, en la proximidad de los mares que bañan ambas costas, dilatadas llanuras litorales, se comprenderá que Costa Rica es lugar privilegiado como centro de desarrollo de la vida animal y vegetal, y sobretodo que ofrece las condiciones más favorables posibles para ser la receptora de los representantes de la flora y de Li fauna de las regiones circunvecinas. Pero otra circunstancia que ha contribuido á hacer de Costa Rica el emporio zoológico y botánico del continente, es su proximidad á ambas Américas y á la región de las Antillas, ésto es, á tres faunas y tres floras distintas, cuyos representantes han encontrado en su suelo hospitalaria acogida. La vegetación de nuestra costa atlántica se forma principalmente de tipos que vuelven á encontrarse en todo el litoral norte y oriental de la América del Sur y, en su minoría, en las islas del Mar Caribe. Las sabanas y florestas del valle del Diquís, de Nicoya y del Guanacaste recuerdan á la vez por su vegetación ciertas partes de Venezuela y Colombia, y los districtos semi -áridos de Guatemala, Yuca- tán y México occidental. En medianas altitudes, uno admira la mezcla armoniosa de elementos igualmente diversos por su procedencia y en fin, los picos más elevados abrigan á un mismo tiempo represen- tantes de los majestuosos Andes de Colombia, y de los no menos imponentes volcanes de México. Litimamente mezclada con estos varios elementos y formando como el cimento que llena los vacios y oculta las asperidades, se halla otro constituyente, de no escasa importancia, do nuestra vegetación, que ha originado precisamente en las especiales condiciones de configuración y de clima á que hemos aludido y que, según la opinión de varias autoridades que se han dedicado con marcada preferencia al estudio de nuestra flora, es particularmente desarrollado en el país. Este es el elemento endémico, ó autóctono, compuesto por lo tanto de todas las especies que son propias de esta tierra y no se encuentran en otras partes. Este conjunto de plantas, unas humildes hierbas, otras árboles gigan- tes, con todas las imaginables transiciones entre los extremos, están asociadas de diversos modos según sus hábitos y según las condiciones físicas del suelo, la topografía y el clima. En la vertiente del Atlántico, generalmente muy húmeda y lluviosa, la selva se extiende tupida desde la. margen del Océano hasta muy cerca de las cumbres más altas, siendo interrumpida raras veces, por los pantanos costaneros, las peñas y fragosidades de las serranías, ó por las abras cada día más extensas del industrioso agricultor. Aquí, la humedad obra á manera de un 14 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. moderador, supliendo todas las otras deficiencias, y á su empuje la vegetación cubre espesa, exhuberante, cada pulgada del suelo. No así del lado opuesto, en las faldas que envían el excedente de sus aguas al azúreo Pacífico. La pobreza de un suelo esencialmente arcilloso, la sequía dominante durante la mitad del año, la violencia de los vientos que bajan de las altas cimas, y talvez, hasta cierto punto, la intervención, en épocas remotas, de los primitivos moradores, son los principales factores causantes de las sabanas y de los páramos en miniatura que interrumpen á menudo los altos bosques, en las llanuras del Guanacaste, en el anchuroso valle del Diquís y en las faldas de los montes. En las sabanas, las Gramíneas y las Ciperáceas son predomi- nantes, pero abundantemente entremezcladas con especies sociables como ciertas Labiadas (Hyptis) , Compuestas (Eupatorium, Vernonia), Malváceas (Sida) ú otras plantas más ó menos herbáceas que invaden á veces esos repastos naturales hasta inutilizarlos. En las hondonadas y á lo largo de los riachuelos, aparece también una vegetación arbores- cente las más veces raquítica, en la que sobresalen los cJiumicos 6 raspa- guacales en los lugares más secos, los guayabos, varias Melastomáceas, etc., en la zona de transición á la alta selva, la que siempre queda más ó menos despejada y de fácil exploración, excepto en grandes alturas ó en las faldas más próximas á las cumbres, que reciben atín su parte de los aguas traídas por los alicios. Aquí el soto, compuesto á menudo de intricados cañuelares, se vuelve impenetrable, como lo es también en ciertas partes de los bosques cercanos á las costas, en donde pítales y piñuelares extensos se oponen sin posible alternativa al progreso del viajero. Los páramos — ó mejor paramülos , pues como hemos dicho, no son más que miniaturas de la formaciones conocidas con el primer nombre en los Andes del Sur, — cubren las partes más altas de las cordilleras, en el Irazú, el Cerro de Buena Vista, el Chirripó, el Duricá y el Pico Blanco. Su menuda vegetación, notable por el tamaño relativamente mayor de las flores, recuerda la de los repastos alpinos de la Europa central, y como ella, alimenta rebaños que dan leche, mantequilla y queso insuperables, y forman uno de los rasgos más interesantes de la economía agrícola del país. Esos modos típicos de aglomeración — selva cerrada del lado del Atlántico, selva despejada y sabanas del Pacífico, y paramillos en las" grandes alturas — , son susceptibles cada uno de infinitas modifi- caciones en sus menores detalles. Aún la selva cerrada ó húmeda, el Regenwald de los autores alemanes, con su aparente monotonía, ofrece DISTRIBUCIÓN DE LAS PLANTAS. 15 los cuadros más variados al observador ejercitado. Al penetrar en ella por primera vez, el viajero se siente como deprimido por la uniformi- dad de las escenas que lo rodean. Los troncos majestuosos se suceden unos á otros, los pies muellemente hundidos en un inextricable tapiz de verdura, mientras sus cimas se pierden en lo alto, en confusa red de ramas y bejucos. Cada nuevo sitio es la reproducción del c|ue se acaba de dejar y uno se admira como el nativo de esos bosques puede reconocerse en ellos con la misma facilidad que el citadino en sus calles y fija en su mente los detalles de configuración por medio de una nomenclatura no menos complicada que la de una gran metrópoli. Pero poco á poco el ojo se ejercita, distingue matices en el eterno verde, nota diferencias en la conformación de la base de los troncos y en las raíces, en el color, en la altura, en la esbeltez de esas gigantescas columnas. La verdura del suelo, que aparecía primero como una confusa masa, se ve aquí compuesta de delicados y multiformes heléchos, allá de palmeras enanas, de platanillos y l)ijaguas de anchas hojas, de Aráceas terrestres que el olfalto descubre á veces antes que la vista (sahinillo) , en otras partes de cañuelas y carrizos que desafian el filo del machete, ó cordoncillos elegantes, á menudo perfumados. Del domo cerrado que todo lo cubre dejando apenas algunas ventanillas por donde penetra una luz difusa, cuelgan una infinidad de bejucos, á veces simples cuerdas que caen rectas como el hilo de una plomada y se estiran hasta alcanzar el suelo, otras veces verdaderas guirnaldas, en las que se descubren de vez en cuando flores de admirable estructura. Las maravillas ocultas arriba, á cincuenta metros y más sobre la cabeza del explorador, escapan casi completamente á la observación. Solo cuando uno de los gigantes de la selva, abatido por el último huracán, yace despedazado en el suelo bajo el chorro de luz que penetra por el espacio antes ocupado por él, puede uno darse cuenta de la extra- ordinaria diversidad de ese mundo aún por explorar. Una profusión de plantas parásitas y epífitas, reviste cada rama, y sirve ella misma de huésped á otro mundo parasítico, de modo que toda una flora encuentra su asiento en cada árbol. Puede el observador permanecer día tras día en la solitud de la virgen floresta, y cada día se le revelan nuevos detalles de ese mundo que en un principio le aparecía como prototipo de la uniformidad. Lo mismo se notará si pasando á otra vertiente estudiamos las selvas despejadas — los 'parkartige Wálder de los fitogeógrafos. Asociaciones idénticas aunque generalmente menos impenetrables y formadas de especies distintas, cubren el suelo, tal vez con menos profusión ; los ár- 16 LAS PLANTAS USUALES DP: COSTA RICA. boles parecen menos numerosos, sus troncos menos altos y sus coronas más anchas y menos cargadas con orquídeas y bromeliáceas, de modo que una luz más brillante penetra sus arcadas. Otro carácter especial de la vegetación de esta vertiente es que muchos de los árboles que integran su conjunto son de hojas caedizas y se ven completamente despojados durante la estación seca. Las sabanas son también una fuente de incesantes observaciones, de las cuales se deduce que su uniformidad tampoco es sino aparente. Aún las Gramíneas y Ciperáceas de caracteres exteriores tan seme- jantes ofrecen una gran diversidad en los detalles de su organización y en su modo de vivir. Mientras algunas, como los Paspalum y los Paniciim, entre los cuales figuran varios de nuestros mejores pastos naturales, casi nunca pasan de ser humildes y rastreros zacatillos, otras, como los Andropogon , son por lo general de cálamos tan altos que apenas los supera la cabeza del jinete recorriendo la sabana, y cjue precluden la orientación del que anda á pié, así como lo experimenté varias veces en Cañas Gordas, en el año de 1897. Allí, cuando se quería cruzar de un punto á otro de la pradera, virgen hacia mucho tiempo de ganado, el único modo de llegar era de fijarse en que el trillo dejado atrás esté siempre en linea recta, sino se describían invo- luntariamente las curvas más fantásticas, acabando por alcanzar otra vez el monte alto en cualquier parte, excepto la que se tomara por objetivo. Entre las especies de porte minúsculo que forman el principal ele- mento de la flora sabanera, merece especial mención una modesta cipe- rácea, señalada por mi compañero Sr. A. Tonduz, y descrita por el difunto Bockeler, quien la dio el nombre de Rhynchospora perrigida. Es probablemente el más vivaz entre sus congéneros y la primera en brotar de nuevo después de los periódicos incendios de las sabanas. Posee una cepa gruesa y en apariencia perenne, que se eleva vertical- mente de año en año, y está coronada con un penacho de hojas largas de 4 hasta 6cm. y menudas como agujas. En medio de éstas, aparecen con las primeras lluvias, en Marzo ó Abril, las inflorescencias de color amarillo claro. La lucha por la existencia y la victoria de los tipos mejor acondi- cionados puede ilustrarse con muchos ejemples sacados de las mismas savanas. A las familias señaladas — Gramíneas y Ciperáceas que con- sideramos como las dueñas naturales del terreno, especialmente porcpie son las únicas de provecho para el ganadero, — ciertas especies de otros grupos hacen una guerra que casi llamaríamos encarnizada, y á menudo DISTRIBUCIÓN DE LAS PLANTAS. 17 logran aniquilarlas en extensas manchas : así los Hyptis (Chirrites) , ciertas Melastomáceas {3Iiconia, Leandro) , algunas Compuestas {Enpa- toriinn, Vernonia, Calea, etc.), que, como se dice vulgarmente, echan á perder la sabana. Su invasión recibe un auxilio muy eficaz del ganado y de los incendios; estos últimos fácilmente destruyen el sistema radicular poco desarrollado y superficial de los zacates, mientras no alcanzan á matar las otras plantas de raíces pivotantes y hondas. Se prepara de esta manera el suelo para el establecimiento más dura- dero de las especies leñosas, entre las que el guayabo es una de las primeras en aparecer. En donde falta por completo la intervención del hombre, la selva vuelve indudablemente á reconquistar la sabana, y ésta es una de las muchas razones porqué parece probable que, al menos en Costa Rica, éstas han tenido con pocas excepciones su primer origen en desmontes artificiales, punto que no podemos discutir aquí. Los tipos de vegetación que hemos esbozado hasta aquí son princi- palmente el resultado del modo de agregación de los elementos de la flora, según sus hábitos individuales. Si consideramos el modo como se comportan según la elevación sobre el nivel del mar, y la tempera- tura, podemos establecer tres divisiones altitudinalcs que, aunque son sumamente artificiales y pasan insensiblemente de una á otra, no carecen de razón de ser para una mejor comprensión de la distribución de las plantas en Costa Rica. No es por demás observar, que esta división puede aplicarse á todo Centro- América. (1) Región basal — De O ci lOOOm. Temperatura media 28° á 21° C. — Comprende en su nivel inferior las llanuras costaneras, cubiertas en su mayor parte de inmensas selvas, y caracterizadas por la presencia de árboles gigantes como el espavel, el ceibo, el javillo, el guanacaste, el guapinol, y el cenízaro. Los tres últimos son especiales de la zona inferior de la vertiente del Pacífico, mientras el cocobola {Lecythis costaricensis) , que produce la fruta conocida con el nombre de olla de mono, el Sloanoa medusula y el BuUy-tree de los Jamaicanos (níspero) solo se encuentran en la costa del Atlántico. En la zona superior de la misma región, ciertas familias como las Melastomáceas, las Lauráceas y las Piperáceas, alcanzan su mayor desenvolvimiento. Aquí también se encuentran varias Compuestas arbóreas, y la diferencia de una vertiente á otra es menos notable. Las llanuras costaneras y las primeras faldas de los montes hasta unos 600 metros, que corresponden á lo que generalmente se llama tierra caliente, cuentan entre sus plantas indígenas muchas especies 18 LAS PLANTAS T^SUALES DE COSTA RICA. Útiles. Entre éstas viene en primera linea el hule, representado en cada vertiente por especies distintas del género Castilla, y que está rápidamente pasando á la categoría de planta cultivada, en razón de la demanda siempre creciente do la industria para la preciosa goma. Algunas especies dan resinas {Guftiferae, Sapotaccae, Hymenaca) aplicadas á varios usos, mientras otras proporcionan fibras gruesas utilizadas para cordeles {Apeiba, Hihiscus, Cccropia, HcUocarj)vs) y para ciertas partes de la indumentaria de los indígenas (mastate) , ó estopas finísimas y fuertes {Triumfctta, Sida, Tueca) que aún no se han estudiado con la merecida detención. Las maderas de la costa del Pacífico, pertenecientes á árboles délos grupos de las Dalbergiáceas y de las Caesalpínias (Leguminosas) , incompletamente investigados, son conocidas por su finura y dureza. La tierra caliente del Atlántico da el cedro dulce, el caoba y el laurel, la del Pacífico el incorruptible cedro amargo, el cacique, el corteza, así como maderas de tinte (mora, nacazcol) y muchas otras, cuya enumeración se encuentra en el lugar correspondiente de la presente obrita, salvo que aún no se hayan podido identificar. Otra especie indígena de la tierra caliente que ha pasado á la condición de planta cultivada es el cacaotero. Se encuentra aún en estado silvestre en el Guanacaste, en Nicoya, en varios puntos del valle del Diquís, y, aunque más escasamente, en los bosques húmedos de la Talamanca, de la Estrella, del Sarapiquí, y en otros puntos sin duda de los llanos y de las lomas cercanos al Atlántico. Su talla, la forma de su fruta y otros caracteres nos permiten admitir que sea el origen del llamado cacaotero de Malina, ó criollo. El calabacillo ó Matinita fué importado de la isla de ]\íartinica. Los Indios no parecen haber cultivado este árbol, al menos en el sentido que damos á la palabra. Cuando en sus correrías por los montes, encontraban ejemplares aislados ó bosquecitos de él, señalaban con cuidado el lugar, limpiaban el suelo de su vegetación más gruesa, y repetían sus visitas y sus cuidados indefinidamente en tiempo de cosecha. Daban especial atención á los arbolitos que se criaban de las semillas extraviadas al rededor de los árboles viejos, de modo que sus cacaotcdes se renovaban insensiblemente y se mantenían de generación en generación. Es probable que la siembra de madera negra, ó madre de cacao, cerca de los árboles de cacao, cuyos buenos efectos sobre éstos son conocidos de los naturales de Talamanca y se han trasmitido á los campesinos de otras partes, debió su origen á la necesidad de protegerlos contra los estragos de las taltuzas. Las raíces de la madera negra, ó madre de Pl. III. Cacao ciuoi.i.o en las Huacas (Nicoya). DISTRIBUCIÓN DE LAS PLANTAS. 19 cacao, son efectivamente para estos roedores mortal veneno y es poco probable que los Indios hayan conocido primero las propiedades de aquel árbol como nitrificador del suelo; se fijaron sin duda en que el cacaotero crecía mejor en su proximidad, sin darse cuenta por qué razón, y así se hizo tradicional la costumbre de sembrar ambos árboles juntos. El cacaotero se cultiva en ambas costas, siendo de notar que el calabacino parece mejor adaptado para el clima húmedo de la del Norte. Otra planta, importada probablemente de alguna de las Antillas, ha adquirido en los últimos veinte años una importancia enorme, desde el punto de vista industrial, para la tierra caliente del Atlántico, y ha dado un carácter especial á toda la zona costanera. Me refiero al banano, ó á la variedad del Musa sapientum conocida en Costa Rica con el nombre de patriota, aunque tiene muy poco de nacional, siendo de origen probablemente asiático, cultivado en gran parte por compañías y colonos immigrados y consumida en Norte- América y en Europa. Sin embargo, gracias á la nueva industria de que es objeto, se ha puesto en cultivo una vasta extensión de tierras fértiles que antaño se consideraban como sin valor á consecuencia de su mortífero clima, y dado también un poderoso impulso al desarrollo del puerto de Limón y al del país en general. El plátano y los guineos, allegados muy cercanos del banano, aunque probablemente introducidos en América muy anteriormente á la lle- gada de los españoles, se cultivan en menor escala en toda la región basal, para las necesidades del consumo interior. El camote y la yuca, otras dos plantas alimenticias de no escasa importancia, también indí- genas, no dan tampoco un buen producto arriba del nivel superior de esta región. (2) Región montañosa ó intermediaria — De 1000 á 2600m. Tem- peratura media '21° ci llf° C. — Esta región, en laque los árboles gigantes y las enredaderas de vistoso follage del trópico se mezclan con los representantes más modestos por la talla pero más fornidos y fuertes de la tierra fría, es privilegiada de la naturaleza por su begnino clima y la variedad de sus producciones. En ella se hallan los centros de desarrollo de la civilización moderna y también una infinidad de plantas y árboles importados, la mayor parte en razón de su utilidad; pero algunos también, entre las primeras, involuntariamente, y en de- trimento de la agricultura. Fácil sería hacer una enumeración de especies naturales que sólo se 20 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. encuentran entre los límites de esta región. Más, como ya se explicó, la vegetación selvática demuestra caracteres insensiblemente transi- torios entre los de la flora de tierra caliente y de la tierra fría, y además la mano del hombre ha modificado á tal extremo la naturaleza primi- tiva, que la región está mejor caracterizada por sus condiciones arti- ficiales. El precioso cafeto, por ejemplo, se extiende en vastas plan- taciones desde una altura algo inferior ala de la región (800m.) , hasta cerca de 1400m. Con justa razón se le ha tomado algunas veces como especie típica de la región media, alterando entonces ligeramente los límites de ésta, pues su influencia en la tierra templada es visible en todo tiempo, y más especialmente en Marzo cuando sus abundantes y niveas flores resplandecen bajo las caricias del sol como la primera nieve del invierno boreal, y sus perfumes saturan el aire de las noches; ó también en tiempo de cosecha cuando los cafetales resuenan con las alegres exclamaciones y las risas de las cogcdoras. Esas hermosas plantaciones, que cubren los llanos y las faldas de los montes en casi toda la meseta central, dan vida á las dos terceras partes de la población del interior y no se puede exagerar demasiado su importancia. La vertiente del Atlántico se presta menos para el cultivo del cafeto, por su excesiva humedad, la que favorece en demasía el desarrollo de enfermedades parasíticas, á la vez que quita al grano la dureza y finura que son el índice exterior de su excelencia. En la zona del Pacífico, por otra parte, existen aún extensos terrenos propios para ese cultivo y que sólo esperan brazos que vengan á derribar las hermosas selvas. Mientras tanto, éstas ofrecen á la industria, en ambas vertientes, una infinidad de maderas útiles, entre las que sobresalen el colpachí, los quizarrás, los iras, los robles y los encinos. Los últimos pertenecen ya á la zona superior de nuestra región montañosa, y forman allí esos her- mosos bosques que recuerdan á la gente venida del Norte los robledales encantadores de la madre-patria. Desgraciadamente es preciso ir le- jos ya, hasta los contrafuertes del Cerro de Buena Vista ó las faldas meridionales del lejano Kámuk, para ver todavía esos bosques en toda su majestad. En las alturas de la meseta central, no subsisten sino los fragmentos que han escapado al fuego ó á la hacha, y el árbol de las antiguas supersticiones, en la misteriosa sombra del cual los sacer- dotes de los Aztecas y de los Chibchas celebraron sin duda sus ritos lo mismo que los druidos de la heroica Galia, ha cedido su lugar á la vulgar pero sustanciosa papa, á los frijoles queridos de los costarri- censes, al maíz y á las praderas. En esta misma zona superior de la región montañosa es también en DISTRIBUCIÓN DE LAS PLANTAS. 21 donde se dan mejor las hortalizas y los árboles frutales importados del Norte. No es para el immigrante una de las menores ventajas del país, el encontrar en él los sabrosos repollos, las tiernas lechugas, los espárragos, las cebollas, los ajos, en fin todas las verduras de su tierra, que se dan aquí de inmejorable calidad. Entre las frutas, la manzana es la que tiene más probabilidades de éxito, más nunca le llevará la ventaja á nuestras incomparables naranjas, que se producen hasta con vicio desde las orillas del Golfo de Nicoya hasta Cartago. (3) Región andina ó superior — De 2600m . hasta las cimas. Tempera- tura 15 á 5° C\ — Cuando el excursionista sube las faldas de nuestros volcanes, nota que desde una cierta altura los árboles pierden en tamaño, pero alargan y engruesan sus ramas laterales y dan una sensible impresión de vigor y de resistencia á la intemperie. Cuanto más arriba subimos más achaparrados se nos presentan, hasta que en la proximidad do la curva de nivel de 3000m., su conjunto, aunque tupido todavía y cubriendo extensas faldas, ya no merece el nombre de selva. En estas altitudes se manifiesta además un cambio marcado en la naturaleza específica del monte. Las Lauráceas, los Styra.v, los Podocarpus , los Talavnta y aún los Quercus desaparecen, repuestos poco á poco por Ericáceas, Mirtáceas, Miricáceas, y otros grupos que gustan del aire puro y frío así como de la intensidad calórica y actínica de las grandes alturas. Los espacios libres, cuando no cubiertos por los lapiUi volcánicos como sucede en el Irazú y en el Turrialba, están ocupados por los ya mencionados paramillos, cj[ue alcanzan su mayor desarrollo en el Cerro de Buena Vista y en el Chirripó Grande. En este último cerro, rey inviolado aún de los Andes costarricenses, se ven en lontananza entre- cortados por altas y desplomadas peñas que deben abrigar una flórula saxícola de especial interés. Ya los paramillos de Buena Vista fueron una revelación, enseñando como por encima de los hombres, que se agitan y penan en sus pies, el mundo vegetal de los montes gigantes de México y de Norte América se entrelaza con el de las incomparables cor- dilleras suramericanas. Fiesta pacífica de las flores en la que participan muchos convidados de nuestro propio suelo, como lo son el Mirroden- drón de Donnell-Smith, Umbelífera gigantesca que se abriga friolenta entre las piedras de las hondonadas ó en la margen extrema de los chaparrales, y varias delicadas especies, algunas de las cuales quedan aún por describir. Es de notarse que en esas grandes alturas, la flora pierde el carácter 22 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. impuesto por la diversidad de clima en una y otra vertiente en altitudes inferiores. Las cumbres más elevadas emergen como islotes 2X)r encima de las selvas, pasando éstas sin otra interrupción do una vertiente á otra. Sus faldas rápidas y poco extensas no ofrecen campo para una diferenciación climática de las plantas, de modo que en los macizos principales como el Volcán de Turrialba, se puede dar vuelta al cerro, quedándose á un mismo nivel, sin notar mucha alteración. En la altura, las transiciones son mucho más notables, pei-o poco estu- diadas aún . ¡ Que admirable campo para una investigación de esta clase ofrecería la falda setentrional del mencionado Turrialba, que se eleva de un sólo golpe desde unos 300 metros, en las llanuras de Santa Clara, hasta más de 3300 metros, pasando de un modo casi imperceptible de las altas selvas de la costa hasta los escasos matorrales de la cima ! PLANTAS ÚTILES O ECONÓMICAS. LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Las especies cuyos nombres vulgares é indígenas hemos podido in- cluir en la presente obra no son todas plantas de directa utilidad para el hombre. Muchas de ellas han merecido su apellido simplemente porque caen diariamente bajo la observación, y ésto explica nuestro título "plantas usuales" con preferencia al de "plantas útiles," sugerido por varias personas. Estas plantas usuales, pues, pueden dividirse en tres grupos, com- prendiendo el primero todas las especies que son de alguna utilidad, el segundo las C|ue son dañinas ó nocivas y el tercero las c¡[ue son indiferentes, ésto es, que no entran en ninguno de los dos anteriores. Aunque hemos dado en el lugar reservado para cada planta la mayor parte de los datos que le corresponden, no será por demás hacer aquí una recapitulación metódica de los dos primeros grupos, añadiendo ocasionalmente detalles que no han encontrado lugar apropiado en otra parte. A. PLANTAS ÚTILES O ECONÓMICAS. Las plantas que por su utilidad contribuyen de un modo más directo á nuestro bienestar forman naturalmente la lista más larga entre las enumeradas en este libro. Con el objeto de poner de relieve su impor- tancia en la economía privada y pública del país, daremos aquí una corta reseña de sus usos, agrupándolas por mayor claridad bajo las siguientes rúbricas: (a) Plantas alimenticias (b) " forrageras (c) ' ' medicinales (d) " fibrosas (e) " oleíferas (f) " gemíferas y resiníferas (g) " ornamentales (árboles, plantas) (h) Maderas, y otras especies de usos varios. 24 LAS PLAXTAS USUALES DE COSTA RICA. (a) Plantas alimenticias. Estas á su vez pueden subdividirse, según su naturaleza ó sus usos, del siguiente modo : 1. Granos 2. Raíces ó tubérculos 3. Verduras ó legumbres 4. Frutas 5. Condimentos 6. Varias. 1. Granos. — En su obra ya citada sobre la flora y la geografía física de la América central, Oersted dice (p. 6) hablando de los alrededores de Cartago, que " aquí el cultivo del cafeto ocupa menos extensión que en la vertiente opuesta, y el banano y la caña de azúcar no se elevan más arriba, pero toda esta meseta se distingue por sus magníficos repastos, sus campos de trigo y de maíz, y, en el distrito de Chilcagre en particular, por su excelente tabaco." Más adelante agrega que en las cercanías de Cot, el límite superior del maíz se halla entre 7000 y 7500 pies y que este grano está repuesto en mayores alturas por el trigo, las lentejas y las papas. Estas citas, que podrían complementarse por otras así como por varios testimonios personales, nos demuestran que hace como medio siglo, el trigo desempeñaba todavía un papel de alguna importancia como producto de la zona superior de la región montañosa. Su abandono, que es ciertamente de deplorar, se debe sin duda á dos razones. Primero, á la par que se fueron mejorando las vías de comunicación, se hizo más fácil y barata la importación de las harinas extranjeras, procedentes principalmente, al principio, de San Francisco y de Chile. Luego, con la introducción del cafeto, nuestra agricultura, halagada por los piecios altísimos alcanzados por este pro- ducto en los mercados del exterior, se especializó, reduciéndose todos los agricultores á meros cafetaleros, de tal modo que no solamente se dejó el trigo, sino que el país no siempre llegó á producir el maíz y los frijoles necesarios para su consumo. Para un pequeño país como lo es Costa Rica, el abandono del antiguo sistema, en el que cada finca produce de todo un poco, y la falta de éxito de una cosecha se compensa por la abundancia simultánea de otra, es de sentirse. Del trigo, nos ha quedado el recuerdo — y un molino, traído de fundiciones inglesas, y en el que molineros extranjeros muelen un poco de trigo importado. Bueno es agregar, que ésta es probablemente la única harina legítima que se consume en el país, i Hace algunos años, se despertó un cierto PLANTAS ÚTILES O ECONÓMICAS. 25 entusiasmo para el cultivo de aquel útil cereal, se hicieron ensayos, con resultados satisfactorios, según creo, y después— acabóse la paja y se apagó el fuego! Mientras tanto vastas extensiones, que podrían convertirse en trigales dorados, quedan inutilizadas y miles de colones salen del país en cambio de las malas harinas que se importan y la inferioridad de la cual se revela en la del pan que se consume. El trigo cultivado antiguamente era de origen oriental, como lo son el centeno y la cebada, traídos también por los primeros colonos y como aquel caídos en desuso. La avena, que se da en abundancia como forraje cuando se cultiva en las tierras templadas y frías, no parece ser de buen rendimiento en cuanto á grano y se cultiva poco. El arroz, de la variedad llamada arroz de montaña, se siembra en terrenos relativamente secos y se produce de calidad muy superior á la de la clase importada, pero en cantidad notablemente insuficiente. Los datos estadísticos demuestran una notable disminución del cultivo de este grano durante los últimos años, lo que viene á comprobar la ineficacia de las provisiones aduaneras para el fomento de la agri- cultura. El maíz, el cereal por excelencia de nuestro continente, originado probablemente en el suelo centro-americano, es sin disputa la planta doméstica más generalizada en el país y se da desde el nivel del mar hasta las cumbres, pero poco se ha hecho para mejorar su cultivo^ y perfeccionar las distintas variedades. Aquí también, la importación debe suplir la escasez debida á la incuria é imprevisión de nuestros campesinos. Una excitativa constante por todos los conductos al alcance del Gobierno, y sobre todo nociones racionales de agricultura en las escuelas, podrían hacer mucho en favor de la realización de uno de los objetos primordiales de la economía nacional, el exceso de producción y abaratamiento de los granos de primera necesidad. Una fiesta del maíz, vendría con ventaja á sustituir la fiesta de los árboles que ciertos charla- tanes imitadores han querido imponer á nuestra juventud ; y el culto de la 7nazorca de maíz, renovado de los antiguos Aztecas, sustituiría con ventaja ciertas supersticiones que bajo un nombre augusto se inculcan hasta en nuestros centros docentes. Aunque es probable que las variedades de maíz hoy cultivadas en la parte central y realmente poblada del país descienden en su mayoría de semillas importadas, no es menos cierto que los Lidios conocieron este grano, esparcido ya previamente á la conquista por todo el continente. En los idiomas hablados aún en Costa Rica, encontramos 26 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. cuatro raíces distintas para designarlo. En bninka es húp, que se sufija también á los nombres de plantas, frutas, etc., para designar su semilla y es por consiguiente la semilla, ó grano, por excelencia. En el mismo idioma, eétse significa á la vez el grano de maíz y la unidad, lo que nos demuestra por una parte el uso que de dichos granos hacían los naturales para contar y por otra la antigüedad del conocimiento del mismo entre ellos. En térraba, el maíz es ip y en bribri y cabécara ih. En bribri se usa también 7/0, equivalente á semilla, para el grano : por ejemplo, el maíz colorado se llama Castilla-uó, un término que revela el origen exótico de esa clase, mientras se-vó, es decir nuestra semilla, aplicado al maíz negro, designa á éste como variedad indígena. Esos varios términos no tienen al parecer analogía alguna con los idiomas hablados más al Este en el Istmo de Panamá, mientras el guatuso aim no deja de asemejarse un poco con el aiá de los misquitos, am y aú de los Sumos y Payas de Nicaragua y Honduras. Después del maíz, el frijol — y especialmente el negrito Cjuerido de los costarricenses al extremo de que se ha pretendido que ninguno de ellos se aventura en un viaje de paseo á los Estados Unidos ó á Europa sin llevarse entre sus equipajes un saquito de ellos, — desempeña el papel preponderante en la alimentación de todas las clases sociales. Tal es la creencia del pueblo en la fuerza de este alimento, que es costumbre tan corriente como perniciosa el dar el caldo negro de los mismos, á nenes cuyo estómago no está preparado aún sino para digerir la leche maternal. Aunque una de las especies de Phaseolus de que se derivan los frijoles cultivados es indígena en el país, este grano parece tener para los naturales una importancia relativamente secundaria. Por otra parte se han importado muchísimas variedades extranjeras, parte de las cuales aparecen en el lugar correspondiente. El guandú ó frijol de palo {Cajan cojan) es un arbusto común en las cercanías de las casas de la región inferior. En tierra fría se cultivan en menor escala la haba y las arvejas y lentejas. 2. Raíces y tubérculos. — La mayoría de nuestras raíces alimen- ticias son de las tierras caliente y templada: los ñames pueden aún con- siderarse como pertenecientes exclusivamente á la primera y la yuca, el camote y el tiquisque no se producen de muy buena calidad en un nivel superior á 1200m. La primera, especialmente, se vuelve muy fibrosa y dura y para los tres se alarga considerablemente el período necesario para la maturación. PLANTAS ÚTILES O ECONÓMICAS. -^27 Los ñames (Díoscoreae sp. ¡ü.) no parecen ser indígenas, excep- tuando tal vez la papa caribe : es possible que los ñames blanco y negro hayan sido traídos á las costas del Norte por los Misquitos. Entre los Indios se conocen por el sólo nombre tó, hecho que indicaría una tras- misión reciente de tribu á tribu. Los negros jamaicanos también han contribuido al esparcimiento de esas plantas, las que se cultivan más extensivamente del lado del Atlántico. La y\ica amarga casi no se conoce en Costa Rica, mientras tenemos dos ó tres variedades de la otra especie cultivada, que es probablemente indígena. Suele propagarse por si misma en los desmontes abando- nados y no difiere tal vez de la especie silvestre conocida con el nombre de Manihot carihagenensis Mull. Arg. El chayóte figura á la A^ez entre las raíces y las legumbres. Esta interesante cucurbitácea es indudablemente de origen centro-ameri- cano, aunque parece poco esparcida entre los naturales de este país y no se conoce su forma primitiva. Lo mismo puede decirse del tíquis- que, que muchos confunden con el taró de la Polinesia. La curiosa etimología náhuatl de la palabra tiqíiisque ó queque.vque, que demuestra su correspondencia con el denominativo rascadera usado en Co- lombia para la misma planta, y el hecho de que ésta no puede comerse sino cocida, indican suficientemente la presencia en sus tejidos de los ráfides ó cristales de oxalato de potasio que se encuentran tam- bién en el taró; estos cristales han sido señalados por vai'ios obser- vadores y extensamente descritos por el señor Wm. E. Safford c:i su hermosa monografía de Guam. En tiempos de escasez, los naturales de Costa Rica parecen haber hecho uso para su alimentación de las raíces de otra Arácea, el Dracontium Pittieriú homhróii. La papa es, como bien se sabe, de origen sur-americano. Pero su introducción en Costa Rica es de fecha reciente, aunque no me ha sido posible precisarla. L^no al menos de nuestros Solannm herbáceos de las sierras desarrolla pequeños tubérculos, pero no ha atraído la atención de los naturales, que ni aún hoy día parece que conozcan la papa. Esta se da de superior calidad en las tierras sueltas de las faldas superiores de los volcanes, pero puede cultivarse también con buenos resultados en alturas muy inferiores, y siendo así es de sentirse verla figurar, aún, en los cuadros de importaciones, 3. Legumbres y verduras. — Son muy numerosas las frutas y yerbas que desempeñan un papel en la alimentación. En primera línea, vienen todas las legumbres de la zona templada del Norte, cuyas 28 V LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. semillas se importan anualmente de Europa ó de los Estados Unidos, y que se dan con exhuberancia, sobre todo en la región andina y en la parte superior de la región media. Se ha pretendido que esas verduras no son tan exquisitas como en su tierra natal, pero esta aseveración no parece justificada y si hay alguna diferencia, se debe más bien al modo distinto de prepararlas. Además, no parece que los costarricenses entiendan aún el verdadero objeto de un plato de legumbres en la dieta diaria : lo consideran no sin razón como un alimento muy escaso de nutrimento y por consiguiente poco digno de figurar en el menú corriente. En realidad las verduras desempeñan su parte como reguladores de las funciones digestivas, y como tales deberían figurar á menudo en toda mesa. Como consecuencia del incremento en el país del elemento extranjero, el consumo de verduras y legumbres aumenta rápidamente y los hortelanos no logran mantener los mercados suficientemente abaste- cidos. A pesar de ésto, la jardinería, ó pequeña agricultura, que es la más lucrativa y la más accesible, no parece que progrese en el país; la mayor parte de los jardineros son extranjeros, y los jardines que en Europa son el orgullo de las campesinas á penas merecen la atención de las matronas de Costa Rica. Esta es también sensible laguna, que señalamos á la atención de los educadores de la juventud. Como no ha sido possible incluir en el cuerpo del libro los nombres de todas las legumbres y verduras importadas, damos aquí una lista de las principales : Acelga. — Se da de excelente calidad en Cartago y más arriba, pero es poco conocida en el país. Ajo. — Prefiere las tierras livianas de las alturas; de uso muy corriente en el pueblo. Alcachofas. — Las de Cartago son inmejorables, pero su cultivo es muy reducido. Acedera. — Observada una vez en una huerta de Cartago; se nos dijo que no había demanda de ella, aunque es verdura sana y agradable. Apio. — Se produce bien desde San José para arriba. Berengena. — Se aclimata muy bien, fructifica abundantemente y parece ser apetecida por la generalidad aunque es plato cjue vale más por la salsa en C[ue se coce. Berro. — Véase p. 69. Es una de las verduras más saludables y es reconocida como tal por todos. Cebollas. — Se cultivan de varias clases, algunas de inmejorable calidad, en la parte superior de la región montañosa y en la región PLANTAS ÚTILES O ECONÓMICAS. 29 superior, pero se importan en cantidad considerable de los Estados Unidos. Espinaca. — En San José y más arriba se da con abundancia, pero es una de las hierbas poco apreciadas de los epicúreos de Costa Rica. Guisantes. — Varias clases, algunas de las cuales se comen en vainicas y otras en granos tiernos, se producen en las partes altas del país. LecJiíigas. — Se dan desde la costa en la vertiente Atlántica, pero sobre todo en la tierra fría. Esta verdura es de uso muy general y fué sin duda una de las primeras que se importaron. Melones. — Se conocen algunas variedades pero no se cultivan general- mente. Mostaza. — No se cultiva, pero es aclimatada y crece silvestre en los cafetales de Tres Rios y Cartago, y en los campos de tierra fría. No hemos podido averiguar si se usa como verdura. Nabos. — Se dan bien en tierra templada y fría. Pepinos. — Se cultivan poco, pero producen bastante y es probable que todos los encurtidos que se consumen en el país podrían prepararse en él también. Es otra rama poco desarrollada de la industria doméstica. Perejil. — Se encuentra en casi todas las huertas de las tierras templada y fría. Puerros. — Exigen las mismas condiciones de suelo y de clima que las cebollas. Pábanos. — Se cultivan desde la costa hasta la tierra fría, pero solo los de la alturas pueden compararse en calidad con los producidos en el Norte. Pemolachas. — La remolacha carmesí con la que se hace una ensalada excelente, se produce bien arriba de lOOOm. de altura sobre el nivel del mar, pero su cultivo está poco esparcido. Repollos. — Es tal vez la verdura de mejor rendimiento en la región de Cartago. Los hay de muchas variedades y su uso es muy general. Ruibarbo. — Este es otro producto poco preciado entre los costarri- censes, de las huertas de tierra templada y fría. Con los peciolos de las hojas se hacen dulces y pasteles de sabor inmejorable. Sandia. — Véase esta palabra en la enumeración general de las especies. Tomate. — Véase esta palabra. Vainicas. — Se hace un gran consumo de ellas; desde hace algunos años se ha generalizado el uso de las vainicas del frijol de vaca, que son sin hilos y muy tiernas. 30 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Zanahoria. — Se cultiva con buenos resultados en las tierras templada y fría. Es de notarse que para la mayoría de esas verduras es necesario importar cada año nuevas semillas ya sea porque no las producen, ó porque las plantas nacidas de semillas indígenas se crían con marcada degeneración . De las verduras indígenas ó propias de los trópicos y cultivadas en Costa Rica, se comen algunas veces las frutas, otras veces los brotes ó quelites, y aún las flores. Entre las primeras sobresale el aguacate, del cual se hacen deliciosas ensaladas y que, en su género, es ciertamente uno de los mejores pro- ductos de la América tropical. El arhol de pa7i, oriundo de la Polinesia, aunque frecuentemente cultivado, no desempeña todavía un papel muy notable entre los naturales de las costas. Sin embargo, la fruta bien preparada casi se equipara con los ñames y la papa y merecería tener más aceptación. Las cucurbitáceas suplen nuestras mesas de un fuerte contingente de frutas-legumbres entre las cuales los ayotes, chiberres, chilacayotes y otras del propio género Cucúrbita no están aún bien conocidos en cuanto á su clasificación científica. El chayóte es accessorio casi indispensable de toda comida costarricense y tanto las caifas como los tacacos se consideran como delicados bocados. Los dos últimos crecen silvestres, así como también el cnayote que es de otra familia. El seso vegetal, plato favorito de los negros antillanos, no ha entrado aún en la dieta regular de la gente del país, como tampoco el ocrá 6 gumbo que parece también importación africana. Las palmeras están representadas entre las plantas cuyos frutos se usan en la alimentación del hombre después de sufrir una preparación culinaria, por el pejivaUe, heredado de los antiguos y muy popular. El plátano y el banano son de gran importancia, el primero en la economía doméstica tanto de los naturales como de la mayoría de los civilizados, el segundo como artículo que se exporta en cantidades cada día mayores. Ambos son de origen asiático, pero los plátanos se introdujeron en América desde la más remota antigüedad, mientras la banana es de reciente aclimatación. En el cuadro siguiente, que sentimos dar incompleto, figuran algunas de las variedades de estas frutas, con sus correspondientes nombres en los idiomas indígenas: PLANTAS ÚTILES O ECONÓMICAS. 31 Cabécara Bribrí Brunka Térraba Guatuso Plátano común éteba tsrá kórub tsará: sorók u-sño-ú ska-tsmú di-tsmii muá cliingo bud-uá ibín ibín kís xhuí ' ' curare " chingo . Guineo macho " dominico ibín sigua irl)í, irbú ia astabá tsmú matkré " manzana Banana ó Patriota brid-uá tsmú El uso los quelites ó brotes de ciertas plantas como el chayóte y el chicaHqvil, se ha trasmitido de los antiguos pobladores de la América Central : la palabra misma quelite es náhuatl y se usaba en el mismo sentido; la verdolaga y el bledo son tal vez imiwrtados, pues casi pueden considerarse hoy como plantas cosmopolitas, el calalú se usa exclusivamente por los negros de la costa del Atlántico. Otras verduras indígenas y en apariencia exclusivamente costa- rricenses son el rabo de mico ó cogollo de algunos heléchos arbóreos, las pacayas y los palmitos, que son las yemas y espatas florales de ciertas palmeras. Y también se comen flores, pues todo el mundo en el país conoce las tortas de flores de itavo y en las costas se preparan con las del ojoche y los cogollos florales de la piñuela casera otros platos de delicado sabor. 4. Frutas. — Nuestra lista no contiene menos de sesenta especies distintas de frutas comestibles, la mayor parte de ellas indígenas, y cjue han merecido poca atención por parte de los agricultores y de los jardineros, aunque muchas podrían mejorarse por el cultivo y una selección bien entendida. Entre las frutas exóticas bien establecidas en el país, algunas son tropicales y limitadas á la región basal y á la zona inferior de la región montañosa, así el banano, la chirimoya, el mamón, los mangos y la pina ; otros, como las diversas especies del género Citrus (naranjas, mandarinas, limas, etc.) son á penas subtropicales y se desarrollan con todo su vigor casi exclusivamente en la estrecha zona de 800 á 1400m. Las demás proceden, con una sola excepción, de la zona templada del Norte y prosperan desde 1200m poco más ó menos, hasta donde las heladas les permiten cuajar sus flores. En algunos árboles frutales importados del Norte, como por ejemplo en el manzano, se nota que en los primeros años producen frutas 32 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. perfectas en tamaño y en calidad, con las semillas bien desarrolladas; pero poco á poco se va reduciendo el tamaño, y atrofiando los órganos de })r(>pagación, de tal modo que al cabo de cierto período las manzanas se ven reducidas á las dimensiones de una l)ala de rifie y no presentan trazas de semillas. Sabido es también que todos esos árboles de la zona templada se reproducen atpií do estacas, lo que no es el caso en su patria. Pero con eso poco se gana en el caso de la manzana, pues hemos visto árboles así obtenidos permanecer largos años sin florecer, á pesar de verse plenamente desarrollados. Todas las clases de naranjas y mandarinas se dan en el país de calidad verdaderamente exquisita y es de extrañarse que su cultivo y exportación no hayan aún tomado mayor incremento. Lo mismo puede decirse de la pina, pues quien ha comido una vez las de Turrialba se queda con el agua en la boca al solo recuerdo. Su envío á los Estados Unidos no ofrece mayores dificultades y ellas se comparan muy ventajosamente bajo todos conceptos con los raquíticos especímenes que se ven en los escarapates de los fruteros americanos. Con un buen cultivo las fresas producen abundantemente en las altas mesetas de Cartago y aún en San José, y su aceptación por los qounncts habla á favor de su excelencia. No así con los duraznos, de los que no hemos visto un ejemplar maduro durante todo el tiempo de nuestra permanencia en Costa Rica. He aquí la lista, incompleta sin duda, de las frutas exóticas que se dan en el país: Finitas exóticas oriundas de los trópicos y subtrópicos Almendro (Terminalia — Asia) Banana (Asia) Chirimoya (Perú) Grosella (Asia) Lima (^Mediterráneo) Limón " Limón dulce ' ' Mamón (Perú) Mamón de Cartagena (Sur-América) Mandarina (]Mediterráneo) Pina ( América del Sur ) Tiriguro (Oceania) Toronja (Mediterráneo) de las zonas templadas Durazno (Europa) Fresas ' ' Granada ' ' Higos " Manzanas ' ' Membrillo Níspero del Japón (Japón) Sandía (Europa) Siguapa (Chile) Uvas (Europa) PLANTAS ÚTILES O ECONÓMICAS. 33 Entre las frutas indígenas cultivadas, muy pocas, si alguna, pueden reveindicar á Costa Rica como su exclusiva patria. Algunas, como el anón, la anona, el cuajílote, las granadillas, la guanábanay oívsíü pocas, no se encuentran en estado silvestre, mientras que algunas otras, como el mamey, el marañón, el zapote (Pl. IV), el yás y el sonzapote suelen encontrarse en condiciones que no dejan dudas acerca de su origen indígena. El níspero, llamado chico-zapote en Salvador y Guatemala, en donde abunda, es natural de Centro-América; también así son algunos más, que probablemente eran cultivados ya, ó semi-cultivados, en época anterior á la conquista. En la lista, muy larga, de estas frutas, pocas pueden señalarse como especialmente sabrosas: las preferidas son Vas anonaH, los guavos, las guanábanas, los nísperos, las granadillas, las papagas y los marufiones. Los cuajilotes, los mameges, el sonzapote y los zapotillos parecen ser exclusivos de la tierra caliente del Pacífico y estar poco esparcidos. Entre los demás, algunos á penas merecen clasificarse como frutas, aunque es cierto que podrían mejorarse con la aplicación de los métodos modernos de cultivo. Entre las frutas silvestres, muchas son comestibles aunque no tienen por lo general nada de notable. Algunas, sin embargo, merecen especial mención : como por ejemplo, varias zarzamoras que dan moras ex- quisitas y que han atraído la atención hasta de los jardineros ameri- canos. También el papaturro 6 uva de plaga merece señalarse como susceptible de cultivo en las costas, particularmente en la del Atlántico donde son pocos los demás árboles frutales. Aunque todas esas frutas indígenas están enumeradas en el lugar correspondiente de esta obrita, me parece interesante reunirías en el siguiente cuadro : Frutas indígenas (a) Conocidas solamente en estado de cultivo.^ Anón 1. 2. P. Granadilla real 2. A. P. Añono 1. 2. P. Guanábana 1. A. P. Coco 1. A. P. Matasano 1. 2. A. P. Jocotes 1. 2. A. P. Papaya 1. 2. A. P. Cuajiniquil 1. 2. A. P. Pepino mango 2. A. P. Guavo real 1.2. A. P. Tuna 2. A. P. Cuajilote 1. P. Zapotillo (Vitellaria) 2. P. Granadilla 1. 2. A. P. " (Couepia) 1. P. ' 1 = región basal, 2 = región montañosa, 3 = región andina; A = vertiente atlán- tica, P, vertiente pacífica. 34 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. (b) Conocidas cultivadas y espontáneas. Acerola 2. P. Níspero 1. A. P. Caimito 1. P. Mamey 1. P. Cereza 2. P. Marañon 1. A. P. Guavos 2. A. P. Yás 2. 8. A. P. Guayaba 1. 2. A. P. Zapote 1. 2. P. (c) Conocidas solamente en estado silvestre. Arayán 3. A. P. Jorco 1. A. P. Cas 1. 2. P. Madroño de comer L P. Jobo 1. 2. P. Nance 1. 2. P. Cocobola 1. A. Papaturra 2. 8. A. P. Coyol 1. 2. A. P. Papaturro 1. A. P. Granadilla bellísima 2. A. P. " agrio 1. P. Guapinol 1. P. Pepinillo 1. 2. A. P. Fruta de pava 1. 2. A. P. Pitahaya 1. P. Guavitos 1. 2. A. P. Pococa 2. A. P. Güísaro 1. P. Turú 1. 2. P. Higuito 2. A. P. Zarzamoras 2. 3. A. P. Icaco 1. A. P. 5. Condimentos, etc. — Muchos alimentos se vuelven aceptables á la vista ó delicados al paladar mediante los condimentos empleados en su preparación y es un hecho conocido la existencia en todas las naciones primitivas, de ciertas plantas así usadas, como accesorias, en el arte culinario. Entre los Indios de la América tropical, el achiote ó rocú desempeñó siempre un papel importante como sustancia colorante, tanto en su primitiva cocina como en las pinturas que aplicaban á su cuerpo para defenderse de los mosquitos ó darse une apariencia más bélica. Parte de sus usos se ha trasmitido á la raza neo-americana de aquellas regiones y á ninguna cocinera se le ocurriría preparar arroz ó tamales sin la tradicional adición de la pasta colorada. Algunas hierbas, como el cvlcmtro, se agregan á los alimentos para darles sabor, á veces extraño y hasta repugnante. Ciertos chiles menudos, como el chilpete, reponen la pimienta, en tanto que las variedades mayores, de poco consumo hoy, fueron en un tiempo ver- dadero artículo de alimentación, como lo son todavía en México y en otras partes de la América Central. El camotillo es poco usado, mientras que el gengihre entra en la clase de los condimentos calientes, como el clavo de olor, la pimienta de Jamaica, la canela y el anís, que, introdu- cidos por los europeos y aún de continuo empleo por sus descendientes, han encontrado también muy favorable aceptación entre los Indios. La hermosa Mirtácea cuyas frutitas constituyen \a jamaica del comercio es tal vez indígena en el país, pues lo es seguramente en Nicaragua y Pl. IV. Lúcuma mammosa. PLANTAS ÚTILES O ECONÓMICAS. 35 Honduras; el canelero, de cuya corteza se saca la canela del comercio, es oriundo de la India, pero se da bien en la meseta central, aunque no parece que fructifique. La vainilla, de delicado perfume, es indígena en la tierra caliente, pero no se cultiva, ni abastece el consumo local, aunque el producto silvestre se usa algunas veces entre la gente de las costas y en los pueblos indios del Diquís. El cliíaii y el taviarindo no son exactamente condimentos, sino que se usan para refrescos, sobre todo en la tierra caliente del Pacífico. De la palmera de coyol se saca una savia azucarada, que fermentada es en alto grado embriagadora, y se usaba por los naturales de la costa del Pacífico en sus fiestas; y precioso recurso del cazador perdido en las imrtes desprovistas de agua de los montes es el agrá, cuyos tallos divididos en trozos, propinan una bebida deliciosa y sana. 6. Cacao, café, caña de azúcar y tabaco. — Junto con la banana, el café y el cacao son los dos principales productos de exportación. Después de haber sido por muchos años la única preocupación de nuestros agricultores y seguido una marcha ascendente tanto en canti- dad como en calidad, el primero parece haber llegado á un punto de equilibrio, debido á una depresión general de su valor, causada por el exceso de producción en el Brasil. Por esta circunstancia, se ha temido aún la completa aniquilación de nuestra industria cafetalera, pero hoy día ha vuelto la confianza, pues es reconocido por todos que tanto en los detalles de su cultivo y en la perfección de su beneficio, como en sus calidades naturales, el café de Costa Rica supera á todos los demás. Si algunas marcas extranjeras se cotizan á precios más altos, es debido á la caprichosa moda más que á cualquier otra razón, y el valor que pueden tener los dictados de ésta, se halla ilustrado en el hecho de que el grano grande, que los conocedores estiman fofo, liviano, y pobre en principios esenciales, ha imperado en los mercados durante los últimos años. Pero para los que saborean el delicioso néctar con el paladar, antes que con los ojos, esta moda no puede ser sino pasajera, y aunque Costa Rica ha podido competir también en esa fruslería, la fama de su café se funda en propiedades más sólidas, así como lo comprueban los siguientes análisis, practicados por el Dr. Duserre de la Oficina federal de Ensayos químicos agrícolas de Suiza: 36 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. 3 s « <] ^ § -I ■apjB.v O "M I^ 1^ c: ^^^ 9J130 lap i!ipam OÍ Ci co OÍ " ce 0 1-HO uppisodúioo i-< ce OÍ c-i ce oí 0^- >e ei 0 0^- 0^- 9 rH rt ,-^ r-ITfH c l- r^ 10 . <-«' tí bc ■IU006 O iC CO -t CO -^,í ■BUOlü T?T OÍ i^ ce — 1 co o 1^ le 1- c ei vi •oDoujx 'd ce ce oi ic ce t-' o 01 1~ -t ~ --c 1— r-l ,-1 ^ -^ o I ^ ce I— 1 le I ^ 0 f . ^' bct« •lu nor.i O ei O O ei cr ^^^^^,-+ SBABOllO.) 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Pero las continuas invasiones de los negros Mosquitos, el mortífero clima de la costa del Norte y las dificultades y peligros del camino desde el interior, hicieron que poco á poco se abandonaran los famosos cacaotales, y desde aquellos tiempos la producción ni siquiera logró dar abasto al pequeño consumo del país. En los primeros años del 1890, el cacao se vendía aún á precios altísimos en el mercado de San José, y no eran todos los que podían proporcionarse el lujo de ese brebaje tan sano como exquisito. Pero la apertura de la vía férrea á Limón dio de repente inesperado impulso al desarrollo de esa región hasta entonces reputada de difícil habilitación para los fines de la agricultura, y varias personas emprendieron otra vez la siembra de cacaotales. Otro momento de no poca importancia en el desarrollo de la renaciente industria fué la importación por el Dr. José María Castro, de un barril de semillas, procedentes según se dice, de la isla de Martinica, y entre las que venían el calahariUo (Pl. V) , pronto rebautizado con el nombre de Matinita. En un principio, esa variedad de grano más pequeño y amargo no gustó: todos insistían en que, teniendo nuestro hermoso Matina, era una barbaridad sembrar el menudito y feo Matinita, y aún recordamos cuan trabajoso fué convencer á varios que el agricultor no ha de afanarse por la hermosura de un producto si éste no paga. El Matinita se cotizaba, es verdad, á la mitad del valor del Matina, pero produce á los tres ó cuatro años, su rendimiento es de tres á cinco veces mayor, es marca más corriente en los mercados extranjeros, y el arbolito está mejor adaptado para el clima de la costa del Norte. Hoy todos los que han emprendido en el ramo conocen este evangelio del Matinita, y algunos ya han podido convencerse de que es éste otro granito de oro. La exportación, nula hace poco, va subiendo de año en año, y no está lejano el día en que el cacao de Costa Rica pueda competir con las mejores marcas en las plazas del exterior. Entre los naturales el cacao desempeña, y parece haber desem- peñado siempre, un papel importante. Como es sabido, no tienen ellos cacaotales sembrados de su mano, sino que se limitan á cuidar los árboles que crecen espontáneamente en sus bosques. Estos árboles pertenecen á la especie Theobroma Cacao L. llamada káju por los Guatusos, kaó por los brunka, ko por los térraba y tsirú por los cabécara y bribri. Los últimos reconocen las siguientes variedades: murú-uak, cacao con mazorcas de cascara blancuzca. 38 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. tsipá-uak, cacao con mazorcas de cascara verde. si-uak, cacao con mazorcas de costillas muy salientes. betsu-uak, cacao con mazorcas de puntas muy alargadas. má-uak, cacao de mazorcas alargadas y delgadas. La caña de azúcar, que se da desde la costa hasta cerca de 1500m. de altitud, se cultiva por mayor en alturas medianas (de 600-1200m.) en cantidades casi suficientes para el abasto del mercado interior. Suple también los materiales para la elaboración del aguardiente, cuyo consumo tiende á disminuir, y desempeña un papel de no poca consideración en la alimentación del ganado. Pero á pesar de la importancia de esta planta en la economía interior, poco se ha hecho para su mejoramiento, ó para perfeccionar los productos de la industria azucarera. A no ser tantos los países que concurren á la producción mundial del tabaco, Costa Rica pudiera tal vez entrar en la competencia, pues si se han de creer los conocedores, el Chircagres, de antiguo renombre, y la hoja que se produce en las vegas del Río General, son de calidad á penas superable. Pero esa fama también puede proceder, por una parte de que el recuerdo de los tabacales de Chircagres ya se va perdiendo en lejana tradición, y por otra de los trabajos que pasaban los Gcnercdcños contrabandistas, en tiempo del monopolio, para trans- portar sus hojas secas por las fragosidades del Cerro de la IMuerte, deslizándose con mil dificultades entre precipicios sin fondo y los cela- dores del fisco. Tanto lo lejano como lo prohibido tienen y han tenido en todo tiempo especial sabor; y lo primitivo de los procedimientos usados aún hoy en la preparación de ese producto, tan singularmente popular, como es de mal gusto, escasamente justifican aquellas pretensiones de excelencia. (b) Plantas forrajeras. Son dignos de ponderación los progresos realizados en Costa Rica, en los últimos veinte años, en el ramo de la industria ganadera. El e^uerzo es tanto más de admirarse cuanto que se debe exclusivamente á la iniciativa privada, habiendo unas pocas personas dedicado su inteligencia y su capital, tanto á dotar al país de buenas razas lecheras como á asegurar á éstas una alimentación adecuada. Si bien es cierto que el progreso no es aún general y que quedan muchos detalles para perfeccionar, no es menos seguro que el impulso está dado y es de esperarse que nada venga á entorpecer sus efectos. PLANTAS ÚTILES O ECONÓMICAS. 39 El país ofrece para la alimentación del ganado una gran variedad de recursos naturales cuyo estudio está á penas Iniciado ; además la expe- riencia ya adquirida nos enseña que un buen número do forrajes extranjeros son susceptibles de aclimatarse. La tierra fría ofrece las condiciones más propicias para el desarrollo de la industria ganadera y de las que se derivan de ella. Bien se conocen las preciosas fincas del Irazú y del Turrialba, y en el Cerro de Buena Vista queda aún vasto campo en donde la misma industria puede desarrollarse en condiciones casi iguales. En la tierra templada, las circunstancias no son las mismas, debido especialmente á la escasez de tierras que puedan dedicarse á potreros. El pastaje es más limitado y la producción de forrajes de corte adquiere una importancia correlativa. La tierra caliente ofrece otra vez inmensos recursos para la referida industria, pero dificultades inherentes al clima estorban considerable- mente el ramo de lechería, de modo que la atención se ha concentrado más en la producción de ganado de carne, para lo cual' se prestan admi- rablemente las sabanas de la vertiente del Pacífico. Como se ha dicho antes, las plantas forrageras indígenas de Costa Rica, no se han estudiado todavía. Hay entre ellas cerca de 250 espe- cies de gramíneas de las cuales una docena acaso sean generalmente reconocidas como pastos de un valor más ó menos apreciable. Hay, además, un número considerable de Leguminosas y plantas de otras familias apetecidas por el ganado, pero cuyo valor nutritivo no se conoce sino por meras inferencias. En la siguiente enumeración entran las especies más conocidas, cuyas distribución está indicada como se hizo para las frutas, y acerca de la mayor parte de las cuales se encontrarán más detalles en el lugar correspondiente : 1. Pastos. (a) Naturales. Acedera (Trébol) 3. 2. A. Setilla 2. 3. A. P. Cañuelas 1. A. P. Tepalón 1. A. P. Churristates 1. 2. A. P. Turvará 1. A. P. Escobillas 1. 2. A. P. Trignillo 3. A. P. Gamalote 1. A. P. Uizcoyól 1. P. Gengibrillo 1. 2. A. P. Zacate amargo 1. 2. A. P. Pega-pega 1. 2. A. P. Zacate de caballo 2 P. Pitilla 2. 3. A. P. La importancia relativa de estas plantas es muy distinta. La acedera, impropiamente llamada así, es el único representante del género 40 LAS PLANTAS USITALES DE COSTA RICA. trébol y, siendo planta de poco desarrollo, es do escasa significación. Las escobillas {Sida sp. pl.) aunque mu}'- gustadas del ganado, deben considerarse más bien como refrescante que como alimento, y tienen la desventaja de reproducirse al extremo de arruinar los potreros al rededor de las casas y de los sesteos. La excelencia del ganialote es disputada, sin duda por la variedad de las especies comprendidas bajo este nom- bre. El gcngibrillo está reconocido como excelente, no solamente en Costa Eica, sino en Colombia, en México y en toda la América central, en donde se le dan varios nombres ; es la mejor base para los potreros de tierra caliente y templada y es de desearse que se generalice más su cultivo. Bajo el nombre de j^cga-pcga , se incluyen varias especies del género Desmodium ó Meihoviia, al cpie pertenece también la hierba del mendigo, 6 beggar-iveed de los Americanos; el valor de estas plantas como alimento nitrogenado es igual, sino superior, al de la alfalfa y merecen por consiguiente propagarse, aunque casi todas tienen el inconveniente de ser trepadoras y propias de los rastrojos. La pitilla y la setilla se consideran como los mejores zacates de la tierra templada, mientras el triguillo lo es de la tierra fría. (b) Extranjeros. Cizaña común {Lolium perenne) 3. A. P. Cizaña de Italia (Lolium italicum) 3. A. P. Cola de zorro {Alopecurvs pratensis) 3. A. P. Flava olorosa (Anthoxanthum odoratum) 2. 3. A, P. Holco lanudo (Holcus lunatus) 2. 3. A. P. Llantén extranjero (Pluntago lanceolata) 3. A. Pata de gallo {Dad ¡/lis (jlomerala) 2. 3. A. P. TrélK)l de prados ( Tr'ifolium pratense) 2. 3. A. P. Trébol encarnado (Trifulium rncarnatum) 2. 3. A. P. Trébol rastrero (Trifoliitm repenfi) 2. 3. A. P. Zacate azul {Poa praiensh) 2. 3. A. P. Zacate de Bahama (Cyvodon Dactylon) 1. A. P. En esta lista van incluidas solo las especies cuya aclimatación está ya demostrada. Como se vé, la mayor parte de ellas se cultivan en la tierra fría y en la zona contigua de la tierra templada, en donde la industria lechera tiene su principal desarrollo. 2. Forrajes de corte (todos importados) . Alfalfa 2. 3. A. P. Maicillo 1. 2. A. P. Avena 3. A. P. Maíz (Guate) 1. 2. 3. A. P. Caña de azúcar 1. 2. A. P. Teocinte 1. A. P. Consuelda Trébol gigante 3. A. P. Frijol de vaca 1. 2. A. P. Zacate de Guinea 1. A. P. Hierba del mendigo 1. 2. A. P. Zacate de Para 1. 2. A. P. PLANTAS ÚTILES O ECONÓMICAS. 41 La alfalfa se desarrolla muy bien en tierra templada y fría pero con la condición de sembrarse en suelo bien preparado, y en la época conveniente; además no da todo su rendimiento sino después de varios cortes y se defiende mal contra la invasión de las malas hierbas ; por estas razones, su cultivo no se ha generalizado. ^\ frijol de vaca, que se cultiva á veces como abono verde, es excelente forraje, y también de mucho provecho para el engordo de los marranos. El teocinte es de tierra caliente y en contra de lo que generalmente se supone, prefiere las faldas arcillosas de las lomas ; en la Alta Verapaz (Guatemala) , donde he tenido la oportunidad de observarlo, el ganado no parece tocarlo. El maicillo se da hasta á mayor altura (ISOOm.) que la especie anterior; su rendimiento es superior como productor de leche. Los zacates de Guinea y de Para casi pueden considerarse como natu- ralizados; son de uso muy corriente, no porque llenen los requisitos como alimento, sino por la facilidad con que se reproducen. 3. Granos y frutas . Banana 1. 2. A. P. Guanacaste 1. P. Cenízaro 1. P. Maíz (Grano) 1. 2. 3. A. P. Chilamates 1. 2. A. P. Plátano 1. 2. A. P. Guácimo 1. P. La banana y el plátano, que se suministran aún estando celes, se consideran como buen alimento para las vacas de leche; el maíz en grano ó quebrado se usa muy poco, lo que explica la total ausencia de buena carne de res en nuestros mercados, pues es sabido que el com- plemento necesario del engordo, en el ganado de matanza, es una alimentación esencialmente hidrocarbonada durante los últimos días, siendo el efecto de ésta ablandar los músculos del animal. En la tierra caliente del Pacífico, el guácimo, el guanacaste y el cenízaro, constituyen con sus frutas un precioso recurso durante la estación seca. Además de algún alimento, el cenízaro, que es el famoso samán ó arhol de la lluvia de Jamaica y Venezuela, suministra una preciosa sombra á los rebaños de la costa del Pacífico. 4. Otros árboles que suministran forraje. Balsa (hojas) 1. 2. A. P. Ojoche (flores y hojas) 1. P. Banano (hojas y tallos) 1. 2. A. P. Plátanos 1. 2. A. P. La hoja de balsa se usa mucho en el Salvador para la alimentación de las vacas, pero no parece haber atraído aún la atención de los 42 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. ganaderos de Costa Rica. Allí también se cultivan ciertas variedades de plátanos exclusivamente por el empleo que tienen sus tallos como forraje durante la estación seca; entre nosotros se utilizan los tallos de todas las variedades de bananos y plátanos. En los bosques de la región basal del Pacífico, la presencia del o jodie se señala en tiempo de su florescencia, por la huella del ganado, ávido de sus ¡perfumadas y abundantes flores. 5. Raíces. Estas se usan poco aún en la alimentación de las vacas. El camote, indígena en la tierra caliente, y la remolacha gigante (Mangel Rübe) , de enorme rendimiento en la tierra templada, ambos favorecen la producción de la leche y sería ventajosa la generalización de su empleo. (c) Plantas medicinales. En muchos casos, se ha exagerado la eficacia de las plantas en la curación de las enfermedades. Además, andando el tiempo, se ha perdido muy á menudo la noción de las verdaderas propiedades medicinales que los antiguos atribuían á ciertas especies. Pero no por ésto han caído en olvido, sino que bien al contrario, se han vuelto verdaderas panaceas, Cjue sirven para la curación de cualescjuiera dolencias. Sea de ello lo que fuere, la mayor parte de esas plantas son poco cono- cidas y como parece que muchas de ellas realmente tuvieran propiedades susceptibles de aplicación en la medicina,' no será por demás ensa3^ar su clasificación de acuerdo con dichas propiedades, preparando asimismo el terreno para su estudio metódico, en el C|ue no solo el botánico sino también el cjuímico y el médico deben participar. A la par que se vayan haciendo los ensayos químicos y los experimentos terapéuticos correspondientes, muchos nombres irán desaj)areciendo de las listas, pero no es remoto tampoco que se reconozcan, para bien de la humani- dad, las virtudes curativas de alguna que otra de esas plantas. Aún si todas tuviesen que considerarse como inadecuadas para figurar en la farmacopea oficial, no por eso dejarán de seguir empleándose algunas, con propiedades mejor definidas, en la medicina popular, la única corriente en muchos lugares apartados del país. Hemos seguido aquí la clasificación usual en la terapéutica, aunque muy á menudo ha sido difícil encontrar lugar adecuado para ciertas especies, por lo vago de los datos que á ellas se refieren. Esta parte PLANTAS ÚTILES O ECONÓMICAS. 43 de nuestra tarea nos ha sido facilitada por la interesante obrita de H. Bocquillon-Limousin, titulada, Manuel des Plantes medicinales coloniales et exotiques (Paris 1905) . A nuestras propias listas, hemos agregado varios nombres de plantas indígenas, cuyas propiedades se mencionan en aquella obrita, aunque no parece que se conozcan en Costa Rica; en este caso hemos indicado la fuente de nuestros informes por medio de la inicial (B) . Alexiteras {Contra-venenos) . Alcotán Cedrón Cliirca (B) Habilla Hoja de guaco Hombrón Pastora Venadero Antiasmcilicas. Ceragallo (B) Tapate Antivenéreas. Bledo Frailecillo Cacalojoche Camíbar Cativo Jiñocnave Nanapate Zarzaparilla Antidiarréicas y antidisentéricas. Broma Jnanilama mocha Escobilla (niños) Guanábana Guapinol (B) Marañón Saca-tinta (Jacobinia Muhintli-B) Simaruba Antilielminticas. Paraíso (B) Eeseda Ajenjo Apazote Granadero Antireumatismales. Albahaca Paraíso (B) Ortiga ( Wigandia) Hoja de guaco (B) Afrodisiacas. Aguacate Juanilama Ñorbito Astringen >tes Acerola (iuapinol Aromo Brasil Guayabo Habilla Colpacbí Granadero Guácimo (B) Icaco Mango Papaturro 44 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Coquillo Cholágogas. Poró-poró Diaforéticas. Alacraiicillo Hoja de Guaco Borraja Saúco Cinco-negritos Diuréticas. Agrá Níspero (B) Anisillo Pichichío Cabuya (B) Pico de pájaro Cola de caballo Piriquitoya Hoja de salbe Poro Lágrima de San Pedro ( B ) Venadero Eméticas . Balsa Habilla (Entada scandens) Canchalagua (Polygala) Habillo (Hura, B) Cardo santo (B) Ipecacuana Dormilona (semilla) Emeto-catárticas . Cardo santo (B) Habillo (Hura, B) Coquillo Viborrana (B) Emenágogas. Aguacate Ciprés AjeTijo Guayabo Bombillo Llantén Canchalagua (Schulte sia) Mastuerzo Emolientes. Alacrán Llantén Anona Majagua Escobilla Mamey (B) Hoja de salbe Mozote de caballo Laurel (B) Piriquitoya Enfermedades de la piel. Achiotillo Saragundín Carao Viborana Coquillo Yós Garrapatilla Zopilote Expectorantes. Copey Nance Eucalipto Orozuz Mozote de caballo Zapote (aceite de zapoyol) PLANTAS ÚTILES O ECONÓMICAS. 45 Febrífugas. Achicoria (B) Ajenjo Cabalonga (fiebre amarilla) Cacalojoche ( B) Caoba (Carapa-B) Cedrón Chirca (B) Cinco-negritos (B) Copalclií Contrayerba Culantro (B) Frailecillo (B) Gavilana Hoja de calentura Hoja de estrella Hombre grande Mamey (B) Níspero (B) Quina amarga Simaruba Sípia Zacate de Limón Hemostáticas. Caimito / Cardo santo (B) Matasano (B) Pichichío Quiebra-muelas Acedera Anona (semilla) Apazote Achicoria Cabalonga (B) Calabacero Canafístola Algodón Hipnóticas. Poro (B) Litontripticas . Pico de pájaro Odontálgicas . Targuá Parasiticidas Purgantes. Mata-tórsalo Tabaco Viborana Carao Frailecillo (B) Sávila Revídsivas y vesica')des. Barba de viejo Bítamo Habillo (B) Apazote Caimito Caoba (Carapa-B.) Cedrón Cinco negritos Chirrite amargo Dormilona Frailecillo Gavilana Tónicas. Marango (B) Marañon (B) Gengibre Granadero Hombre grande Manzanilla Pastora (B) Quiebra-muelas Roble de sabana Simaruba (B) 46 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA, Vulner arias Árbol del pan Mamey (B) Camíbar Ojo de buey Curan a Quiquicirrí Cativo Talcacao Copel Tapate Güitite (d) Plantas fibrosas. La corteza de varios árboles se usa desde la mayor antigüedad entre los naturales en vez de las cuerdas de cáñamo ó de abacá (manilas) . Los nombres hurío y majagua ^ son probablemente de origen indígena y correspondían primitivamente al mecate y al mecapal de los mexi- canos. Hoy día el sentido de esas palabras parece haberse restringindo, y se usan solo para designar ciertos de los árboles que usualmente proporcionan el material de dichas cuerdas. Con raras excepciones, éstos pertenecen á la tierra caliente, siendo los principales la balsa, los burios, el guarumo, eljvcó, la majagua, la majagüita, y elpalanco. El algodón, igualmente, es de uso importante entre los indígenas. Era planta semi-cultivada, de la que se conocían dos variedades, una blanca y la otra color chocolate (tecolote) y hasta hace unos veinticinco años, las mantas y huípiles de las mujeres indias se hilaban y tejían por ellas mismas en los varios pueblos. Hoy día las fábricas extranjeras han dado el golpe de gracia á esa industria primitiva. Un cierto número de plantas indígenas proporciona fibras fuertes y más ó menos finas. Entre ellas, las cabuyas, que no difieren mucho del henequén de Yucatán, dan un producto para el cual hay mucha demanda en las plazas del exterior, y como se pueden utilizar para su cultivo terrenos impropios para otros usos, y que, además, la fibra es relativamente de fácil extracción, es de esperarse que ésta se vea figurar, en no lejano porvenir, entre las exportaciones del país. Estopa fina y resistente pero más corta y de más difícil preparación, propor- cionan también el daguillo, el itavo, la pina, las piñuelas y el mozote de caballo. De los tallos de plátanos 3^ bananos se ha extraído un material más grueso que se ha pensado podría utilizarse en la fabrica- ción de sacos para café. En fin, las cañitas del chayóte contienen una fibra fuerte, de que se aprovechan los jardineros para sus amarras y que tal vez podría tener otras aplicaciones. ' Majagua es un compuesto de jagua y de origen taino. Pi,. VI. PLANTAS ÚTILES O ECONÓMICAS. 47 (e) Plantas oleaginosas. Aunque varias especies, como el cacahuate, el cocotero, el coquito, el terré y el zapote, tienen semillas muy oleaginosas, la extracción de los aceites no se ha elevado aún en el país hasta el rango de una industria formal. Algunos ensayos han fracasado, y solo los Indios y los hahitantes de la costa del Pacífico preparan para el uso doméstico y por procedimientos muy primitivos pequeñas cantidades de aceite de coco y de coquito. (f) Gomas y resinas. Como queda explicado en el lugar correspondiente, el cultivo del hule ó Castilla ha tomado gran incremento en los últimos años. Otras especies, como los yoses, los chilamates é higuerones y algunos bejucos poco conocidos, no se han estudiado aún debidamente y pueden llegar á tener cierta importancia como productores de caucho. Ya se sabía que la leche del y(5s de Colombia {Sapium toUnieiisc) contiene este producto, y últimamente se ha descubierto que casi la totalidad del caucho producido por la Guayana inglesa se extrae de un Sapium de las selvas de tierra caliente. No es imposible, pues, que nuestros yoses contengan también esa sustancia; al menos, en un sentido ú otro, falta que se haga la prueba. Hace algunos años, inicié investigaciones sobre la leche de varias especies de Ficvs y en dos casos con seguridad constaté la presencia de una fuerte proporción de caucho; desgraciada- mente mis pesquisas fueron interrumpidas por algún motivo y luego perdí mis apuntes. El campo queda abierto para otros investigadores y es susceptible de proporcionarles interesantes sorpresas. Se sabe que la leche del árbol del pan contiene también caucho, aunque, según parece, en cantidad insignificante. El hule macho y el Tabernaemontana dan una sustancia análoga á la guta-percha, pero, en el último caso, al menos, no se ha encontrado aún un procedimiento práctico para la extracción . Aunque algunos de nuestros árboles, como el cerillo, el copal, el guapinol, el jiñocuave (jiñofe) y el resino, producen resinas de varias clases, éstas no han llegado todavía á ser objeto de una explotación comercial. (g) Plantas y arboles ornamentales. Pocas son las plantas indígenas habitualmente cultivadas en los jar- dines para adorno, mientras la inmensa mayoría de las plantas y 48 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. arbustos ornamentales extranjeros se producen con una pujanza y variedad de formas verdaderamente maravillosas, cada una en la región que le corresponde. Las magníficas colecciones de rosales que se ven en ! muchos jardines de San José, y las más hermosas de las cuales pronto se esparcen hasta los más humildes patios, por la facilidad con que se reproducen por estacas, atestiguan la delicadeza artística de los josefinos. Muchos tienen colecciones de raras Orquídeas, vulgarmente llamadas 'parásitas, entre las que sobresalen algunas especies indígenas como las gnarias. Muchos viajeros han descrito los encantadores patios interiores de las casas costarricenses, verdaderas miniaturas de las selvas vecinas, con sus azahares de monte de perfumadas flores, sus begonias de vistoso follaje, sus elegantes camedoreas, entremezcladas todas éstas con rosas, verbenas y otras especies extranjeras y ocultando bajo su sombra algún chirritc {Besleria, Achimenes) ó las olorosas violetas. Difícil sería dar aquí una lista de las riquezas florísticas contenidas en los jardines: su extensión pasaría de los límites que se han asignado á este bosquejo y además creemos que nunca se ha tratado de establecerla ; pero las especies siguientes, sin mengua de algunas otras que pueden habérsenos esca- pado, son las que se hallan más esparcidas y completamente aclima- tadas : Azucena Chispa Júpiter Bambalí Chureca Mírame-lindo Boca de león Dalia No-me-olvides Bougainvillea Españolita Paraíso Claveles Espuela de caballero Rosales Corazón tranquilo Geranios San Rafael Corona de Cristo Tulipán A éstas se agregan, en los jardines de la tierra templada, algunas otras especies indígenas, como la reina de la nocJie, el San Miguel, el juche, la mosqueta trepadora, la guatemala y algunos lirios poco conocidos. El parquecito de Limón, el más hermoso y mejor cuidado de las costas tropicales de América, reúne una numerosa colección de especies de tierra caliente, en la que la India está representada por una Dillcnia de inmensas y solitarias flores de un blanco de cera ; el Japón por su níspero; Australia por las grevileas, las casitarinas y los eticaliptos ; las Antillas por sus crotones y acalifas de vistoso follaje; la América del Sur por la jialma real, el Caryota vrens, el árbol de la, Cruz, etc., etc. Este parquecito, que se empezó, según se dice, con una colección de plantas traída de Kingston y obsequiada por el filántropo Dr. Calnek, Pl. VII. PLANTAS ÚTILES O ECONÓMICAS. 49 de grata memoria para todos los que lo han conocido, ha contribuido mucho á enriquecer los jardines de la costa y del interior y á desarrollar el gusto artístico de los costarricenses. Pero en la costa del Pacífico, nos encontramos con toda una, selección de plantas y arbustos especiales, semi-cultivados ó las más de las veces á penas tolerados en los jardincillos al rededor de las casas, y que parecen haberse transmitido de los antiguos habitantes del país. Así el cacalo- joche, la clavellina, el choreque, el esquíjoche, las gotas de oro, el ingerto, eljiquilijocJie, el jiipUcr, y el qui.yoclie. Varios de esos arbustos son también medicinales y con ellos se ha transmitido la costumbre que tienen las muchachas campesinas de adornar con las flores de algunos de ellos sus cabellos de azabache. El grupo de los h/igueronesy chilamates proporciona un buen número de árboles de sombra y de adorno; el muñeco, las damas, las grevileas, se aprovechan también en la tierra templada para el adorno de las calles y de los parques, y así el almendro es muy generalmente plantado en los paseos públicos de la tierra caliente, en compañía con algunas especies de Ficas. (li) Maderas y otras especies de usos diversos. En las publicaciones de la Oficina de Estadística así como en las referentes á las varias Exposiciones en que ha participado Costa Rica, aparecen listas de maderas con centenares de nombres, de los cuales se deduce á primera vista que los bosques del país son un variadísimo emporio de materiales de construcción y ebanistería. Pero aunque hay de veras una gran variedad de tales maderas, están lejos de ser inagotables y las colecciones que se han formado han demostrado que muchas de ellas aparecen repetidas bajo nombres distintos, que un número no insignificante no reúnen las condiciones de duración, resistencia y uniformidad que se requieren, y en fin, que debido precisamente á la inmensa variedad de las esencias forestales, sería difícil reunir de ciertas de ellas una cantidad suficiente para satisfacer pedidos, si de ellas se hicieran. Durante mi permanencia en Costa Rica, he hecho muchos esfuerzos para desenredar la intricada nomenclatura de esas maderas y para reducir su número á las verdaderas proporciones. Pero encontré que es tarea muy ardua y casi imposible la de reunir á la vez muestras botánicas y muestras industriales. Los carpinteros conocen casi siempre las materiales con que trabajan, pero no los árboles de donde proceden ; por otra parte, teniendo de estos últimos muestras bien identificadas, 50 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. es las más veces difícil obtener datos seguros acerca de las maderas, sea porque su aspecto varía según estén aún verdes ó 3'a secas, ó porque el nombre dado en el lugar de la recolección difiere del usado en el punto donde se labran. Con todo, logré identificar como cincuenta variedades, sin mengua de un buen número de otras especies foi-cstalcs cuyas muestras se reco- gieron sin objeto especial por mis colaboradores ó por mí, y para las cuales no tenemos los nombres vulgares. Si tomamos primeramente las llamadas m (((Jeras de construcción que se enumeran en el adjunto catálogo, veremos que se dividen en dos grupos según se trate de las livianas viviendas de k)s habitantes de las costas y de los naturales, ó de los edificios más sustanciales de la tierra templada. Las primeras se forman por lo general de cuatro horcones esquineros, con otros intermediarios, y que soportan un marco de vigas, encima del cual se levanta el techo. Los horcones se hacen de guachi- pelin, de madera negra, ó de otras clases que resisten bien la humedad del suelo. Para las vigas se usan el ri¡adr(/n<), el palo cuadrad(i, el copalehí, ó cualesquiera otras clases de árboles que tengan tronco adecuado, sin fijarse mucho en su posible duración. Lí:s paredes, las tijeras del techo, etc. se hacen de varas y varillas delgadas, de hugrc, de marta, de quira, de ratoncülo y de sierra. Los mismos materiales se usan para los pisos, cuando los hay, las hojas de las puertas, las camas, y demás detalles interiores del piso bajo y del llamado tabanco. En las partes más húmedas, el piso bajo se pone á alguna distaiicia del suelo, usándose nniy á menudo para su con- strucción los tallos abiertos longitudinalmente y tendidos en forma de tablas de la palmera maquenque. El entechado es de paja, de palmera coligedlo 6 de pedma recd. Una casa así construida dura de 15 á 20 años y cuesta á lo más 50 colones. Entre les indios su erección se hace usualmente con el concurso de toda la comunidad y en medio de mucha alegría, bebederas y comilonas. Los Bribrí y los Cabécara de Talamanca tienen casas de un tipo distinto, de forma cónica y muy espaciosas, llamadas por los blancos, no sé por qué razón, palempíes. Por supuesto, no queda aquí agotada la enumeración de los árboles y arbustos usados en la construcción do tales chozas, pues, para muchos tengo los nombres solo en los dialectos indígenas. De la lista de maderas empleadas en las construcciones al estilo moderno, es preciso eliminar desde luego, por flojas, expuestas á la carcoma de los insectos ó defectivas en otros sentidos las siguientes clases, que aparecen algunas veces en los mercados: PLANTAS ÚTILES O ECONÓMICAS. 51 Aguacatillo blanco Fruta dorada Jorco Anonillo Garrocho Molenillo Calabacero Guácimo Jaboncillo Palanco Todos esos árboles de rápido crecimiento y de madera suave, pueden á lo sumo usarse para cajones de empaque y otros artefactos de carácter provisional, á ejemplo del álamo ó del pobo de la zona templada. Entre las demás el copalcJá, el oirá, el ira, el ira colorado, y el 7'oble son propias para piezas de artesón, el copalchi, el laurel, los varios quizarrás y el roble de sabana para pisos, el caoba, las varias clases de cedros, el laurel para cielos rasos, puertas y ventanas. En las casas de marco las partes enterradas del armazón se hacen de gnachípelin ó de madera negra y debe también tenerse especial cuidado en la selección de las piezas que van incluidas en paredes de ladrillos, pues muchas maderas se dañan rápidamente al contacto de estos últimos. Para durmientes de ferrocarriles, el mangle, el zapotillo (sin identi- ficar), el bnlUj-tréc, el laurel, y el palo de sal son los más corrientes. El mangle se usa taml^ien en lugar de los maderos creosotados impor- tados, para pilotes en la construcción de los muelles. Entre las maderas finas, usadas para carrocería, muebles y piezas pequeñas, hemos logrado identificar las siguientes: Brasil Chaperno Muñeco Cacique Cobola Murta Caoba Cocobola Naranjo Cedro amargo Guanacaste Nfopero Cenízaro Guapinol Guayacán Papaturro El guapinol se usa especialmente para los cilindros de trapiches y el espavel para bateas. Los Indios hacen sus arcos y flechas, ciertas piezas de sus telares, bastones y baquetas de escopetas con la madera durísima del pejibaye ; los que navegan labran en forma de bongos los troncos del cedro, del espavel y del javillo; los canaletes son de cedro también, y para palo se escoge el tallo recto y delgado de algún cidumate. Maderas de tinte y de curtir son el almendro, el aromo, el brasil, el nacazcol, y el palo de mora. Los Indios extraían colores del añil, del azid, del guachipelin, del guaitil y del saca-tirde. La industria del añil no parece haber tenido nunca gran desarrollo y se ha extinguido del todo en Costa Rica; en los pueblos, se usan todavía el azul y el saca-tinte para dar color á la ropa blanca. 52 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Entre las poblaciones primitivas no se conocen los clavos; la armazón de las casas, las hojas del techo y las varillas de las paredes se amarran con el bejuco real. Este sirve también, junto con el bejuco jtiriso, el ictsú y hebras sacadas de las cañas flexibles de la matamba, para hacer canastas. Los guacales, jicaras y calabazas se distinguen nuicho entre los utensilios culinarios tanto de los Indios como de los habitantes de la costa del Pacífico. En la preparación de los primeros se usa en lugar de esmeril las hojas de los chumicos y raspa-griacal, mientras otras hojas, como las del terc/opelo de Sta María son de empleo corriente en la cocina para fregar los platos y demás enseres. Otras hojas, como las del plátano y de la vijagua, sirven á modo de papel de envolver; los Indios Bribrí amortajan sus muertos con las de la vijagua plateada. Para escobas se usan el apazote, que pasa por recoger ó ahuyentar las pulgas, la escoba negra, la escobilla, el escobillo, — los nombres de estas tres son sugestivos del empleo,— los abanicos de la palmera guagra, que se emplean también para avivar el fuego. El arte de hacer sombreros y petates está en sus últimos días. Se practica todavía en reducida escala en Pacaca, en Nicoya y entre los Indios brunka, siendo las materias primas e\ junco para los petates, la palma de sombreros, y la chidra. Las lavanderas usan á veces en lugar de jabón las frutas del jaboncillo ó las hojas del calalú (Phytolacca) que contienen, según parece, sustancias análogas á la saponina. Antes de haber llegado la dinamita á ser el único utensilio de pesca, el que amenaza aniquilar completamente y en corto tiempo la fauna rica en un tiempo de los ríos, se usaban como barbascos con resultados menos desastrosos, ciertas Sapindáceas y la corteza del esparcí. A este projiósito diremos aquí que en lugar do tratar de introducir en nuestras aguas, con problemáticos resultados, especies de peces extranjeros, seiía más práctico protejer las especies indígenas, entre las cuales hay algunas que no le ceden en delicadeza á las mejores de aquellas. Para leña se usan todas clases de plantas leñosas, contándose entre las mejores el cafeto y el guayabo. Uno de los rasgos característicos de los distritos agrícolas lo consti- tuyen las cercas, 6 setos vivos, cuya utilidad es hipotética y el inconveniente patente, en el caso de tierras cultivadas, como lo son los cafetales. Si se considera que esos pretendidos linderos son movedizos, como lo comprueba su rápido apartamiento de la linea recta, se PLANTAS DAÑINAS. 53 realizará tal vez que habría ventaja en reponerlos por mojones, como se practica en todos los países en donde la propiedad raíz ha alcanzado altos precios. Las maderas y otras plantas de pega, más frecuente- mente usadas en esas cercas son, en tierra caliente el jobo, eljiñotc, el 'madera negra, el mateares, el poró-jjoró, las tunas y los cardones, en tierra templada el hitamo, el espino-blanco el güiiite, el jiñocuave, el jocote, la lechilla, el poro y, en las partes más frías, una de las varias clases de ortigas. Nos queda aún por mencionar aquí ol servicio que desempeñan varios de estos árboles como sombra en las plantaciones de café y de cacao. Se ha disputado y se disputa aún la utilidad y la necesidad de dicha sombra y es indudable que en la controversia, muchos puntos no se han dilucidado suficientemente. Pero no es menos cierto que el empleo de esos árboles, juiciosamente escogidos, tiene un efecto favorable sobre el suelo y actúa como moderador y regularizador de la producción. La mayor parte de los agricultores insistirá aún por mucho tiempo en la conservación de los árboles de sombra, entre los cuales los que pertenecen á la familia de las Leguminosas son de reconocida excelencia. A éstos, de los cuales hay amplio surtido, se debe dar la preferencia, y la práctica adquirida aconseja rechazar ciertas especies como el higucrón, el guarumo, el hule y otros, que se han aconsejado por personas inexpertas. B. PLANTAS DAÑINAS. Dividiremos éstas en plantas venenosas y malas hierbas. No se pretende que ninguna de las dos listas sea completa : es probable que la flora del país ofrezca mucho más especies sospechosas de tener pro- piedades tóxicas, y por otra parte, muchas plantas inofensivas ó inconspícuas pueden de repente volverse verdaderas plagas para los cultivos ó los potreros. (a) Plantas venenosas. Barrabás Guijarro Manzanillo de playa Bítamo Hal)ill(. Pichichío Cohatacó Hinchador Tapate Chircas Lechilla Uruca Algunas otras como el colmillo de puerco, la reina de la noche, etc. podrían formar otra categoría bajo el nombre de plantas sospechosas. Por regla general hay que desconfiar de las Solanáceas, y de casi todas 54 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. las plantas que echan leche (Apocináceas, Asclepiadáceas y Euforbi- áceas) . (b) Malas hierbas. Entre éstas encontramos un pequeño número de esas especies que parecen seguir á la raza blanca en sus migraciones. Así el amanjón, el bledo, el chUcperro, el chiquizá, y la lechuguilla. Otra parece proceder, como su nombre lo indica, de Guatemala, y se ha intro- ducido sin duda como planta de adorno. Pero el contingente indígena, susceptible aún de extenderse, es muy respetable y contiene hasta especies leñosas, como el guayabo que invade á menudo los potreros, y el giiarurn.o y la balsa, que suelen aparecer con asombrosa rapidez en las tierras recientemente desmontadas de la tierra caliente. Entre las demás citaremos los siguientes: Berengenas Espinillo Camarón Jalacates Cundeamor Jaltomate Churristate Mozote Dormilona Parra rosa Escobillas Platanillo Rudillo Tomate cimarrón Tuete Uña (le gato Varilla negra Verdolaga ORIGEN DE LOS NOMBRES. 55 ACERCA DEL ORIGEN DE LOS NOMBRES DE LAS PLANTAS DE COSTA RICA. La gran mayoría de los nombres vulgares reunidos en esta obrita son de origen castellano. Fueron traídos por los colonos de la Penín- sula y aplicados, con más ó menos acierto en cuanto á analogía, á especies indígenas. Varios escritores del país, inexpertos en la ciencia botánica, han tenido por cierto que los nombres científicos latinos correspondientes á las plantas de España también se aplican á las especies costarricenses. Otros han creído acertar mejor, usando la nomenclatura binomial de las plantas de México ó de alguna parte de la América del Sur para designar con mayor precisión las especies á que aquellos mismos nombres vulgares, inmigrados con los colonos, se han propinado entre nosotros. Tanto los unos como los otros han incurrido de este modo en ridículos errores, que desgraciadamente han hecho muy á menudo caer en descrédito tanto sus propios escritos como los de otros, tal vez más meritorios. La realidad es que, en la gene- ralidad de los casos, se llega al nombre latino, es decir á una especifi- cación exacta, solo después de un detenido examen de los caracteres de la planta, para averiguar su concordancia con las descripciones. Este trabajo presupone una preparación técnica que pocos poseen, y biblio- tecas que no existen en estos pequeños países. Los naturales tienen una nomenclatura muy completa de las plantas y de los animales que caen bajo su diaria observación y muchos de esos nombres, más ó menos españolizados, han pasado al vocabulario de los últimos llegados al país. Unos setenta de tales nombres van inclusos en el presente catálogo, pero es muy curioso constatar que con excepción de unos cinco ó seis, ninguno pertenece, al menos en apariencia, á los idiomas aún hablados entre las tribus indígenas. He aquí esas excepciones : Bicho del térraba hi-só, mata bruja, ó matorral del diablo. Cas, del brunka kás, nombre del mismo árbol. Crucha, del brunka kuríi-tsá, el chumico bejuco. Hiigre, del térraba hu-gró, de igual significado. Nótese el cam- bio de o en e y el traspaso del acento fuerte á la sílaba anterior. 66 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Orozuz, tal vez del térraba orosú, aunque el Diccionario de la R. Academia lo hace derivar del árabe. Poro, del térraba /roró, ó del bribrí boro. En el caso de caragra, y caregre, que tienen el mismo origen, se ve un ejemplo de derivación análogo al apuntado arriba para hugre. La palabra indígena hoy desaparecida, ha debido ser Kara-gró, ó Kra-gró. Otros vocablos semejantes como CJiircagres, Picagres y Savcgre, hoy nombres locales ó de ríos, tienen sin duda el mismo origen : en el pri- mero entra la palabra chivea, usada aún en la costa del Pacífico. Cabagra, otro nombre local, se deriva de kebek-ira, de distinto significado. Pú, en lengua de Térraba, significa monte, charral; en la meseta central se aplica al Conostegia lanceolata, uno de los arbustos más comunes en las cercas y matorrales. De su variante purré, se deriva el nombre local El Purral. Turú, una Mirtácea de la región media, es el origen de Turábales, Turúcarcs y Turujal. Tubusi ha dado Tobosi ; la terminación si, significa seco, y se encuentra en Orost (Uru-sí, la palmera seca; UrúCska, trasformado en Uruchico, punto de Talamanca, equivale á El Palmital) . Tito ha dado El Titoral, lasú y jurisó recuer- dan por su terminación los nombres locales Irazú, Tarrazú, é Iscazü. Sin embargo, es preciso no olvidar que Irazú es también appellido bascuense. Los demás nombres indígenas, sin mengua de muchos otros que se hayan escapado, van inclusos en la siguiente lista. Varios han contri- buido á la nomenclatura local y su estudio en relación con la lingüística indígena ofrece un interesante problema sometido á la sagacidad de los aficionados : Biirío Güitite Carao Ira Cobola Izarco Cocobola Itabo Cócora Jorco Copey Juco Cura Mocó Chiquizá Ñorbo Chiverre Pacaya Chirrite, chirrití Peipute Chnrristate (?) Papaturro Empavé Pococa Onagra Poró-poró Guaría Quira Güísaro Quitirrí Güití Quizarrá Sipia Supara Surá Tacaco Targuá Terré Tiriguro Tucuíco Tucuso Tur vara Uruca Yás Yolillo (?) Yós Yuca Zabino (?) ORIGEN DE LOS NOMBRES. 57 Un fuerte contingente de nuestros nombres de plantas se deriva del náhuatl y forma un grupo de especial interés. La mayoría de esos nombres están en uso en Guanacaste y Nicoya, en donde se han tras- mitido de generación en generación desde los tiempos anteriores á la conquista. Pues es sabido que Nicoya y las costas del Golfo de Nicoya son el límite extremo, del lado del Sur, de las invasiones de los mexi- canos y que la esfera de influencia de éstos no se ha extendido mucho más allá. Pero, en su prolongado contacto con las poblaciones del propio México, los Españoles enriquecieron su vocabulario con muchos otros términos cuyo uso estaba primitivamente restringido á un pequeño territorio, y que fueron por aquellos esparcidos en los países de su con- quista, y últimamente incorporados al idioma castellano. Entre éstos citaremos achiote, aguacate, apazote, ayote, camote, chile, tomate, zacate, etc. La composición de estos nombres náhuatl es bastante uniforme, dominando en ellos ciertos términos, prefijados ó sufijados: (a) Xóchitl = flor. Cacalojoche Esquijoche JeUn joche JiquiUjoche Juche 0 joche Pumpun juche Quis joche (b) ayotli, calabaza. Ayote Cidrayote Chayóte Chilacayotc Cuayote (c) quelitl, qniotl, brote, vastago . Cuajiniquil Cuásquite (?) Chicazquil Jiquilite (d) uiztli, espina. Malacahuite , Uizcoyól Mochigüiste (e) imÜi, medicina. Nauapate Tempate Tapate (f) tomatl, tomate. Guástomate Míltomate Jal tomate Tomate 58 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. on origen los siguientes: Churristate ( ?) Paste Esquitillo Pataste Guachipelín Pichichío Guaciico (?) Piriquitoya ( ? ) Guaitíl Pochote Guanacaste iSismoyo Guapinol Sontól Guate Talcacao Hule Tem pisque Ismoyo Teocinte Jalacate Tiquisque Jiñocuave Zacate Jiñote Zapote Jocote Zapoyól Mozote Zopilote Nacazcol Otros nombres de Cacaluiate Cacao Caliguate Capilote Capulín Copal Copalchí Coyol Cuajilote Culumate Chichicazte Chilamate Chile Chupete Chipilino La lengua mangue, ó chiapaneca, que se hablaba en Nicoya, á la par del náhuatl, en la época de la conquista, ha dejado muy escasas y dudosas trazas en la nomenclatura vulgar. Se dificulta la identificación de tales nombres por el hecho de que no existe ningún vocabulai-io algo extenso de este idioma esparcido en otros tiempos en Nicaragua y hablado hoy día únicamente en el pueblo de Suchiapa, cerca^'de Tuxtla-Ciutierrez, en la provincia de Chiapas (México) . Con duda pueden atribuírsde los nombres cohatacó (?), matamba, nambiro, y nance (?) . Entre los nombres locales del mismo origen tenemos Nicoi/a (El Lagartero) , Nantiliume, una quebrada y Mararomé, una loma. La palabra chián parece pertenecer al maya. La isla de Santo Domingo ó Haití fué una de las primeras tierras americanas con las cuales los Españoles tuvieron íntimo contacto. Allí conocieron por primera vez varios de los árboles frutales y otras plantas útiles de los trópicos y no es de extrañarse que muchos nombres vulgares tengan su origen en el taino, que era el principal idioma de los aborígenes de esta isla. Entre los de Costa Rica, los siguientes deben considerarse de tal origen : Ají Cabuya Caimito Caoba {caúvana) Cóbano Guácimo Guabo, guavo Guanábana (guanaván) Guarumo Guayabo Guayacán Icaco (aícaco) Jagua Jobo Maíz (mahiz) Majagua Mamey Maní Ñame, niame Papaya Pitahaya Vijagua (bijao) Yuca Zahino (zaino) ORIGEN DE LOS NO^rBRES. 59 Los siguientes nombres nos han venido del Quicliua, hablado en la vertiente occidental de los Andes desde Bolivia hasta Colombia : Caifa ( Caíhua ) Poroto ( purutú ) Chirimoya Sapayo {sapaijú) Pnr)n Saragundúi {zara = espiga) De Chile procede canchalagua, y pejibaye es corruptela del pixbay ó pijibay de los panameños, citado 3'a por Oviedo. Cativo, maiz,^ maquenque, mai'añon, plátano^ y simaruba parecen hal)er originado en varios idiomas de la parte oriental de Sur América, mientras que calalú, guandú, gumbo y oerá son importaciones africanas. 'Maiz: musiú (Cayapo), maki (Puri) majei (Guate), 7naz¡ (Canixana), marisí (Arnaco), mahíz, mayz (Taino, Yncatán). — Von Martins. M^latano: palatita, palatana (Caniva), balaíann (Galibí, Calinago), pratane (Arnaco). (Id.). PLANTAS DE COSTA RICA. Abrojo. Elaeocarpaceae, Sloanea macrocarpa Spruce, ex Benth. in Journ. Linn. Soc. V, Suppl. 2 (18G1) (37. Árbol de mediana estatura, común en las selvas inferiores del valle del Diquís y de la costa del Pacífico al Sur de Puntarenas. — Etim. : abrojo es el nombre castellano del Tribulus europaeuíí L. y además de un cardón de la flora del Mediterráneo, aplicado al Sloanea por la analogía de las frutas espinudas. Acedera. Oxalidaceae. Oxalis corniciúata Linn. Sp. Pl. 1 : 435. 1753. Aunque muy impropiamente y á causa de la semejanza de la hoja, se da también este nombre á nuestro trébol indígena, considerado como idéntico al Trifolium amabüe de Humboldt, Bonpland y Kunth, por los botanistas que se han ocupado de la flora de Costa Rica. Ambas especies son plantas herbáceas y pequeñas. La primera se encuentra i>or lo connín en terrenos ctiltivados y es mala liierba molesta; sus flores son amarillas y todas sus partes tienen un sabor acídulo. Los canii^esinos dan las hojas á mascar á sus pequeñuelos, pues se consideran como muy eficaces contra los gusanillos. El trébol forma uno de los mejores elementos de nuestros repastos ; sus flores son rosadas y juntas en cabezuelas. Acerola. Malpíghiaceae. Malpighia cdulis Donnell-Smith in Bot. Gaz. XXIV, 391. 1897. La fruta ile este árbol es comestible y podría tal vez mejorarse por el cultivo. Es ligeramente astringente y se usa en algunas partes para aliviar los desarreglos del estómago. Hasta la fecha, la Malpighia edulis ha sido señalada en Costa Rica solamente, pero varias otras especies, poco diferentes, se conocen en otras partes de la América tr()})ical con el nombre de cereza, que se da entre nosotros á la Btmchoma costaricení^ix. Achicoria. Umbeiliferae. Eryngium Carllnae Cuy., Delar. Eryng. 53, t. 23. 1808. La infusión de las raíces es laxante y tónica, y se usa ccuno tal para los niños de pecho. Esta planta es muy común en los repastos estériles y puede considerarse como mala hierba. Se llama algunas veces culantro simarrón. — Etim. : achicoria es el nombre ca.stellano de una planta europea {Cichorium Intybus L. ). Achicoria. Compositae. J'Jle¡>ha7itopus scaber Linn. Sp. Pl. 1 : 814. 1753. ElejiJiantopus spicatus Aubl. Pl. Gui. II, 808. 1775. Bajo el mismo nombre que la anterior se conocen nuestras dos especies de EJephan- topus, plantas perennes, de hojas radicales cuneiformes y más ó menos estrechadas hacia la base: los tallos alcanzan hasta 50cm. y rematan en espigas de flores poco aparentes. La decocción de las hojas se usa como específico contra la disenteria, y todas las partes de la planta encierran un principio amargo y astringente. 61 62 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Achiote. Bixaceae. Bi.ra OreUana L. Sp. Pl. 1 : 512. 1753. Arl)usto y aún árbol de porte elegante, de flores rosadas bastante vistosas, con fruto capsular cubierto de agui jotes suaves y conteniendo varias semillas. El tegumento exterior, ó testa, de estas semillas, contiene un tinte rojo amarillo, que se extrae tratándolas con agua caliente y que es susceptible de descomponerse, según Cbevreul, en dos principios colorantes, la buxina, que es amarilla, y la orellina, roja. El Bixa OreUana parece indígena en toda la América tropical y se cultiva, á seme- janza del cacaotero, desde los tiempos más remotos. Madura bien sus frutas hasta 1200m. de altura. La forma silvestre ó Achiote simarrón, de hojas más menudas y órganos florales menos desarrollados, se encuentra en Costa Rica en los bosques de la vertiente del Pacifico, hasta una altura de 800m. próximamente. El tinte, firme y vistoso, se usaba por los naturales para teñirse el cuerpo y también para el adorno de sus ropas y de varios otros objetos. Hoy día se emplea para dar color á la mante- (piilla, á ciertas clases de queso, á sarazas y demás tejidos. En la cocina criolla, sirve para colorar el arroz. La palabra achiute, que designa á la vez el árbol y la pasta roja y resinosa que se extrae del tegumento exterior de las semillas, es una corruptela del náhuatl achiotl. En las Guayanas, los Indios llamaban el árbol y su producto uruci'i, de donde se derivó el francés rocou. Analto y bija son otros nombres dados al tinte. Achiotillo. Guttiferae. ]'ismia guianensis DC. Prodr. I, 542. 1824. Arbusto de hojas opuestas y enteras, cenicientas en su cara inferior: de flores amaril- lentas formando corimlíos y de bayas negras conteniendo nuichas semillas. Crece en los tallares y montes bajos bien asolados de la vertiente del Pacífico, de 200 hasta 1200m. El zumo se emplea á veces para curar las enfermedades de la piel. Agrá. Vitaceae. Yitis canhaea DC. Prodr. I, 634. 1824. Bejuco trepador, la base de cuyo tronco mide hasta 20cm. de diámetro. Se encuentra en Costa Pica en los lugares secos y montuosos de ambas vertientes, desde el nivel del mar hasta ]500m., y es conocido por el agua pura, de sabor ligeramente astringente, que dejan escapar trozos del tallo separados con presteza. Un pedazo de un metro de largo suele llenar un vaso ordinario, y la presencia harto frecuente de esta planta en los bosques ha salvado tal vez la vida á más de im montero extraviado y asediado por la sed. El agua se reputa diurética y eficaz también en las enfermedades secretas. El bejuco es dioico, produciendo en los pies hembras racimos de una uva menuda y acídula. — Etim. : Agrá es corruptela de agraz, nombre castellano de la vid silvestre de Europa. En algunas partes, nuestra planta se llama parra. Aguacate. Lauraceae. Persea gratissima Gaertn. Fruct. III, 222. 1807. Las numerosas variedades de esta fruta difieren tanto por su forma como por su tamaño y sabor y no han sido aún muy bien estudiadas. En las costas, se cria el hermoso aguacate de Cuba, ovalado, y que pesa hasta dos kilogramos; en la tierra templada, se encuentran las clases pequeñas, algunas en forma de pera más ó menos alargada, otras completamente redondas. Entre las últimas, es digno de e-^pecial mención el aguacate de anís, con ligero perfume de canela, y que parece poco esparcido. La pulpa del aguacate tiene la consistencia de la manteca y contiene una fuerte proporción de un aceite verdoso. Es muy agradable al paladar y se come sea simple- mente con sal, ó hecho en ensalada. Eii algunas partes, se usa en las enfermedades ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. G3 de las mujeres, y también se le atribuyen propiedades afrodisiacas. La semilla ó almendra es astringente. Los caracteres del árbol varían poco. Es de mediano ó gran porte y muy hermoso. Crece ligero: su madera es de grano fino, pero suave, muy expuesta á la carcoma é impropia para obras de artesón ó de ebanistería. Según Cook y Collins (Economic Plaiits of Puerto Rico), su gravedad específica es o, 643. Aunque se le da por patria la América tropical, el aguacate se encuentra pocas veces en Costa liica en condiciones que hagan patente su espontaneidad y es muy admisible que sus variedades se hayan derivado de especies distintas y en varios lugares y épocas. La circunstancia de que el nombre aguacate ó aliuacate , derivada al parecer del náhuatl, se usa no solamente en Méjico sino en las Antillas españolas, en toda la América central, en el Norte de Colombia y hasta Venezuela, no favorece la opinión de un origen exclusivo del primer país mencionado, pues en el Tolima, la fruta se llama cura, y desde Popayán hacia el Sur, del lado del Pacífico, palta, que es palabra quechua. Además esta misma fruta lleva nombres distintos en los numerosos dialectos de Centro- América, como por ejemplo o, oj, ju, un, um, on, en los del Maya, amó, en Bribrí, debó-ua en Térraba, di-kora (el árbol) en Guatuso, etc. Lo más probable, pues, es que el aguacate fué cultivado desde la más remota antigüedad y en distintas variedades por toda su presente área de dispersión y que el nombre náhuatl, adoptado por los españoles, se extendió con ellos muy allá de los límites de la influencia mexicana anteriormente á la conquista. Aguacatillo blanco. Lauraceae. Fhocbe Tonduzii Mez in Beibl. z. Engl. Bot. Jahrb. 67. 190L Árbol poco corpulento, de madera blanca, suave, expuesta á la carcoma de los insectos y de poca duración. Se encuentra más esparcido en la tierra templada del la vertiente del Pacífico. Ahuacate — Véase Aguacate. Según Ferráz (Nahuatlismos p. 2, nota 1) la ortografía ahuacate es más conforme con la etimología. Ajenjillo simarrón. Compositae. Guaplialium oxyphyllum /3 semilanatum D. C. Prodr. VI, 225. 1837. Con esta sinonimia científica y ima ortografía algo distinta (aseryilluttiviaroii ) indica Oersted una ¡llanta recogida por él en los alrededores de Cartago y en la Candelaria. Ajenjo. Compositae. Artemisia vulgar is L. Sp. Pl. 2: 848. 1753. Planta europea raras veces cultivada en los jardines y usada en infusiones como tónico, febrífugo, anti-helmíntico y emenágogo. Ala de ángel. Begoniaceae. Begonia guyanensis A. DC. in Ann. Se. nat. Ser. 4, 11: 142. 1859. Begonia Cooperi C. DC. in Coult. Bot. Gaz. 20 : 538. 1895. Plantas trepadoras, de flores pequeñas y blancas y frutas provistas con tres alitas, comunes en los bosques húmedos de las tierras caliente y templada y cultivadas algunas veces como ornamentales. Alacrán. Boraginaceae. Heliotropium indicum L. Sp. Pl. 1 : 130. 1753. Especie esj^arcida jior todos los trópicos y no escasa en la vertiente occidental de Costa Rica, desde el nivel del mar hasta los 1200m. Las hojas machacadas se usan á veces para resolver abcesos y furúnculos. El nombre vulgar recuerda la inflorescencia escorpioídea de la planta. Se dice también hoja de alacrán. 64 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Alacrancillo. Fabaceae. Daha alopecnroides Willd. 8p. Pl. 3: V.y.Ml 1800. Esta mala hierba de los repastos de tierra templada parece tener propiedades emo- lientes y sudoríficas. Se llama también Rabo de ratón. Albahaca. Labiatae. Ocimum hasilicum L. Sp. Pl. 2: 597. 1753. Planta oriunda de la región mediterránea, que los campesinos cultivan á menudo en sus jardines y usan en fricciones en caso de resfriamiento. Albahaca simarrona. Labiatae. Salvia Alva.jaca Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. 38. 1853. Planta recogida en el Irazú y en la Candelaria por Oersted. Aunque no he visto la descripción del sabio danés, sospecho que sea la misma especie descrita por Briquet bajo el nombre de Salvia Pittieri. Alcornoque — Véase Almendro. Alcotán. Piperaceae. Piper acuminatissivfium C. DC. ined. Piper médium Jacq. Ic. Pl. Rar. I, 2: t. 8. 1786-93. Las plantas conocidas bajo el nombre de alcotán tienen en el país mucha notoriedad por ser consideradas como antídotos del veneno de las serpientes y por tener varias otras propiedades por el estilo. El Piper acuminatissimnm, que se encuentra con frecuencia por todo el gran valle del Río San Juan, contiene con seguridad un principio muy activo, que no creo se haya extractado y estudiado hasta la fecha. Al mascar las hojas y renuevos, se percibe un sabor agridulce, pungente y muy intenso, y al poco rato, ocurren nauseas violentas. No he experimentado con el Piper médium, ni tam- poco con el Baccharia, que son plantas conocidas especialmente de Nicoya y del litoral del Pacífico. Ambas especies de Piper pertenecen al grupo de los cordoncillos ; el primero es her- báceo y de porte bajo, mientras el segundo forma matorrales de Im. á 1, 50m. de altura. Las hojas son pequeñas, ovaladas, y, en la primera especie, rematan en una punta larguísima. Alcotán. Compositae. Baccharis trinervis Pers. Syn. Pl. 2: 428. 1807. Planta sarmentosa, de hojas lanceoladas con característica nervación, y de ñores poco vistosas, en racimos erectos l)lanco amarillentos. Este es el alcotán de San Mateo. En Térraba, las hojas frescas de esta planta se usan para curar úlceras. Algodón. Malvaceae. Güssypium peruvianum Cav. Diss. 6: 313, t. 168. 1790. Gossypiwm actiminatum Roxb. Hort. Beng. 51. 1814. Gossypium hirsutum L. Sp. Pl. 2 : 975. 1753. Gossypium barbadense L. Sp. Pl. 1 : 693. 1753. El algodón arbóreo, de que hay tal vez dos especies ó dos formas, G. peruvianum ó algodón de riñon, y G. acuminatum con las semillas sueltas, es probablemente indígena en toda la América tropical, y los naturales lo tenían generalmente en estado semi- cultivado al rededor de sus casas, en dos variedades, una blanca que era más corriente, y otra color de cacao, llamada hoy día en Costa Rica algodón tocolote. La baratura de los tejidos extranjeros ha hecho que se abandone ese cultivo y las interesantes industrias á que daba lugar entre los Indios. Los algodones anuales {G. hirsutum y G. barbadense) se dan muy bien en el país y podrían ser objeto de un cultivo extenso si no fuera que el gorgojo y otras plagas lo atacan con tal severidad que cada ensayo de cultivo ha resultado en fracaso por la completa aniquilación de la cosecha. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. G5 Algodonillo. Rubiaceae. Rondeletia affinis Hemsl. Diagn. Pl. Nov. 28. 1878-80. Arbusto del valle del Rio San Carlos. Almacigo. Burseraceae. Bicrsera gummifera L. 8p. Pl. 2: 471. 1753. Este nombre, aplicado á nuestro jlilote ó jiñocuave, se usa solamente en la comarca de Limón y debe baberse importado de Panamá — Véase Jiñote. Almendro. Rhizophoraceae. Tcnninalia Catajipa L. Mant. 1: 128. 1767. Este árbol, oriundo de la India, pertenece á la familia del mangle y no tiene nada común con el verdadero almentlro del Sur de Europa. Es el árbol preferido para som- bra en las plazas y alamedas de la tierra caliente, en toda la zona tropical. Su madera es suave y no tiene uso: las raíces, la corteza y especialmente las frutas contienen mucho tanino y se emplean para curtir. Las últimas dan además un tinte negro muy Arme y las semillas oleaginosas tienen iin sabor bastante agradable. En Nicoya, el Terminalia Catappa se llama alcornoque. Altamisa — Véase Artemisa. Amapola. Malvaceae. Mahaviscus arhoreus Cav. Diss. 3, t. 48, f. 1. 1790. Arbusto común en los setos y las breñas húmedas de la tierra templada. El mismo nombre se dá, con más derecho y propiedad, al Papaver Rhoeas de Europa, que se ve algunas veces en los jardines. En Rio Segundo, he oido llamar á este mismo arbusto saca-tinte, pero creo que por error, ya que no produce ningún tinte. Amargón. Compositae. Taraxacum officinale (Weber in) Wigg. Prim. Fl. Holsat. 56. 1780. Planta introducida de í^uropa ó de los Estados Unidos, en conjunto ])rol)alik'meiite con otra especie del mismo género. Se encuentra en los cultivos y praderas, arrilia de lOOOm. Anisillo. Compositae. Tagetes congesta Hook. & Arnott: Bot. Beech. Voy. 299. 1840. Hierba pequeña, de hojas menudas y flores amarillas, común en las praderas y orillas de caminos de tierra templada. Todas sus partes desprenden un fuerte olor á anís. Su infusión se usa como diurética. Anisillo — Véase Hoja de estrella Anón. Anonaceae. Ano7ia squamosa L. Sp. 1: 537. 1753. Árbol pequeño (8-lOm.) que se encuentra cultivado en varios puntos de la costa del Pacífico. Las frutas son del tamaño de una chirimoya, ]iero los carpelos casi aislados las dan una apariencia escamosa característica. En calidad, esta fruta es inferior á la anona del interior. Se da también el nombre de anón á la fruta de otra especie no identificada del género Anona, lisa, de mayor tamaño y rosada del lado expuesto al sol una vez madura. Su sabor es desagradable y la carne parece como mezclada con arena. He visto esta especie en Santo Domingo de Osa solamente. Anona. Anonaceae. Anona reticulata L. Sp. Pl. 1 : 537. 1753. Las varias clases de anonas que aparecen en nuestros mercados y que merecen en su mayor parte ocupar un lugar preferente entre nuestras frutas, pertenecen tal vez á 66 LAS PLANTAS USUALES DE fOSTA RICA. especies distintas, algunas de las cuales quedan aún por estudiar. La mejor, que es la de piel lisa con el contorno de las escamas apenas indicado, y de carne perfumada y blanca, es el producto de un árbol de mediana estatura, el Anona reticulata L. Este árbol solo se da en la parte de la tierra temjilada que tiene veranos bien marcados ; en los lugares extra húmedos de la vertiente del Atlántico, echa continuamente vasta- gos sin adquirir nunca su desarrollo normal. Por error se llama á veces chirimoya á nuestra anona, c[ue es efectivamente muy parecida, y quizás no inferior, á la especie peruviana. La pulpa se emplea en cata- plasmas para desinflamar las úlceras y madurar los abcesos. El ¡Jolvo de las semillas sirve ¡lara matar piojos. Anonillo. Anonaceae. Guatleria oJivaefonnis Donnell-Smith, Bot. Gaz. 23, ]. 1897. Árbol pequeño de la tierra templada. Su madera es mediocre y no resiste al agua. Añil. Fabaceae. Jndigofera añil L. Mant. 2: 272. 1771. índigo/era tincioria L. Sp. Pl. 2: 751. 1753. Estas dos plantas, que dan el conocido color llamado añil, caído en desuso hoy día á consecuencia de la Vjaratura de los colores químicos, no han sido nunca de mucha importancia en Costa Eica, y ahora se encuentran solamente en estado silvestre, con especialiilad en la tierra caliente de ambas vertientes. En Nicoya, se conocen con el nombre de Jiquilite. Apazote. Chenopodiaceae. Clicnopodium amhrosioides L. 8p. Pl. 1 : 219. 1753. Planta común en los escombros y los lugares secos al rededor de las casas. Des])rende un olor fuerte y nauseabundo y su sabor, algo picante, es sumamente desagradable. Se dice que su presencia aleja las pulgas y en la medicina popular su infusión se re^juta soberana contra la dispepsia y los cólicos; el zumo mezclado con aceite de castor es un vermífugo eficaz. Se extrae de todas las partes de la planta un aceite esencial que se usa también para expeler las lombrices, tomando algunas gotas en un terrón de azúcar. En Nicoya, suele llamarse te de México. Árbol del pan. Artocarpaceae. Ariucarpus communis Forst. Char. Gen. 102. 1776. Este hermoso árbol se encuentra con frecuencia en los lugares poblados de ambas costas. Los indígenas no ])arecen haberlo conocido, pues al lado de la iglesia de Boruca se halla el único ejemplar (jue he visto en la región hoy ocupada por ellos ; fué sembrado hace como treinta años por uno de los curas residentes. En una de las variedades las frutas son estériles y su puljia farinosa es la que se come como fruía de pan. En la otra variedad, que parece nu'nos esparcida en el país, la fruta contiene numerosas semillas, algo parecidas á castañas por su forma, y aún más por su sabor una vez cocidas. La madera no tiene uso. La leche que mana de las heridas hechas en la corteza, mezclada con aceite de coco, forma una especie de brea que se usa en el calfateo de las pequeñas embarcaciones. Hervida con agua, la misma leche da un caucho de calidad muy inferior; se usa también para curar heridas. Aromo. Mimosaceae. Acacia Farnesiana (L.) Willd. Sp. Pl. 4: 1083. 1805. Árbol pequeño y espinudo que se cree es oriundo del Oriente y se encuentra cerca de las casas en tierra caliente de toda la América central. Aunque nunca adquiere grandes dimensiones, su madera es muy dura y fina y puede usarse para cal)os y otros pequeños objetos. El tronco y las ramas exsudan una goma parecida á ia arábiga. Sus vainicas abundan en tanino y se emplean en algunas partes para curtir cueros; la infusión de ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 67 las mismas es astringente. Las flores, tle color amarillo vivo, son mny olorosas y se ponen en la ropa blanea para perfumarla ; por distilarión se extrae de ellas una esencia agradable que se reputa estimulante. Arroz. Graminae. Oryza sativa L. Sp. Pl. 1 : 333. 1753. Se admite generalmente que el arroz es oriundo del Oriente. Hoy día su cultivo está muy generalizado en los trópicf)S y sul)trópicos. En Costa Rica se produce de excelente calidad, pero en cantidad muy insuñciente parael consumo local, en toda la parte poblada de la tierra caliente del PacíHco y en los llanos de San Carlos y de Sarapiquí. Nuestra variedad pertenece á lo que se conoce como arroz de montaña, y crece sin que sea necesaria la inundación periódica del terreno. El cultivo es muy primitivo y no lia recibido aún la atención que merece, si se considera que el país podría producir una buena parte de los dos millones de kilogramos y más que de este grano se importan anualmente. Artemisa. Compositae. Chrysanthemum Parthenium Pers. Syn. 2: 462. 1807. Oriunda de P^uropa y cultivada en los jardines, esta planta aparece algunas veces espontáneamente en los escombros y en las vegas. Ayote. Cucurbitaceae. Cucúrbita pepo L. Sp. Pl. 1: 1010. 1753. El ayote es extensivamente cultivado en todo el país, especialmente como cultivo intercalarlo en las milpas, y constituye un elemento de no escasa importancia en la alimentación del pueblo. Azahar de monte— Véase Copel. Azul— Véase Añil. Azul. Acanthaceae. Justicia tinctoria (Oerst. ) Hemsl. Biol. Centr. Anier. Bot. 2: 522. 1881-82. Planta subleñosa de los setos de la región templada; tiene ramas delgadas y erectas, hojas elípticas angostas y flores alargadas púrpuro-amarillentas. Debe su nombre ala sustancia colorante que los Indios sacan de sus hojas (Oersted 1847). Balsa. Bombacaceae. Ochroma Lagopus Sw. Prodr. Veg. Ind. Occ. 985. 1783-87. La balsa es uno de los árboles característicos de la región inferior de Costa Rica, desde el nivel del mar hasta una altitud de lOOOm. iiróximamente. Prefiere los aluviones de los ríos y las laderas despobladas, pero mmca se encuentra en la espesura de la selva; á veces, después de un desmonte, cubre el suelo de sus almacigos, sin que se conciba de donde procedió la semilla. Es árbol vistoso, de hojas anchas, flores grandes y frutas alargadas, parecidas á una pata de conejo cuando se ha desarrollado la fibra que envuelve las semillas. Su tronco alcanza hasta 60cm. de diámetro y se eleva hasta 25m. Crece rápidamente y su madera es muy liviana y suave. Desde tiempos inmemoriales los Indios se valen del tronco para improvisar embarcaciones con que cruzan y bajan los ríos. Las fibras de la corteza son asaz resistentes y se emplean para amarras y mecapales. Las fibras ó plumas que envuelven las semillas sirven para colchones y almohadas y se ha tanteado su exportación con el objeto de extender su empleo para tal objeto. La madera, que es muy porosa además de suave, también se usa para afilar navajas de afeitar y otros instrumentos finos. Se asegura, en fin, que la infusión de la corteza de la raíz es un activo emético y, en el Salvador, las hojas sirven de alimento para el ganado, sobre todo en el verano cuando escasean las gramas de los repastos. 68 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. El Ochroma Lagopus está esparcido en las Antillas, la América central y las parte.^i setentrionales de la América del Sur. Al)nnda en la Isla de Cocos, en donde se vea ejemplares notables por su corpulencia. En Nicoya, el mismo árbol se llama enea y su fruto, r/aiu. Bambalí. Dipsaceae. Scabiosa inarUima L. Cent. Plant. II, 8. 175(1 Escabiosa, planta exótica, cultivada bajo este nombre de bambalí en los jardines del Zarcero de San Carlos. La vimos también en los parques de Cartago, en donde no se le conocía nom1)re. Banano— Véase Plátano. Banano enano. Musaceae. Musa Cavendishü Lamb. in Paxt. Magaz. 3 : 51 , cuní icone — 1837. Esta especie, extensamente cultivada, según parece, en las islas Canarias, se ve con frecuencia en las orillas de los bananales y en los jardines de la costa del Atlántico, en donde se tolera por mera curiosidad. Por ser muy rica en tanino, la fruta conserva siempre un sabor algo amargo; además es más quebradiza y su cascara estalla antes que esté bien madura. No se considera, pues, deseable para la exportación, pero, á no ser así, el cultivo de esta especie resultaría á menudo ventajoso; su tallo más corto y macizo lo hace más resistente á la acción del viento, á la par que facilita la cosecha del racimo. Banano indio. Musaceae. Musa paradisiaca L. Sp. Pl. 1: 104.3 (1753) var.? Variedad de fruta muy pequeña y muy dulce del banano común. Se encuentra en lugares apartados, en las abras abandonadas de los naturales, lo que hace creer que era conocido de éstos en tiempos ya remotos. Al cruzar en 1897 la región completa- mente despoblada que se extiende entre la Uvitay la boca del Río del Convento, en la cuenca del Diquís, encontramos manchas bastante extensas, formadas al ¡jarecer de esta variedad exclusivamente, y que eran sin duda antiguos cultivos de los Indios. Barba de viejo. Ranunculaceae. Clematis dioica L. Syst. 10: 1084. 1758-59. Clematis grossa Benth. Pl. Hartw. 3o. 1840. Bejucos de las tierras caliente y templada, conocidos por sus semillas lanudas, á que deben su nombre, y por sus propiedades causticas y vesicantes. Barbasco. Sapindaceae. Serjania inebrians Radlk. Monogr. Serj. 346. 1875. Bejuco de los charrales y setos de tierra caliente. Los Indios machacan las hojas y retoños y los echan á los ríos para eni])riagar los peces, los que luego se dejan coger sin mayores dificultades. FA nombre de barbasco se aplica también, en Costa Rica y en otras partes de la América tropical, á varias otras plantas de mismo uso (Budleia, Jacquinia, Piper, Tephrosia). Barbudo. Compositeae. Piptocarpha cosiaricensis Klatt ex Dur. & Pitt. Prim. Fl. Cost. f. 2, 120. 1893. Valle del Diquís. Barrabás. Euphorbiaceae. Euphorbia cotinifolia L. Sp. Pl. 2 : 465. 1799. Arbusto, ó aún árbol pequeño, del que mana una leche en extremo venenosa, usada antiguamente por los brujos indios y por las mujeres terrabeñas cansadas de sus amos. Valle del Diquís. ENUxMERACION DE LAS ESPECIES. 69 Bejuco de canasta. Graminae. Chusquea Liebmannii Fourn. in Hemsl, Biol. centr. am. Bot. 3 : 587. 1882-86. Bosques de Térraba. Bejuco de culebra. Mimosaceae. Bauhinia sp. Bosques de Nicoya. Bejuco de zapo. Asclepiadaceae. Marítileiiia nicoyana Pittier, ined. Bejuco laticífero que crece eu las orillas de los caminos y en las breñas en Nicoya y (iuauacaste. Bejuco espinoso. Sapindaceae. Serjaiiia mexicana Willd. Sp. Pl. 2: 465. 1799. Turrialba (Oersted, Mayo 1849). Bejuco iasú — Véase lasú. Bejuco juriso. Sapindaceae. Serjania. rvfisepaln Radlk. in J. D. Smith Enum. Pl. Guat. 2: lia. 1891. Serjania sórdida Radl. Mon. Serj. 272. 1875. Barba. 8e usa para hacer los canastos que sirven para la recolección del café. (El S. rvjiscpala está descrito en Bot. Gaz. 16: 191. 1891.) Bejuco real. Araceae. Anthurivm scandens Engl. in Mart. Fl. bras. III, 2, 78. 1840. El tallo flexil)le y fuerte de este bejuco se usa en la industria indígena para hacer canastos y soliretodo para amarrar el armazón de las casas. Tiene para los Indios la misma importancia que el alambre y los clavos para la gente civilizada. Bejuco trompeta. Convolvulaceae. Ipumoea Bona-nox L. Sp. Pl. 2: 228. 1762. Nicoya. Berengena. Solanaceae. Solatiuní a ciü eatiss imum Jacq. Coll. 1, 100. 1786. Solanum si nuatum Ait. ex Loud. Hort. Brit. Suppl. II, 673. 1832. Solanurn torvum Sw. Prodr. Veg. Ind. Occ. 47. 1788. Berengena es el nombre castellano de una especie cultivada y comestible del mismo género Solanum, el S. Melongena L. En Costa Rica, este nombre se aplica á varias especies subleñosas y por lo general espinudas, que son las malas hierbas más molestas y dañinas de los repastos y tierras cultivadas, desde el nivel del mar hasta la región superior. Hay más: tenemos razones j^ara sospechar que hay que buscar en esas plantas el origen del hongo ( Uredo Pittier i Hennings) que hizo tantos estragos en los papales del Irazú en los últimos años. Sobran, pues, motivos para recomendar su activa destrucción. Berengena simarrona. Solanaceae. SolaiiíDH lanceolatum Cav. Ic. 3, 23, t. 245. 1794. Solanum torvum Sw. Prodr. Veg. Ind. Occ. 47. 1788. Siendo todas las berengenas costarricenses silvestres, el califícativo de simarrón es casi por demás. Parece sin embargo aplicarse en particular á estas dos especies. Berro. Cruciferae. Nasturtium officinale R. Br. in Ait. Hort. Kew. 2 : IV, 3. 1812. El berro es completamente naturalizado en las aguas corrientes de la vertiente atlán- tica, en donde su introducción y esparcimiento se deben en gran parte al Dr. J. P. 70 LAS PLANTAS USUALES T>E COSTA RICA. Valverde. Es una planta verdaderamente sana y refrescante, sin mengua de los pro- piedades medicinales que le atribuye el vulgo. En la región superior parece repuesto por el Naslurlium palustre. Biborrana — Véase Viborrana. Bicho. Caesalpiniaceae. Cassia bicapsularis L. 8p. Pl. 1 : 376. 1753. Leguminosa común en los lugares incultos de la tierra caliente. En Térraba, las semillas tostadas se usan algunas veces en lugar de café. Bijagua — Véase Vijagua. Bíjarro — Véase Guijarro. Biojo. Labiatae. Hyptis capüata Jacq. Coll. 1: 102. 1786. Térraba. Planta aromática, cuya infusión se usa para calmar los dolores de muelas. En el dialecto de Térraba, se llama kung-uá. Bítamo. Euphorbiaceae. Pedilavthiis tithymaloides Poit. in Aun. Mus. Par. XIX, 390, t. 19. 1S11>. Planta de bojas gruesas, carnosas y con una especie de ala en la cara inferior, á lo largo del nervio mediano. 8e usa á veces para formar setos vivos, pero no es de aconsejar como planta de adorno en los jardines, en razón de la leche corrosiva que contiene. Bledo. Amaranthaceae. Amaranthus spinosus >Sp. Pl. 2: 991. 1753. Amaranthus retroflexns L. 8p. Pl. 2: 991. 1753. Malas hierbas de las tierras secas y ricas. Las hojas y renuevos se usan á veces como quelites. Boca de león. Scrophulariaceae. Anfhirrhinum rnajus L. 8p. Pl. 1: 617. 1753. Especie oriental, cultivada como adorno en los jardines. La hemos visto en San José, Cartago y El Zarcero del Naranjo. No parece producir semillas. Bombillo — Véase Ñorbo. Borraja. Borraginaceae. Barago officinalis L. 8p. Pl. 1 : 137. 1753. Planta del Mediterráneo muy conocida en la medicina popular como sudorífica y emoliente. Cultivada algunas veces en las partes altas del país (Cartago, Tierra Blanca, El Zarcero). Bracino. Styraceae. Styrax argente.um Presl. Reí. Haenk. II, 60. 1835-36. Styra.r guatemalense Donnell-Í^nnth Bot. Gaz. 15, 27. 1890. Arboles de las regiones templada y fría de la vertiente del Pacífico. Brasil. Caesalpiniaceae. Haematoxylum campechianum L. Sp. Pl. 1 : 384. 1753. Árbol de la costa del Pacífico, especialmente de Nicoya y Guanacaste, en donde se explota para la exportación. Es el Logwood de los ingleses. Su madera contiene una materia colorante especial, la hematoxilina, que de roja se vuelve morado-oscura cuando se halla expuesta al aire y á la luz. Este tinte se encuentra principalmente en el cora- zón de la madera, el que se usa en tintorería, asi como también para hacer muebles finos. Se dice que las hojas, las raíces y la corteza, tienen propiedades medicinales. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 71 Brasil. Moraceae. Moriní celtidifolia H. B. & K. Nov. Gen. & Sp. 2: 83. Árbol do la tierra caliente del Pacífico. Broma. Bromeliaceae. Pifcairnia heterophylla Beer, Bromel. 68. 1857. Epífita de hojas angostas y escasas, y de ñores rosadas protejidas por envolturas velludas y aguijoneadas. Haliita la región montañosa, sobre todo en la vertiente del Pacífico y la infusión de las hojas veraniegas se reputa soberana contra la disentería. Buena noche — Véase Dama. Burío. Tiliaceae. Hellocarpns glanduliferns Robinson, Contr. U. S. Nat. Herb. 5, 127. 1. Heliocnrpns ap¡ievdic^ilatus Turcz. Bull. Soc. Nat. Mosc. 31, 1, 226. 18. Ajieiba Tihnurbou Aubl. Pl. Guian. 1, 538, t. 213. 1775. El nombre de btirío ó palo de hurlo, se aplica á varias Tiliáceas y tal vez á árboles de otras familias, cuya corteza fibrosa y. fuerte es adecuada para hacer mecapales, cuerdas de amarrar bultos, etc. De hecho, me parece que burío es más bien el nombre que se da á la amarrayque, al designar los árboles que la proporcionan, se debería decir siempre palo de burío. Por su fruta en forma de disco y cubierto de largos aguijones, el Apeiba Tibvurboii se llama también pe in? de mico — Véase esta palabra. Cabalonga. Cucurbitaceae. Fevillea cordifolia L. Sp. 1 : 1013. 1753. Bejuco afamado en la medicina popular; crece en los árboles altos de los llanos de Santa Clara y el señor don Anastasio Alfaro me lo describió del modo siguiente: ' ' Las hojas se parecen á las del poro ( es decir, cada hoja se parece á una de las hojuelas de la hoja del poro — H. P.). La fruta tiene la forma y tamaño de una naranja, de color verde lustroso, como las jicaras: diam. lOcm., grueso del pericarpio Icm. Número de semillas en cada fruta 12, en tres gajos de á 4 almendras cada uno. Lhia almendra molida, infusada en medio litro de agua, es un purgante muy enérgico para una res atacada de morriña, y por eso la cabalonga se considera como remedio muy eficaz de tal enfermedad. Se ha usado también con muy buen éxito contra la fiebra amarilla." En Térraba, la misma planta se llama chichemora,yen Boruca contraveneno. Cabellos de ángel — Véase Carboncillo. El nombre es alusivo á los largos y niveos filamentos de este muy conocido arbusto. Cabulla — Véase Cabuya. Cabuya. Furcraea sp. pl. Amaryllidaceae. Agave sp. pl. Liliaceae. Estos dos géneros, aún no bien estudiados con referencia á la flora del país, incluyen nuestras principales plantas textiles, las que se ven con bastante indiferencia á pesar de su valor comercial. Estas plantas crecen naturalmente y con abundancia en todas las tierras áridas, especialmente en la zona de 1000 á 2000m. La palabra cabuya se deriva sea del taino de Santo Domingo ó del galibí, otro idioma caribe de la Guayana. Cacalojoche. Apocynaceae. Fluvieria acutifolia Poir. Encyclop. Suppl. 2, 667. 1811. Arbusto cultivado á veces en los jardines ó cerca de las casas, pero que crece naturalmente en las peñas y acantilados de la costa del Pacífico. Sxis flores olorosas forman el adorno favorito de la cabellera de las muchachas indias.— Etim. : náhuatl cacaloxochitl, flor de cuervo, de cacaloü, cuervo, y xochitl, flor. 1*11 juche de San José es la misma especie. 72 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Cacahuate — Etim. : del náhuatl cacahuatl, cacao — Véase Cacao mani. Cacao. Sterculíaceae. Theahroma Cacao L. Sp. Pl. 2: 782. 1753. Pl. III, V, VIII, IX. El cacaotero es probablemente indígena en Costa Rica, como lo es también en las demás partes de América Central. Se encuentra silvestre en los bosques de Nicoya y de la parte iSur de la vertiente del Pacífico y se cultiva desde los tiempos más remotos. En la actualidad, nuestras principales variedades comerciales son el cacao Malina, que es sin duda el criollo de los antillanos, y que puede considerarse como una raza mejorada de la especie indígena ; el Matinita, traído, según se afirma, de la Martinica y cuyo nombre legítimo sería calabacillo ; en fin el Matinita grande, que correspondería al forastero, si no es sencillamente un híbrido inestable entre las dos anteriores varie- dades. El nombre Malina se deriva de la circunstancia de haber gozado el producto de las fincas del lugar así denominado de especial fama entre los costarricenses, desde los tiempos coloniales. Malinita y Matinita grande son expresiones que no requieren explicación y que, siendo muy impropias, deberían abandonarse. En cuanto á la palabra cacao, se deriva del náhuatl cacahuatl. El criollo ó Malina es ciertamente un producto exquisito y es posible que su cultivo sea de mejor provecho para el consumo interior. Pero en lo referente á la exporta- ción, el calabacillo es ciertamente preferible: el agricultor no debe esforzarse en pro- ducir una calidad superior para mero aliciente de su vanidad, sino que debe concretar exclusivamente sus esfuerzos en hacer su trabajo lucrativo. Ahora bien, los fabri- cantes de chocolate prefieren el grano del calabacillo, — pequeño, de mala apariencia y de calidad ciertamente inferior, — porque, siendo este más amargo, gastan más azúcar, producto baratísimo, para endulzar la pasta. Prodúzcase, pues, cacao calabacillo» tanto más cuanto que éste rinde regular cosecha á los cuatro años, mientras el criollo hace esperar hasta doce y dieciseis años, y que el primero es, término medio, cuatro veces más prolífico que el segundo. Agregúese á estas desventajas del criollo que parece poco adaptado á la costa del Atlántico, y que es muy delicado, mientras el calabacillo es planta rústica y robusta que aguanta sin perjuicio la lluvia y el sol. La producción cacaotera ha recibido en Costa Rica un impulso notable en los últimos años, habiéndose establecido varios grandes cacaotales, con sus respectivos beneficios, en la costa del Atlántico. En 1895, se importaVja todavía algo de este grano para abastecer el mercado interior: en 1905, se exportaron cerca de 140,000 kilogramos, sin mengua del consumo del mismo país, que no deja ile ser considerable. Cacao de ardilla. Sterculíaceae. Herrania sp. nov. Arbusto de los bosques inferiores de la vertiente del Atlántico, de troncos sencillos, de 3 á 4m. de altura, hojas digitadas de cinco hojuelas y mazorcas pequeñas, sésiles y fijas del tronco; estas frutas cubiertas de pelitos caedizos é irritantes, se vuelven amarillas en su madurez y encierran numerosas semillas del tamaño de un grano de maíz, envueltas en una pulpa agridulce, como las del cacao común. Los indios bribrí, quienes llaman esta especie u'is-ub, usan dichas semillas, después de tostadas, para preparar una bebida algo amarga. Cacao simarrón — Véase Cacao de monte. Cacao de mico. Sterculíaceae. Theobroma simiarum Donnell->Smith iu Pitt. Prim. El. Costar. 2, 52. 1898. Theobroma angustifolium Mog. & Sessé ex DC. Prodr. 1, 484. 1824. El Theobroma simiarum es un árbol de mediano tamaño, cuyos frutos alargados, aterciopelados y de color castaño crecen en el propio tronco. El nombre de cacao de i Pl. VIII. Cacao crioli-o. Pl. IX. Cacao calabaciij,o. Pl. X. Cacao Pataste. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 73 mico se usa para esta especie en Buenos Aires (Diquís), Tnrrialba, Talamanca y San Carlos. En Nicoya, la misma denominación se aplica al Theobroma angustifolium (Véase Cacao silvestre). En Térraba, el Th. simiarum se designa con el nombre de teta negra. Cacao de monte. Sterculiaceae. llcrraiila alhiflora Goná. in Ann. Se. Nat. Ser. III, 2, 230, t. 5, fig. 1-10. 1S45. Árbol de las selvas inferiores del Diquís. Cacao maní. Fabaceae. Arachis hypogaea L. Sp. Pl. 2: 741. 1753. Esta planta, de semillas oleaginosas que tienen la propiedad de enterrarse á si- mismas para madurar, es muy poco cultivado en Costa Rica, aunque se da muy bien. Se importan pequeñas cantidades de estas semillas y se venden en las calles, después de tostadas. Son bastante alimenticias, pero muy indigestas. En Nicoya, lo mismo que en las demás secciones de América Central, el Arachis hypogaea se llaina cacahuate. Cacao pataste. Sterculiaceae. Theobroma bicolor Humb. & Bonpl. Pl. Aequin. 104, t. 30. 1808. Pl. X. Esta especie es muy escasa en el país, sea silvestre ó sembrada en los cacaotales. Es notable por su fruta, parecida á una nuez enorme y de envolturas leñosas y duras. La almendra se usa como la del cacao común y se mezcla á veces con este último. Cacao silvestre. Sterculiaceae. Theobroma angustifolium Moc. & Sessé ex DC. Prodr. 1, 484. 1824. En la vertiente del Pacífico, este árbol es casi siempre alto y grueso, y de ramificación simétrica, mientras los ejemplares que he podido observar del lado del Atlántico eran por lo general deformes y bajos. La corteza es lisa, las hojas lanceoladas, angostas y blancuzcas por debajo; las flores, que se dan solo en las ramas nuevas, son de color amarillo vivo y muy abundantes; las mazorcas son ovaladas, más ó menos irregulares, de color castaño oscuro ó canelo y no muy grandes. En Nicoya, donde el árbol abunda en los bosques, usan las almendras para refrescos y llaman la especie cacao de mico. Cacao silvestre. Sterculiaceae. Theobroma Cacao L. Sp. Pl. 2: 782, 1753. El cacaotero silvestre es un árbol esbelto, y de ramificación poco desarrollada, que se encuentra con especial frecuencia en los bosques de Nicoya y en algunas partes de los valles del Diquís, del río Coto de Osa y del río de las Esquinas. Las mazorcas son chiquitas, pero parecidas á las del tipo criollo. Véase también cacao. Cacho de venado. Araliaceae. Gilibertia arbórea E. March. Bull. Soc. Roy. Bot. Belg. 30, 281. 1891. Árbol de medio porte (10-20m.) y de corona deprimida. Sin uso conocido. Crece en Costa Rica desde el nivel del mar hasta una altura de 1500m. El nombre se origina en el parecido que el vulgo ha creído ver entre sus inflorescencias en espigas y los cuernos del venado. Cacique. Myrtaceae. Eugenia lepidota Berg. in Linnaea, 17, 226. 1854. Árbol de mediano tamaño, de la región superior de la vertiente del Pacífico. El corazón del tronco, de color rojizo oscuro, es durísimo y casi inalterable, de modo que aún se encuentra en el mantillo de humus del bosque, cuando el resto del árbol está ya enteramente carcomido. Los pedazos así extraídos del suelo se usaban por los antiguos indígenas para confeccionar los bastones de mando de sus caciques, y de allí se origina el nombre conservado al árbol. La misma madera se usa para hacer los timones de las carretas. En Alajuela y otras partes se conoce con el nombre de murta, que se da también al Eugenia costaricensis. 74 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Cafeto. Rubiaceae. Coffea arábica L. Sp. Pl. 1 : 172. 1753. Pl. XI, XII. Según datos recientes, recopilados y analizados por el Sr. Lie. don Cleto González Víquez, ' el cafeto, al que Costa Rica debe en gran parte su presente prosperidad, se intro- dujo hacia 1808 por el Gobernador Acosla, contribuyendo mucho los esfuerzos del Padre Velarde A implantar su cultivo. Poco se tardó en palpar los beneficios que éste, generalizándose, podía reportar, por lo cual las autoridades se afanaron en facilitar su esparcimiento en la zona habitada del país, ya sea cediendo terrenos baldíos en ventajosas condiciones, ó mejorando las vías de comunicación. Así es que poco á poco, el café llegó á ser el principal producto de Costa Rica y, siendo su cultivo compensado por ganancias muy pingües, las demás ramas de la agricultura decayeron casi por completo. E-^te fué un error cuyas consecuencias hubieran llegado á perturbar gravísimamente el equilibrio económico del país, á no ser que otras industrias, en particular la bananera, vinieron á buen tiempo á contrarrestarlas. Hoy día, el café ha tomado el segundo lugar entre los productos exportados de Costa Rica, pero signe siendo fuente de bienestar para la gran mayoría de la población del interior. En ningún otro país ha alcanzado su cultivo y beneficio un grado de perfec- ción tan elevado como entre nosotros. Pero al decir ésto con pleno conocimiento del asunto, desde luego que ha tenido bastantes ocasiones de establecer por si mismo el paralelo con lo que se hace en otros países, el que ésto escribe no pretende ser absoluto, pues bien le consta que mejoras pudieran aún introducirse y errores corregirse, ésto con especial referencia al cultivo. Con todo, el grano de oro de Costa Rica ocupa un lugar preferente en los mercados extrangeros y las preciosas calidades que posee con- stituyen una sólida garantía para el porvenir de su industria en la pequeña República. Los cafetales se encuentran principalmente en la parte central del país, en la zona comprendida entre las alturas de 800 y 1400 metros. En la vertiente del Atlántico, el cafeto no prospera en niveles bajos, ni en districtos muy húmedos, en donde lo acosan las enfermedades parasíticas. En la costa del Pacífico, es probable que pudiera culti- varse con éxito hasta cerca del nivel del mar, ésto es, hasta un límite inferior de 200m. , poco más ó menos. Caifa. Cucurbitaceae. Cudanthera Tonduzn Cogn. ex Th. Dur. & H. Pitt. Bull. Soc. Bot. Belg. 30: 274, 1892. Pl. XIII. Planta enredadera de la zona superior de la región templada, de la que nuestros campesinos comen los renuevos y frutas celes. La palabra caifa se deriva del quechua: en el Perú se da el nombre de caíhua á otra Cucurbitácea del género Anguria, que tiene los mismos usos. Caimito. Sapotaceae. Chrysophyllum Cainita L. Sp. Pl. 1 : 192. 1753. Este árbol crece en las seh'as de ambas vertientes, en tierra caliente. Existen en San José algunos ejemplares que florecen, pero no fructifican. La madera es buena: la infusión de la corteza se reputa tónica y refrescante, y la fruta, del tamaño y forma de una ciruela europea, tiene una carne blanca ó morada y un sabor bastante agradable. Calabacero. Bignoniaceae. Crescentia Cujete L. Sp. Pl. 1 : 626. 1753. Árbol de corona á menudo deprimida, ó que raras veces pasa de 5-7m. de altura. Tanto en el tronco como en las ramas más delgadas nacen flores grandes y acampana- das, que producen la fruta conocida con el nombre de guacal, cuando es de forma ^ Cleto González Víquez. Carta á don Francisco María Iglesias, en el "Figaro" de Agosto 1°, 1897. Pi.. XI. COFFEA ARÁBICA. Pl. XII. COFFEA LIBERICA. Pi.. XIIT. Cyclanthera ToNDUzri. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 75 esférica ó deprimida, de jicara, cuando e.s delgada y alargada. El pericarpio muy duro de estas frutas se emplea en confeccionar esas vasijas de uso tan corriente entre los campesinos. La pulpa interior de las mismas es purgativa, y aún se pretende que obra á manera de un abortivo en el ganado. La madera es poco fina pero bastante flexible, y se usa para obras de carpintería ordinaria. Calabaza. Cucurbitaceae. Lagenaria lagenaria (L.) Cockerell, Bull. Torr. Bot. Club 19: 95. 1892. Se distingue de los ayotes y de los sapayos por sus flores y frutas blancas y de pericarpio leiloso. Las últimas, á veces más ó menos esféricas ó también en forma de botella, se usan para confeccionar varias clases de recipientes. En Nicoya, se cultivan por separado tres formas de esta planta, la una grande, casi redonda, llamada nambiro, otra alargada en forma de salchiclión grueso, se llama calabaza dulce y se usa principalmente para las cajas de resonancia de las marimbas; la tercera variedad es la ordinaria, en forma de botella. La calabaza dulce tiene las semillas más menudas y es tal vez distinta específicamente. Nambiro es palabra cbiapaneca. Calabaza boba— Véase Chilacayote. Calalú. Phytolaccaceae. Phytolacca decandra L. Sp. Pl. 1: 991. 1753. Usado á manera de espinaca por los negros jamaicanos de la costa del Atlántico. El nombre ha venido con ellos de las Antillas. Caliguate. Musaceae. Helironia psittacorum L. f . Suppl. 158. 1828. Nicoya. Usos y etimología (náhuatl?) desconocidos. Camándula— Puriscal. Véase Jaboncillo. Camarón. Amaranthaceae. Iresine celosioides L. Sp. Pl. 2: 1456. 1753. Cartago. Camíbar. Copaiferae. Prioria copaifera Griseb. Fl. Brit. W. Ind. 215. 1864. Grande y hermoso árbol de los bosques vírgenes que rodean el Golfo de Osa. De él se extrae la resina conocida en el comercio con el nombre de bálsamo de copaíba, y que tiene varias aplicaciones en la medicina y farmacia. El género Prioria se distingue á primera vista du su vecino Copaiba (véase catiro) con el que muy á menudo se ha confundido, por su vainica enderezada, mientras en el último es colgante. Camote. Convolvulaceae. Ipomoea batatas Poir. Encycl. 6: 14. 1804. En tierra caliente, el camote se propaga espontáneamente é invade las playas y los cultivos. A pesar de su excelencia como alimento, poca atención se da á la producción de este útil tubérculo. Se conocen dos variedades, el camote 'morado, de hojas divididas, y el blanco ó amarillo, con hojas enteras y acorazonadas. Pero aún no son conocidas las numerosas variedades, más sabrosas ó de mejor rendimiento, que se encuentran en los mercados de los Estados Unidos. Según el venerable anciano don Napoleón IMillet, su padre Santiago trajo los primeros camotes del Perú á este país, hacia 1837. Más tarde, los Escalantes (don Alejandro y un hermano), desterrados por el Presidente Carrillo, se fueron también al Perú y á su regreso trajeron nopaleros, moreras y gusanos de seda. El padre de don Napoleón trajo también del núsmo país la rosita pequeña que es hoy día silvestre en las tapias y cercas. Es posible, sin embargo, que existe alguna confusión en este relato, pues el 76 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. camote era ctUKuido en toda la América central en los tiempos anteriores á la conqnista, así como lo atesta sn nombre, derivado del náhuatl camolli, de igual signiticado. Camotillo. Zingiberaceae. CurcaiiKt loinjo. L. Sp. Pl. 1: 2. 175o. Condimento poco usado en Costa Rica, en donde se le llama también yuquiUa. Am- bos nonil>res son diminutivos y recuerdan la semejanza de los rhizomas amarillos del Cúrcuma con el camote y la yuca respectivamente. Campanilla blanca— El Zarcero — Véase Reina de la noche. Canchalagua. Qentianaceae. SrhuUesia sicnophylJa Mart. Nov. Gen. et Sp. 2: 106, t. 1S2. 1826. En Nicoya se usa esta planta en ciertas enfermedades de las mujeres, para mejorar la sangre, ésto es, como depurativo. Canchalagua— Véase Ouiebra=piedras. Canchalagua. Poly galaceae . Puh/yula]>anicuIata'L. Syst. Ed. 10, 1154. 1758-59. Meseta central. La misma planta se llama también ipecacuana, aunque no parece tener las propiedades de este conocido específico. Candelillo. Caesalpiniaceae. Cassia o.ryphylla Kunth Mimos. 129, t. o9. 1819. Cassia speclabilis DC. Cat. Hort. IMonsp. 90. 1813. El Cassia oxyphylla, ó candelillo de la costa del Atlántico, es un arbustillo con flores poco vistosas y hojuelas grandes, ovaladas, en número de tre.^ a cinco en cada hoja, común en los charrales y aún en los cultivos. El Cassia spectabilis ó candelillo del interior es un árbol de hojuelas pequeñas y numerosas en cada hoja, y de flores formando hermosos racimos dorados. Candelillo. Bignoniaceae. Slenolobium stans Seem. Journ. Bot. 1 : 88. 1863. Arbusto y aún árbol pequeño de las faldas de los montes de tierra templada, notable por sus flores amarillas y vistosas. Canelo ó canelillo. Lauraceae. Ocofea. rerayiiensis Mez in Jahrb. Bot. Gar. Berl. 5: 24.'>. 1889. Ar]>usto de las lomas de Nicoya. Canillito. Melastomataceae. Mieoiiia Matthaei Naud. in Ann. Se. Nat. Ser. III, 16, 176. 1851. Arbusto común en los sotos de los bosques del valle del Diquís. Canistel — Véase Siguapa. Caña agria — Véase Cañagria. Caña blanca. Graminae. Gynerium saccharoides Humb. & Bonpl, Pl. Aequin. 2: 112, t. 115. 1809. Esta hermosa gramínea, común en las vegas húmedas y arenosas de los ríos, en alturas inferiores á 1000m.,se usa con frecuencia en la construcción de ciertas partes de las casas de habitación. En Talamanca, se forman con ella las paredes de las chozas, y tal es su importancia en la economía de los naturales, que su florescencia sirve para señalar el principio de la estación de verano. En la construcción más elaborada de las casas modernas, la caña blanca se emplea en el bajareque y asi mismo en la techumbre para formar el asiento de la teja. ENUMERACIÓN DE LAS ESPEC'IES. 77 Caña danta. Palmae. Geonorna sp. Palmera de los bosques de San Carlos, no identificada especificaniente. Caña de azúcar. Graminae. Saccharuin officínarum L. Sp. Pl. 1 : 54. 175.3. La caña de azúcar es una de las plantas económicas de más importancia para Costa Rica. Abastece el mercado interior con la casi totalidad del azúcar que se consume sea en forma áe panela ó dulce, sea en forma cristalina más ó menos refinada. De ella también se obtienen el aguardiente y parte de los licores llamados finos, industria que se halla monopolizada por la Nación y cuyo producto constituye una de las principales entradas del Erario. Se ha hablado y escrito mucho en contra del tal monopolio, pero fuera de su importancia como recurso para la Administración, es indudal)le que tiene el efecto de regularizar el consumo del alcool, previniendo asi el desarrollo del vicio de la embriaguez. Es de esperarse que haya siempre en nuestros gobernantes la prudencia necesaria para no impulsar el vicio por medio de una producción exagerada, y que más bien se buscarán medios para mantener ésta en su mínimum. Desde hace algunos años á esta parte, se ha esparcido algo el uso del alcool desnaturalizado como medio de alumbrado. No debe omitirse tampoco el papel desempeñado por la caña de azúcar en la alimentación del ganado vacuno, especialmente de los bueyes de tiro. La caña de azúcar se cultiva principalmente en la tierra templada, aunque está generalmente es¡>arcida también en, la tierra caliente. De las dos variedades corrientes, amarilla y morada, la primera es preferida para los trapiches, por ser de mejor rendi- miento, mientras la segunda, más suave, conviene mejor para la alimentación de los animales. Cañagria. Zingiberaceae. To.sííf.s laxns O. G. Peters. in Fl. bras. 3, 3: 56. hS90. Costas lima K. Schum. in Regn. veget. 4, 4(5: 38S. 1904. Costas MalorUcanus Wendl. in Hamburg. Garten-u. Blumenzeitg, 19: 30. 1863. Costas ma.iimas K. Schum. in Regn. veget. 4, 46: 405. 1004. Costas vvtaiis K. i'cliuni. in Regn. veget. 4, 46: 407. 1904. Costas podoci'phal as J. Doiui. Smith in Bot. Gaz. 23: 250. 1897. Plantas suculentas, de los lugares frescos y cenagosos y de las orillas de los ríos, notables por el desarrollo helicoidal de sus tallos. Las hojas son gruesas, amplexícaules y elípticas, las fiore-s, de perígonos caducos, forman espigas en la extremidad de tallos sencillos. El jugo ácido que se obtiene de todas las partes de estas plantas por infusión ó maceración se considera como medicinal. Cañafístola. Caesalpiniaceae. Cassia leiantha Benth. in Hook. Journ. Bot. 2: 78. 1840. Este árbol de la tierra caliente del Pacífico es muy ornamental. La pulpa que llena las vainicas, envolviendo las semillas, se usa disu"lta en agua como laxante. No es la verdadera cañafístola {Cassia Jist ida). Cantarillo. Sapindaceae. Cupania guatemalensis Radl. in Sitzb. Math-Phys. Acad.' Münch. 9: 562. 1879. Arbusto de los bosques de Nicoya. El nombre alude á la forma de los frutos. Se le llama también carne asada, ht(esillo, pozolillo y manteco, y no se le conoce uso. Cantarillo. Melastomataceae. Conostegia Oerstediana O. Berg. ex Triana in Transact. Linn. Soc. 28: 98. 1871. Arbusto. Barba, Turrialba y Juan Viñas (Oersted, 1849). En Goicoechea y alrede- dores, se le da el nombre de leña gata (Hoft'mann). 78 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Cañuela. Qraminae. Chufiqueae sp. plur. Los cañuelares hacen á veces la desesperación del explorador ó del cazador en las partes secas de las faldas de las montañas, en donde se extienden por los sotos hasta cubrir á veces varios kilómetros cuadrados en una sola colonia. Los carrizos durísimos de la cañuela se cortan difícilmente y en un tris le quitan el ñlo al mejor cuchillo. Caoba. Meliaceae. Guaren Caoba C. D. C. ex Bull. Herb. Boiss. Ser. 2, 5: 421. 1905. Carapa guianensis Aubl. Pl. Guian. Suppl. 32, t. 3S7. 1775. Herniosos árlaoles de la zona superior de tierra caliente, en la vertiente del Atlántico. Su madera de grano fino y bastante dura aunque fácil de tral)ajar, les ha valido el nombre, pero no deben confundirse con la verdadera caoba (Swietema Mahagoni). Según se asegura, ésta existe en las costas de Costa Rica, |)ero es posible también que las maderas que se exportan bajo este noml)re pertenecen á especies distintas de la misma familia. La palabra caoba es de origen haitiano. Capilote— Véase María. Capulín. Santa Clara. Véase Juco. Caragra. Verbenaceae. Ltppia caUicarpaefolia Cham. & Schl. Lippia umhellatn Cav. Ic. 2 : 75, t. 194. 1793. ^ La primera especie es de Nicoya, la segunda de la tierra templada del Pacífico. Carao. Caesalpiniaceae. Cassia grandis L. f. Suppl. 230. Hermoso árbol que crece en la tierra caliente de ambas vertientes ; alcanza hasta 15m. de altura y se distingue de las demás casias indígenas por sus racimos de flores rosadas. Los pocos ejemplares de carao sembrados en San José florecen, pero no fructifican, sin duda á consecuencia del exceso de altura. En Nicoya, este árbol se llama sándalo. La fruta machacada se pone á macerar en leche ó agua y el líquido que resulta se usa como laxante y también como depurativo en ciertas enfermedades de la piel. Carboncillo. Mimosaceae. CaUiandra grandiflora Benth. in Hook. Journ. Bot. 2: 139. 1840. Árbol común en las breñas y setos de la meseta central. Sus hojas son muy divididas y los luengos filamentos de las anteras son la parte más conspicua de sus flores rosadas. Se la llama algunas veces cabellos de ángel. Cardón. Cactaceae. Cereus Aragoni Weber, in Buil. Mus. Hist. Nat. París, 455. 1902. Usado con frecuencia para setos vivos en Puntarenas y en el Guanacaste. Cardo santo. Papaveraceae. Argeinone mexicana L. Sp. Pl. 1 : 508. 1753. Esta planta espinosa, de follaje verde blancuzco y de flores amarillas ó blancas, es común en los escombros y cultivos. Su látex amarillo es narcótico y purgativo, pero de uso algo peligroso á consecuencia de su acidez. A pesar de ésta, se emplea con frecuencia en la medicina popular. Caregre. Simarubaceae. Picramnia Bonplandiana Tul. in Aun. Se. Nat. Ser. 3: 7, 266. 1847. Heredia. Arbusto de los setos, con racimos de flores verduzcas. Carne asada— Véase Cantarillo. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 79 Carricillo trepador. Qraminae. Pnnicum ■martinicense Griseb. FI. Brit. W. Ind. 552. 1864. Cartago. Grama trepadora común en las breñas. Cas. Myrtaceae. Fsidiumfn'cdrichsthalianum Benth. & Hook. Gen. Pl. I, 713. 186(). Árbol de 8-1 2in. de altura, de madera muy fina y dura, hojas menudas y frutas pomiformes, peípieñas y agrias. Es de tierra tein])lada y caliente. El nombre es indígena y se encuentra en el brunka K(u-kra, de igual significado. Casco de venado. Caesalpiniaceae. Bauhinia inermis Pers. Syn. G, 455. 1805. Meseta central y valle del Diquís. Alusión á la forma de las hojas. Catarina — Véase San Miguel. Cativo. Caesalpiniaceae. Copaifern hcmilomo¡)}ujlla Donn.-Sm. in Coult. Bot. Gaz. 27, S',V2. litOO. Este árbol alcanza de 40-(i0ui. de altura y abunda en las llanuras medio cenagosas del litoral del Atlántico, en donde puede considerarse como especie característica. Sus flores son blancas y dispuestas en numerosísimas y menudas espigas. Sus frutos son vainicas colgantes, de una sola semilla y tan abundantes que cubren literalmente el suelo debajo de estos gigantes de las selvas. La resina que mana del tronco es muy eficaz en la curación de las llagas. Cedro. Meliaceae. Cedrela mexicana Roem. var. gibbosa C. DC. inéd. Las flores son verduzcas y huelen á ajo. Nicoya. Cedro amargo. Meliaceae. Cedrela Glaziovii car. puberula C. DC. in Mart. Fl. Bras. 11, 1, 224, t. (i5, f. 2. 1878. Árbol alto y corpulento de la vertiente del Pacífico. Su madera olorosa y de sabor amargo se reputa incorruptiljle ; es de grano fino y muy preciada para obras de car- jiintería y ebanistería. Se llama á veces cedro blanco. Cedro blanco— ^'éase Cedro amargo. Cedro cóbano. Meliaceae. Trichilid Pittieri C. DC. in Bull. Herb. Boiss. Ser. 2, 5: 425. 1905. \'alle del Reventazón. Árbol de 25-30m. de altura, cuya madera es muy parecida á la del cedro dulce. Cóbano se deriva de la lengua taina de Haití. Cedro colorado — N'éase Cedro dulce. Cedro dulce. Meliaceae. < 'rJrcla montana var. mexicana Turcz. in Bull. Soc. Nat. Mosc. 415. 1858. Este árbol desempeíia en la vertiente del Atlántico el papel del cedro amargo en la del Pacífico. Su madera muy fina es aparente para puertas y muebles de cajón, pero se pica fácihnente y no es tan buscada como la del último. El cedro dulce es un árbol de grandes dimensiones. En varios lugares se llama cedro colorado. Cedro espinoso — Véase Pochote. Cedro macho. Meliaceae. Guarea Sp. f Valle del Reventazón. Cedro pochote — Véase Pochote. 80 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Cedrón. Simarubaceae. Simaba Cedrón Planch. in Hook. Journ. Bot. 5, 5(>6. 1846. Planta afamada para la cnrat-ión de las calenturas y de las mordeduras de las serpientes. En Costa Rica, crece solamente en la llanura costanera del Pacífico, desde la Punta Burica hasta los Quepos, siendo sus estaciones preferidas en los lugares secos al pié de las lomas. Sus tallos delgados, de 4-Bm. de altura, rematan en un penacho de hojas compuestas. 8e usan los cotiledones de las semillas, de los que se hace una pequeña exportación por el puerto de Puntarenas. Ceiba, ó Ceibo. Bombacaceae. Ceiba peyítandra Gaertn. Fruct. 2: 244. 1791. Uno de los arboles más imponentes de la región basal. Su tronco enorme y recto, más grueso á veces en la parte mediana, alcanza hasta 40m. de altura. La corona es deprimida y ancha y abriga por lo común variada colonia de plantas epifíticas. Durante cierto período del año, este árbol se despoja de sus hojas, las que son compuestas y digitadas, y entonces aparecen sus flores blancas ó rosadas. Las semillas están envueltas en una especie de lana que sirve para liacer colchones y almohadas. Este árbol es mal conocido Ijotánicamente y es posible que varias especies vayan incluidas bajo el mismo nombre vulgar. La madera no tiene uso. Cenízaro. Mimosaceae. Piíhecolobium Saman (Jacq.) Benth. Hook. Lond. Journ. Bot. 3: 1Í16. 1844. Nuestro cenízaro es decididamente idéntico con el samán ó árbol de la lluvia, si se ha de juzgar por las muestras recogidas por el señor A. Tonduz en Nicoya. Este árbol, que en Trinidad y en Venezuela se considera de jnucha importancia como sombra en las sabanas y aún en los cultivos, se encuentra en los llanos y valles calientes del Guanacaste, de Nicoya y de las partes vecinas de la comarca de Puntarenas. No penetra en el interior, ni tampoco parece extenderse hacia el Sur del país. Su corona deprimida cubre una gran superficie y ostenta un hermoso espectáculo cuando se cubre con encarnadas flores. El ganado come con avidez las vainicas; la madera es dura y fina y es buscada para obras de ebanistería. Ceragallo. Lobeliaceae. Lobelia laxiflora H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 3: 311. 1818. Puntarenas (Oersted 1849). Cereza. Malpighiaceae. BunchoHia eostaricensis Rose ex Pitt. in An. Inst. Fis. Costa Rica 8: (il!. 1S9S. Fruta de mediocres calidades y en nada parecida á la verdadera cereza de Europa. La produce el árbol del mismo nombre, que es indígena y á menudo cultivado en los jardines. Se da también á esta fruta el nombre de tereza, que es corruptela del anterior. Cerillo. Quttiferae. Symphonia (jlobitlifera Linn. fil. Suppl. 802. 1781. Árbol pequeño de los bosques de tierra caliente. De la corteza mana una leche amarilla que se cuaja en una especie de cera, usada por los Indios para candelas, para calfatear sus botes, etc. Cerito. Flacourtiaceae. Ca.tearia corymbosa H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 5: 366. 1821. Arbusto de flores blancas numerosas, abundante en los sotos de la tierra caliente del Pacífico, sobretodo en Nicoya. El nombre se deriva de cera, tal vez por la apariencia cerosa de las flores. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 81 Cerraja — Véase Lechuguilla. Cidra. Rutaceae. Citrus decumana L. Murr. Syst. ed. 13: 580. 1781. Árbol ó arbusto de la familia del naranjo, pocas veces cultivado. A esta misma especie pertenece la toronja, shaddock ó Grape Fruit de los ingleses y americanos, de frutas grandes, con cascara gruesa y carne rosada y suave. Cidra. Orchidaceae. Coryínhis deenmhens Cogn. in Mart. FI. Bras. III, (3, 276: t. 67. 1895. Debe su nomltre á su perfume especial, recordando el de la flor del naranjo. Cinco negritos. Verbenaceae. Lantdiia Cámara L. Sp. Pl. 1: 627. 1753. Arbustillo de hojas aromáticas, que crece en los lugares áridos y en los potreros de la tierra templada. Las flores forman manojitos en las á.xilas de las hojas; al abrirse son amarillas pero luego se tornan rojas. La infusión de las hojas es estimulante y tónica. Cipreso. Coniferae. Juniperus flaccida Schlecht, in Linnea 12: 495. 1838. Este árbol, indígena en México, está esparcido por toda la América central, pero nunca lo hemos encontrado en condiciones que permitan creerlo en su natural habitación. La madera resinosa da un excelente combustible y las ramas se usan para decoraciones de altares, etc. Ciruelo. Anacardiaceae. ,Si>( indias purpurea L. 8p. Pl. 2: 613. 1753. Árbol pequeño, común en los setos, en donde se multiplica por medio de estacas. La fruta de la variedad típica es pequeña, ovalada, de color rojo amarillento y de sabor acídulo. Los jocote, jocote tronador y sismoyo parecen ser razas cultivadas de la misma especie. Clavel. Caryophyllaceae. Dianthus caryophyllus L. Sp. Pl. 1: 410. 1753. Exótico y cultivado en los jardines en numerosas variedades. Clavel del monte. Onagraceae. Jussieaa geminiflora Doini.-Sm. in Coult. Bot. Gaz. 28: 246. 1901. Planta insignificante de los lugares cenagosos. Clavellina. Caesalpiniaceae. Poinciana piilcherrima L. Sp. Pl. 1 : 380. 1753. Arbusto común en toda la costa del Pacífico. Prefiere las cercanías de las habita- ciones, en donde se le tolera por sus flores vistosas, y tiene á menudo todas las apariencias de ser cultivado. El nombre de clavellina se usa en Nicoya, en donde el mismo arbusto se llama también mal/inche. En Puntarenas se conoce como hoja de srn y la infusión de las hojas se usa como purgante. Cobola. Podocarpaceae. Podocarpus salicifolia Klotzsch & Karst, ex Endl. Syn. Con. 209. 1847. Podocarpus taxijolia H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. II, 2, t. 97. 1818. Con el mismo nombre se designa la madera de las dos Coniferas indígenas de Costa Rica, las que se encuentran solamente en la zona superior de los bosques, en la cordillera principal. Ambas especies son árboles de gran porte y crecen en grupos pequeños y aislados en las faldas de los montes. Así como lo indica el nombre técnico, las hojas del primero se asemejan por su forma á las del sauce, pero son rígidas y de un verde 82 LAS PLANTAS USUALES DF: COSTA RICA. oscuro. El P. taxifoUa, por su lado, tiene las hojas menudas del tejo de Europa, al que se asemeja al extremo de que Frantzius, al descubrirlo en el volcán de Poás, lo colocó en el mismo género. La madera es fina y fuerte y muy buscada para la fabri- cación de ciertas partes de las carretas. Coco — ^'éasn Cocotero. Cocobola. Lecythidaceae. Lrrilthiíi coütaricensis Pittier, Contr. ü. 8. Nat. Herb. 12, 2: 09. lOOS. Este es uno de los gigantes de la selva tropical, en las llanuras de la vertiente del Atlántico. Hu madera es fina y fuerte y se usa para trabajos de ebanistería, etc. Es árbol notable también por su fruta enorme, en forma de urna, y que contiene un gran número de nueces parecidas á las del Brasil, con almendras de muy agradable sabor. Le conoce esta fruta con el nombre de olla de mono. Cócora. Meliaceae. (hiarca microcarpa C. DC. in Bull. Herb. Boiss. Ser. 2, V, 420. 1905. Árbol pequeño del valle del Reventazón. Cocotero. Palmae. Cocos nucifera L. Sp. Pl. 1: 1188. 1758. Pl. XIV. P^n los últimos diez años, la palma de coco, ó cocotero, ha ido multiplicándose -á lo largo del Atlántico y no es tal vez remoto el día en que será objeto de un importante comercio de exportación. En la costa del Pacífico, existen algunos extensos cocales, pero trechos considerables de la playa carecen todavía de esa hermosa palmera, de la que se ha dicho, no sin alguna apariencia de razón, que es uno de los más útiles entre los vegetales. La variedad del Pacífico parece algo distinta á la del Atlántico, que se importó, según creo haber oido decir, de las Antillas. En la Isla del Coco crece otra variedad, con nuez pequeña y deprimida. Según von Martius, la patria del cocotero es en el Istmo de Panamá, de donde se ha esparcido en la zona tropical de ambos hemisferios; esta opinión concuerda con la de varios autores más modernos. Cohatacó. Apocynaceae. Rauu'oltia helrrophylla Willd. ex Roem. & Schult. Syst. 4, 805. 1819. Arbustillo lechoso de los setos de Nicoya. Cola de caballo. Equisetaceae. Equisetum bogotense H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 1, 42. 1815. Esta planta, común en las zanjas húmedas y en las ciénagas de las tierras templada y fría, se reputa como remedio muy activo en las enfermedades de la vejiga. Tanto esta tradición como el nombre de la plantíi, han venido de Europa. Cola de gallo. Qraminae. Panicum Crus-Ardeae Willd. ex Nees, Agrost. bras. 25o. 1829. Zacate de hojas anchas parecidas á palmitos, abundante en las tierras aluviales de las llanuras del Atlántico y considerado como muy dañino para los cultivos. Cola de venado. Graminae. Andropogon bicornis L. Sp. Pl. 1046. 1753. Zacate duro é impropio para la alimentación del ganado, común en las sabanas desde el nivel del mar hasta cerca de 1200m. de altura. Es una de las peores malas hierbas en ciertos bananales. Coligallo. Palmae. Calyptrogyne sarapiquensis H. Wendl. in Bot. Zeit. 17, 72. 1854. Palmera enana que cubre espacios considerables, por lo general arcillosos y medio cenagosos, de las grandes llanuras del Norte del país. Los naturales la usan para Pl. XIV Coccos nucífera. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 83 tapar las paredes y techos de sus ranchos. El nombre coligallo es una contracción de cola de gallo; la misma planta se llama también siuia, nombre que es probablemente de origen nicaragüense. Colmillo. Scrophulariaceae. Dermalocalyx parrijlora Oerst. in Kjoel). Vidensk. Meddel. 29. 1856. Bejuco algo escaso encontrado en 8ta Clara y en la meseta central. Colmillo de puerco. Loganiaceae. Si>igelia t^plendens Hort. Wendl. ex Hook. Bot. Mag. t, 5268. 1861. Planta herbácea, de flores encarnadas, común en la meseta central. En algunas partes se llama con mejor ocurrencia cresta de gallo. Conchudo — Véase Lorito. Consuelda. Boraginaceae. Syinphf/tniíi asperrinmm Don. in 8ims, Bot. Mag. t. 929. 1806. Planta forrajera oriunda del Caucase. Produce una enorme cantidad de forraje y se da muy bien en las tierras templada y fría de Costa Rica. Contrayerba. Moraceae. Dorstenia Conirajerha L. Sp. Pl. 1: 121. 1753. La infusión de la raíz de esta planta se usa como febrífugo. También se reputa como muy enciente en la curación de las diarreas rebeldes y como emenágogo. Es de tierra caliente, pero alcanza la altura de San José. Contra=veneno — Véase Cabalonga. Copal. Burseraceae. Protium Copal Engl. in D. C. Monog. Phan. 4, 83. 1882. Árbol grande de hojas compuestas y de flores pequeñas y verduzcas ; crece en los bosques de tierra caliente de ambas vertientes. Por las heridas que se hagan en la corteza del tronco mana una resina trasparente que es tal vez la caraña, aunque parece que ésta se extrae también de otro árbol de la misma familia — Véase Guapinol. — Etim. : náhuatl copalli, nombre de una resina odorífera. Copalchi. Euphorbiaceae. Crotón glabellus L. Syst. 10: 1275. 1758-59. Crotón niveus Jaeq. Enum. Pl. Carib. 32. 1762. El Crotón glahellus es un árbol de gran tamaño que crece principalmente en los bosques de la tierra templada de ambas vertientes. Se llama también quizarrá copalchi y es muy importante por su madera fuerte, fina y perdurable, que se usa extensiva- mente en la construcción de las casas, sobre todo para los pisos. El Crotón niveus, empleado en la medicina popular, es un arbusto de poca impor- tancia, también de la tierra templada. Copalchi parece ser un compuesto de copal. Copel. Quttiferae. Clusia minor L. Sp. Pl. 1 : 510. 1753. La leche amarilla que mana de todas las partes de este árbol, se usa de diversos modos por nuestros campesinos, ya sea como purgante energético, ó en composición para ungüentos de sanar las llagas, ó en fin para calfatear los l)otes. Las flores son muy buscadas por su olor, que conservan aún secas, y también se usan en la prepara- ción de un té pectoral. El nombre copel es usado en Nicoya: en el interior se dice copeij, y las flores son conocidas como azahar de monte. Copey — Véase Copel. ^^ LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Coquíllo. r- . T , 1 ^ ^ ^ Euphorbiaceae. Jafropha Curcas L. Sp. Pl. 1 : 1006. 1753. Arbusto subleñoso que alcanza hasta 3 y 4 metros, en la tierra caliente- 1 a. lu.ias se usan en cataplasmas para las enfermedades del bazo y las erisipelas. Las semillas son purgativas y eméticas y su empleo en fuerte dosis es peligroso. Coquito. Palma Elaeis melanococca Gaertn. v. semicircularis Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel* 51. 1858. Palmera que crece en los lugares pantanosos cercanos al mar, en ambas costas Es baja, con frutas parecidas á diminutos cocos de color rojo y que crecen en pinas aguijoneadas escondidas entre las axilas de las hojas. Estas son muy parecidas á la de la palma real, pero las márgenes de su raquis ó nervio mediano también son pro- vistas de aguijones encorvados y agudos. Esta palmera es congénera del Elaeis gmanensis del África, cuyas frutas dan el aceite de palma, y produce también un aceite muy preciado entre los costeños, pero extraído en escasa cantidad. En Nicoya esta misma especie lleva el nombre de palmiche. ' Coralillo. . Safyria Warscewiczii Klotzsch. in Linnaea 24, 22. 1851. Este arbustillo epifítico de las selvas húmedas de la región superior es notable por lo vistoso de sus flores encarnadas, pero, según Wercklé, sus frutas menudas y moradas- juntas en racimos, son comestibles y podrían usarse, lo mismo que los mirtilos para hacer confituras y jaleas. En algunas partes esta misma especie se llama matapalo de uva, y también palo de miel. Coralillo— Véase Poro. Corazón tranquilo. f> -i- y- ^ Papilionaceae. Lupinus sp. El Zarcero. Una de las numerosas especies de este género cultivadas como plantas ornamentales. Cordoncillo. r.. Piper angustifolium Ruiz & Pav. El. Peruv. 1 : 38. 1798. Pacaca. Este nombre, que tiene su origen en la forma cilindrica y alargada en forma de cordón de los amentos, se aplica también á las demás especies muy numerosas en Oosta Rica, del mismo género Piper. Corona de Cristo. c u ..• „ , ,. , , ^ Euphorbiaceae. JLuphorbm splendens Boj. ex Hook. Bot. Mag. t. 2902. 1829. Planta exótica y ornamental, de tallos subleñosos, torcidos y' espinosos v de flores rojas muy vistosas. ' Corral. »« • • ^. tr Malpighiaceae. Heteropterts laurifolia A. Juss. in Arch. Mus. Par. 3: 458. 1843. Valle del Rio San Carlos. Un arbusto pequeño, de flores amarillas. Corteza amarilla— Véase Guayacán. Corteza de chibo. o- ^ , Bignoniaceae. Lrodmama macrocarpa Hemsley. Diagn. Pl. Nov. 35. 1879. Nicoya. Corteza de venado. Acanthaceae. Ruellia tetrastichantha Lindan in An. Inst. Fis. Geogr. Cost. Ric. 8: 300. 1896 Hay otra corteza de venado que es madera de ebanistería. Nicoya, S. Mateo. Pi.. XV. ACROCOMIA VIXIFERA. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. , 85 Cotán — Véase Alcotán. Coyol. Palmae. Acrocornia vinifera Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. 47. 1858. Pl. XV. Palmera característica de las sabanas y faldas secas de la costa del Pacífico, en donde llega á formar verdaderos boí^qnes. Fué una de las plantas económicas de los antiguos Indios, quienes sacaban de su tallo una sabia rica en azúcar, la que fermentada, formaba una de las belñdas embriagadoras con que animaban sus fiestas. En tiempos de escasez, se lia usado como alimento la fruta, que es muy gustada del ganado. Ya lian desaparecido muchos de los grandes eoyolares de la vertiente suroeste del país. Con más razón tal vez, este árbol se llama palmera de coyol. — Etim. : náhuatl coyolli, cascabel, por alusión á la forma del fruto. Coyolillo. Palmae. Astrocarium polystachyuíii Wendl. ined.? in Biol. centr. am. Bot. 3: 414. 1882-86. Palmera de 2-3m. de altura, de hojas irregularmente divididas, de frutas redondas y erizas, agrupadas en pinas pedunculadas. Es de la tierra caliente de ambas costas y el nombre de coyolillo se aplica tal vez á especies distintas. Cresta de Gallo— Véase Colmillo de puerco. Crucha (derivado probablemente del brunka kurú-tsá)— Véase Chumico bejuco. Crucillo — Véase Mostrenco. Cuaja=tinta — Véase Escoba negra. Cuajiniquil. Mimosaceae. Inga edulis Mart. in Flora 20: 2, Beibl. 113. 1837. Uno de los árboles ]>referidos para sombra en los cafetales. La pulpa que envuelve las semillas hace las delicias de chicos y grandes. —Etim. : náhuatl quauhtxiniquil, forma que no encuentro en ningún documento antiguo, y se derivaría de quauitl, árbol, xini, caer, y quilitl, verdura, legumbre, etc., óquiotl, brote, vastago, y tal vez vainica, conjunto que se traduciría entonces por ar¡>ol de vainicas cadentes. Cuajilote. Bignoniaceae. Parmentiera edulis DO. Prodr. 9: 244. 1845. El verdadero cuajilote, conocido en Costa Rica solo en Nicoya y en el Guanacaste, es un árbol pequeño, algo parecido al jícaro y como el canliflor, ésto es, de ñores desarrollándose en el tronco y en las ramas mayores. El fruto es parecido á una mazorca de cacao criollo muy larga y delgada; es comestible y de sabor dulce cuando está bien maduro. — Etim.: náhuatl qnavltl, árbol, tronco, y xilotl, mazorca, por referencia al hecho de desarrollarse los frutos en el tronco. Cuajilote. Aristolochiaceae. Aristolochia máxima Jacq. Enum. PI. Carib. 305 var. angiisfifolia Duchar, in DC. Prodr. 15: 457. 1864. Así me denominaron en Matina miestra aristoloquia gigante, aunque no con acierto ni menos con propiedad, pues ésta planta no es árbol sino bejuco y difiere del todo del arbusto que los nicoyanos designan con el mismo nombre. Los frutos de la aristo- loquia son comestibles cuando están todavía tiernos. Cnayote. Asclepiadaceae. Gonolohus edulis Hemsl. in Biol. Centr. Am. Bot. 2: 331. 1881-82. Bejuco lechoso, con flores amarillas en racimos pequeños, y frutas alargadas, puntia- gudas en sus dos extremos, y provistas con varias alas longitudinales. Esta fruta se come cuando está aún tierna. — Etim. : náhuatl quauhayotl de quauitl, árbol, y ayotl, 86 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. ayote, calabaza. Siendo nuestra planta un bejuco, y no un árbol, es dudoso que sea el verdadero quauhayotl. Cuásquite. Verbenaceae. Lantana sp. Nicoya. Cucharilla. Bignoniaceae. Pithecoctenium muricatum M09. ex DC. Prodr. 9: 194. 1845. Pl. XVI. Pas valvas del fruto de este bejuco, común en los setos de la tierra caliente del Pacífico, desempeñan gran papel en los juegos infantiles, bajo los nombres de cucha- rilla, bateíta, petaquilla, etc. Culantrillo. Adiantum concinnum H. B. Willd. 8p. 5: 451. 1810. Helécho común en los setos: desprende un olor algo semejante al del culantro y se usa como depurativo. Culantro. ümbelliferae. Eryngium. foetidum L. Sp. Pl. 1: 232. 1753. Planta fétida, usada como condimento. Culantro de coyote. Ümbelliferae. Loranthus sp. Boruca. En Térraba, esta misma especie, la que, como todos sus congéneros, es parásita en los árboles, se llama culantro simarrón. Culantro simarrón — Véase Achicoria. Culantro simarrón. Quttiferae. Ht/pericum. Faldas del Irazú, arriba de Cartago (Oersted 1848). Culantro simarrón — Véase Culantro de coyote. Culumate — Véase palo de sal. Cundeamor. Convulvolaceae. QuamocUt coccinea Moench. Meth. 453. 1794. Enredadera de hojas enteras, acorazonadas, y de flores pequeñas y rojas. Cura. Caprifoliaceae. Vihurnum glabralum H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 3, 428. 1818. Cartago. Árbol de 5-7 m., de madera fuerte y duradera, usada para piezas de carpintería. Chaltillo — Véase Tacaco simarrón. Chaperno. Dalbergiaceae. Derris peninsularis J. Donn. Smith in Bot. Gaz. 44: 111. 1907. Árbol de los bosques de la tierra caliente del Pacífico. La madera fina y dura es muy buscada para obras de ebanistería. Chayóte. Cucurbitaceae. Sechium edule Sw. FI. Ind. Occ. 2, 1150. 1800. Esta planta, cultivada extensivamente en México y Centro-América desde la más remota antigüedad, aunque desconocida de nuestros Indios, desempeña en la actualidad un papel importante en la alimentación del pueblo. Se da en numerosas variedades, procediendo las mejores de los districtos secos de la zona del Pacífico. Se comen principalmente las frutas, pero también las raíces, que son voluminosas y ricas en Pr.. XYl. riTIIEC'OCTENILíM Jít'lIINATUM. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 8/ almidón, y los brotes ó quelites. El bejuco da una fibre bastante resistente, usada por los hortelanos. — Etim. : náhuatl chayoil ó chayotli, de igual significado. Chayotíllo. Cucurbitaceae. Echinocystis CouUeri Cogn. in Mem. Cour. Acad. Belg., 8vo, 28, 88. 1878. Cydanthera PiUieri Cogn. in Bull. Soe. Roy. Bot. Belg. 30: 27.S. 1891 (1892). Meseta central y Sta Clara. Los frutos son parecidos á pequeños chayotes. Chián. Labiatae. Salvia Chia Fernald in Proceed. Amer. Acad. 85, 503. Hyptis suaveolens Poit. in Ann. Mus. Par. 7: 472; t. 29, f. 2. 1806. La semilla de chiLm. corriente y usada para la preparación de una bebida refrescante, parece proceder de Nicaragua en donde la produciría una planta silvestre, que es tal vez el Salvia Chia mencionado arriba. Pero en Nicoya llaman chián el Hyplis suaveolens, que es muy abundante en los puntos más secos de las savanas. Es posible que la palabra chián sea de origen chiapaneco, aunque, según Payne* se deriva del maya chiháa», fuerte, ó lo que da fuerza. Chiberre — Véase Chilacayote. Chiberrillo. Cucurbitaceae. Pittiera longepedunculata Cogn. ex Dur. & Pitt. in Bull. Soe. Bot. Belg. oO, 271. 1892. Enredadera de flores blancas y largas, y cuyo fruto es una calabacilla veteada longitudinalmente de verde y amarillo. Se llama también guillotilla y, en Nicoya, sandillita. Chicasquil. Euphorbiaceae. Jatropha aconitifolia Mili. Dict. 6, 1768, var. genuina in DC. Prodr. 15. 1109. 1864. Arbusto de 3-5m., de corona deprimida, corteza gris, hojas recortadas en lóbulos agudos, y flores, blancas en corimbos. Contiene una leche abundante. Los renuevos y brotes tiernos se usan á manera de quelites. La palabra chicasquil es de origen náhuatl, pero de significado oscuro. Chico^zapote — Véase Níspero. Chichemora— Véase Cabalonga. Chichicaste. Loasaceae. Loasa speciosa Donnell-Smith in Coult. Bot. Gaz. 23, 8. 1897. Planta herbácea y suculente de la región superior. Alcanza hasta 1, 5m. de altura y tiene grandes flores, de color anaranjado. Es notable especialmente por sus hojas palmatilobuladas, cubiertas asi como los tallos, de gruesos y agudos pelos urticantes (setis urentibus hórrida! Donn-Sm. 1. c. ), que casi imposibilitan acercarse á la planta. — Etim. : la palabra chichicaste, que se aplica en Centro-América á varias otras especies, se deriva del náhuatl tzitzicaztli, de dudosa traducción. Ferráz y Gagini atribuyen equivocadamente este nombre á la Gronovia scandens, que no se ha encontrado hasta la fecha en Costa Rica. Chidra. Cyclanthaceae, Carludovica pálmala Ruiz & Pavón Syst. 291. 1798. Se llama también palma de so^nbreros, porque las hojas tiernas, blanqueadas y divididas en tiras menudas, se usan para hacer sombreros. Esta antigua industria de ^History of the New World called America, vol. I, p. 385. 8» LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. los Indios ya casi no se ejerce, sino en pueblos remotos como Pacaca, Nicoya, y entre los naturales del valle del Diquís. Chilacayote. Cucurbitaceae. Chictirhita ficifolia Bouché in Yerh. Ver. Gartenb. Berl. 12, 205. 18:^7. Esta calabaza, llamada equivocadamente por Gagini (Dice. p. 226) Cucúrbita cHrullus, que es nombre anticuado de la sandía, se cultiva con bastante frecuencia en el país y se usa para bacer dulces y varios otros platos. — Etim. : nalmutl tzilacayotl , nombre aplicado á una especie de calabaza {Lagenaria rulgarisf) de la que se hacián vasos i)ara las ceremonias religiosas. Chilamate. Moraceae. Ficas crassiuscula Warb. sp. n. (in sched.). En la parte semi-búmeda de las faldas del Irazú, al oriente de Cartago, ésto es, en los districtos de Cot y Cervantes, el nombre de chilamate parece aplicar.se especial- mente al hermoso Ficus crassiuscula, pero en las demás partes del país, el mismo nombre se da indistintamente á todos los higuerones de hojas grandes, varios de los cuales se consideran útiles, sea como árboles de sombra en los repastos sea por el alimento que proporcionan al ganado. Casi todos son árboles de gran porte y crecen desde las llanuras costeras hasta más de 2000m. de altitud. — Etim. : náhuatl chil-amatl {chilli, chile, y amatl, amate, noml)re genérico de ciertos Ficus de que los Mexicanos sacaban una especie de papel. Chile. Solanaceae. Capsicum haccatum L. Mant. 1: 46. 1771. En Costa Rica, la producción y consumo del chile en todas sus variedades son de muy poca importancia si se comj:>aran con los de ciertas partes de América central y de México, en donde, si se ha de juzgar por las enormes cantidades de ella que aparecen en los mercados, esta fruta forma uno de los principales elementos de la alimentación. Chile dulce. Solanaceae. ('a]>sicum annuum L. 8p. Pl. 1: 188. 1753. Chileperro. Polygonaceae. Fohií/onum acreH. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 2, 179. 1818. Mala hierba de los lugares húmedos en las dos zonas superiores. Chili— Véase Chupete. Chilillo. Euphorbiaceae. FhyUanlhus acuminaius Vahl. Symb. Bot. 2, 95. 1791. Valle de Tuís. Arbusto que trae las flores en la cara inferior de sus hojas com- puestas. Chupete. Solonaceae. Capsicum frutescens L. Sp. Pl. 1 : 1899. 1753. Chile de frutas muy pequeñas y picantes, llamado también chill, y que crece sub- spontáneo al rededor de las casas. El nombre debería ser chiltepe, por derivarse del náhuatl chiltecpin, ó chili de pulga, aludiendo tal vez éste al tamaño reducido de la fruta. Chimbolillo. Sapindaceae. Cardiospermum grandiflorum Sw. Prodr. Veg. Ind. (Jcc. 64. 1788. Nicoya. Bejuco común en las breñas. Chimbolillo — Véase Guandú. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 89 Chimbólo verde. Fabaceae. Dolichos Lablab L. Sp. Pl. 2: 725. 1753. 8an José, cultivado. Las vainicas tiernas se comen pero no los frijoles. China. Balsaminaceae. Tmpatiens Balsamina L. Sp. Pl. 1 : 938. 1753. Especie ornamental que se reproduce á menudo espontáneamente. Se llama también ch inarosa. Chinarosa — Véase China. Chipilin. Fabaceae. Crotalaria striata Schrank in Syll. Ratisb. 2: 76. 1828. Nicoya. Planta herbácea, de flores papilionáceas, y semillas sueltas en las vainicas. — Etim. : náhuatl, tal vez chipuü, Conchita. Chiquizá. Labiatae. Leonurus sibiricus L. Sp. Pl. 1: 584. 1753. Planta herbácea que alcanza hasta 1, 5m. de altura, tiene hojas divididas y flores rosadas, dispuestas en espigas terminales, y crece en Costa Rica al rededor de las casas y en los cultivos de la tierra templada. Es cosmopolita. Su nombre es probablemente indígena y se aplica también á un abejorro del género Bombus, notable por lo ponzo- ñoso de su dardo, y cuyas colmenas se encuentran debajo del suelo. Chirca. Apocynaceae. Thevetia nernfoUa Juss. ex Steud. Nom. ed. 2, 2: 180. 1841. Arbusto lechoso, de hojas angostas y grandes flores de color amarillo vivo y acam- panadas. Crece en los lugares arenosos de la tierra caliente. Chirca venenosa. Apocynaceae. Thevetia plumeriaef olía Benth. Bot. Voy. Sulph. 124, t. 43. 1844. Arbusto de hojas obovaladas, con nervios secundarios paralelos muy visibles en la cara inferior, flores pequeñas de color amarillo pálido, y frutas carmesí cuando están maduras. Estas, así como la leche que mana de todas partes de la planta, se reputan muy venenosas. Es de las playas arenosas del mar, especialmente de la costa del Pacífico. Chirimoya. Anonaceae. Anona Cherimolia Mili. Gard. Dict. 8: n. 5. 1768. Esta especie Sur-americana es raras veces cultivada en Costa Rica. Véase Anona. Chirimoya es palabra quechua, compuesta de chiri, frío, y moya, semilla (?); se- milla fría. Chirrite. Qesneriaceae. Besleria Princeps Hanst. in Linnaea 34, 317. 1865-66. Planta humilde, de flores rojas-anaranjadas y vistosas, de los bosques húmedos de la Palma, del Desengaño, etc. Introducida en Europa como planta ornamental. El mismo nombre, de origen indígena, se <^a á varias otras especies. Chirrite amargo. Labiatae. Salvia brevicalyx Benth. in DC. Prodr. 12: 309. 1848. Aguacate, Pacaca, San José. Usada como depurativo (Oersted, 1848). Chirrite blanco. Compositae. Eupatorium ixiocladon Benth. ex Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. 77. 1852. Planta de flores blancas que abunda en la zona superior del Irazú. 90 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Chirrití. Compositae. Eupatorium pycnocrpJiahim Less. in Linnaea 6, 404. 1831. Alrededores de Cartago (Donnell-Smitli). Chispa. Compositae. Coreopsis sp. El Zarcero del Naranjo. Especie ornamental, exótica. Choreque. Verbenaceae. Pétrea arbórea H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 2: 2S2. 1817. Arbusto medio sarmentoso y de hermosas flores azules en racimos. Crece en la tierra caliente del Pacífico y es especialmente común en los alrededores de Nicoya. Chumico de bejuco. Dilleniaceae. DavlUa KantUii St. Hil. Pl. us. Eras. sub. t. 22, p. 6. 1824-28. Bejuco que crece en los mismos sitios que la especie siguiente, y cuyas hojas, también muy ásperas, tienen usos idénticos. Chumico de palo. Dilleniaceae. CurateUa americana L. Syst. 10 : 1079. 1758-59. Árbol pequeño, de tronco tortuoso y hojas grandes, enteras y ásperas, característico de las sabanas de la zona del Pacífico. Sus hojas se usan para pulir maderas y limpiar vasijas. En Nicoya se llama hoja-chigi'ie y en otras partes raspa-guacal. Chureca. Fabaceae. Lathyrus odoratus L. Sp. Pl. 1: 432. 1753. El Zarcero del Naranjo. Planta exótica ornamental. Churristate. Malvaceae. Auoda hastata Cav. Diss. 1, 39, t. 10, f. 3. 1790. Esta planta crece en los lugares secos y fértiles. Sus hojas son más ó menos parecidas á una punta de flecha y sus flores moradas son polipétalas. Debe su nombre vulgar á la semejanza de sus hojas con las de ciertas Ipomeas, pero éstas se distinguen á primera vista por sus corolas de una sola pieza y en forma de embudo. Churristate. Convolvulaceae. Ipuii}, t. 1:5. lS04-0(). Eucalyptus citriodora Hook. in Mitch. Jonni. Trop. Austral. 2;')5. 1848. Lo.s eucaliptos sou árboles oriuudos de Australia y que se han esparcido rápidamente en la zona tropical y subtrt)pical por reputarse muy eíicicnti's en la supresión de los miasmas palúdicos que pueden ser una de las cansas de la malaria. En Costa Rica, se han ensayado muchas especies, pero mientras varias de ellas se han aclimatado muy bien en la tierra templada, nin<íuna ha dado buen resultado en la costa del Atlántico, en donde su introducción sería particularmente deseable. Las especies cultivadas con más frecuencia son Eucaliptus amygdalina y E. globulus, arboles gigantes y de rápido crecimiento. También se encuentra á menudo el E. citriodora, de proporciones más modestas pero notable por el perfume agradable que desprenden sus hojas, y algunas otras especies introducidas por mi en los años de 1896 á 1903. Flor de la Pasión — Véase Granadilla. Flor de vaca. Orchidaceae. Stanliopea ecornuta Lem. in Fl. des Serres 2: t. 181. 1846. Sarapiquí, segvín conmnicación de mi amigo Lankester. Frailecillo. Euphorbiaceae. Jatroplia gossypiifolia L. Sp. Pl. 1 : 1006. 1753. Es el tua-tua de los Venezolanos, del q«e se ha pretendido es remedio seguro contra la lepra. Entre los costarricenses, se usa en infusión como depurativo de la sangre en las enfermedades venéreas. Frijol. Fabaceae. El frijol es, con el maíz, la base de la alimentación de la gran mayoría de los costa- rricenses. A pesar de ésto, poco ó nada se conoce ptjr lo general acerca de su cultivo, rendimiento, y de la nomenclatura de sus numerosas variedades. Con relación á lo último, sin embargo, tenemos algunos datos, incompletos por cierto, en un interesante trabajo publicado en 1901 por el señor H. C. Irish, en el " Twelfth Annual Report of the Missouri Botanical Garden." A continuación, doy un extracto, completado con algunas indicaciones propias, de las formas señaladas en dicho trabajo. Los frijoles " legítimos" pertenecen á tres especies distintas del género Phaseolus, á saber Ph. lunatus, que es especie indígena, común todavía en su forma silvestre, Ph. vulgaris, y Ph. multiflorus. Las tres especies son de clima templado ó frío, y no parecen cultivarse mucho en la tierra caliente. Además se cultivan el Vigna Catjang, ó frijol de vaca, en diversas variedades, sea por sus vainicas que superan en delicadeza las de los verdaderos frijoles, sea como abono verde en las plantaciones de café, bananos, etc., el DoUchos Lablab, que parece más bien criarse en los jardines como planta de adorno, y el Vicia Faha, propio de la tierra fría. He aquí la lista: A. Phaseolus lunatus L. Sp. Pl. 1 : 724. 1753. El Plí. lunatus, así nombrado por sus vainicas en forma de creciente de luna, es de hojuelas arredondeadas, prolongadas en una larga punta; las flores son pequeñas, de color blanco ó verduzco. Cubaces blancos y morados. Cubaces higuerillos. Cubaces amarillos. 94 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. B. Phasculn.i vulyurin Lobel Ic. Stirp. 2: o'J. 159L El Ph. vulgaris tiene las hojuelas más ó menos angulosas en la base y acuminadas. T.as flores, blancas ó moradas, son de tamaño mediano, 1. Argelianos blancos. Frijoles blancos. 2. Arandillas doradas ( Phaseol us sphaericus snlfureus). Frijoles aiiiarillos redondos. 3. Horticultores { Phaseolus sphaeHcits haematocarpus). Frijoles de color (San Kamon). Frijoles porotos (Santa Ana, Atenas). 4. Negros tempranos. Frijoles negros (San Ramón, Picagres, Puriscal, Sta Ana). 5. Orleans. Frijoles colorados pequeíios (San Carlos). 6. Prolíficos del Sur. Frijoles j)orotos (Santa Ana). 7. Centuplicados. Frijoles bayos grandes (Pacaca). Frijoles bayos medianos (Santa Ana). Frijoles pequeños (Santa Ana). 8. Sir Joseph Paxton. Frijol chileño (Santa Ana, Escasú). Frijol colorado (Santa Eulalia). Frijol poroto ocre (Santo Domingo de Heredia). Frijol colorado grande (Santa Ana). Frijol colorado mediano (San Carlos). Frijol ocre grande (Santo Domingo de Heredia). 9. Osborn. Frijoles porotos del Brasil (Escasú). Frijoles porotos (Santa Ana). 10. Warwick. Frijoles chingos (El Puriscal). 11. Casa de Sión. Frijoles del Puriscal. 12. Ne plus ultra. Frijoles (Puriscal). 13. Sopa de tortuga (Phaseolus vulgaris nigerrimus). Frijoles negros (Puriscal, Santa Ana, Escasú, Aserrí). Frijoles negros del Brasil (Escasú). 14. Chartres. Frijoles ocres grandes (Santo Domingo de Heredia). 15. Vainicas moradas. Frijoles rosados (Puriscal). Frijoles bayos medianos (Santa Ana). ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 95 16. Cuarentenos. Fríjoles de las Pavas (San José). Fríjoles gris negros (Puriscal, Escasú, San José). Frijoles coquillos veteados (San Antonio de Belén). C. Phaseolus multiflorus Willd. Sp. TI. 3: 1030. 1799. El Pli. multiflorus es de hojuelas arredondeadas, siempre lisas. No tiene variedades enanas y sus flores son más vistosas y en racimos más largos que en las especies anteriores, siendo su color blanco, rojo ó abigarrado. Las semillas son tamijien mayores. Se cultiva á menudo en los jardines, en matas aisladas y como planta de adorno. D. Dolichos lahlab L. Sp. Pl. 2: 725. 1753. La variedad Black Hyacinth parece cultivarse más á menudo. Es un frijol muy trepador y toda la planta es más ó menos morada. E. Vigna Cafjang Walp. Linnaea 13, 533. 1839. Aunque aparece solamente como Frijol ojos ingros (Santa María de Dota) en la lista de Irish, es sabido que se cultivan distintas variedades entre las cuales el Iron Cow Pea es la que más se ha importado, por ser más resistente á las enfermedades parasíticas. F. Vicia Faba L. Sp. Pl. 1 : 757. 1753. Se ve algunas veces en los cultivos de los alredeslores de Cartago. Este lista no incluye las mnnerosas variedades inqxjrtadas para cultivo limi- tado en los jardines. Frijol de palo — Véase Guandá. También se designan con este nondire Ins frijoles trepadores. Frijol de playa. Fabaceae. Canavali ohtusifolium (Lam.) DC. Prodr. 2, 404. 1825. Nicoya. Enredadera común en las playas del Pacífico. Fruta de pava — Véase Quastomate. Fruta dorada. Myristfcaceae. Virola Koschnyi Warb. in Rep. nov. sj>. 1: 71. 1905. La nuez moscada de Costa Rica. Árbol de regular ])orte y forma piramidal; fructifica con alnnidancia. Crece en la vertiente atlántica, de 100 hasta 1200 metros de altitud. Su madera es muy ordinaria y sólo se usa á falta de otra mejor. Gallina— Bdca Culel)ra. Véase Chilillo Gallito. Scrophulariaceae. Castilleja irazucnsis Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. 27. 1853. Irazií (Oersted 1849). Gamalote. Graminae. Paspalum fasciculatum Willd. ex Fluegge Gram. Monog. 69. 1810. Olyra latifolia Linn. Syst. 10: 1261. 1758-59. El nombre gainalole se da á la ])rimera especie en Turrialba, á la segunda en el Sarapiquí y sin duda á otras más según los lugares. Parece designar especiahnente los zacates de hojas anchas y tiernas que crecen en los lugares arenosos junto á los rios. Gamalote, según Gagini, puede ser corrupción de camelote, nombre de una planta sur- americana. Garrapatilla. Piperaceae. Peperomia circinnata Link. Bot. Jahrb. 1 : 3, 64. 1820. Peperomia reflexa A. Dietr. Sp. Pl. 1: 180. 1831. Plantas herbáceas epifíticas de hojas menudas, redondas, carnosas y lisas. Se usan 96 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. reducidas á gachas en aplicaciones fjne suelen suprimir la inflamación de la cara ó de ciertas llagas. El nombre se refiere al número y forma de las hojas. Garrocho— Véase Molenillo. Qato— Véase Balsa. Gavilán. Mimosaceae. Penfaclethra ^filamentosa Benth. in Hook. .Tourn. Bot. 2, 127. 1840. Árbol de mediano porte de la tierra caliente del Atlántico. Crece generalmente en tierras arcillosas y su presencia pasa por indicar terrenos poco adecuados para los fines de la agricultura. Gavilana. Compositae. Ni'urolaena lobata R. Br. in Transad. Linn. Soc. 12, 120. 1817. Planta herbácea de la tierra caliente (0-lOOOm.), muy afamada como tónica y febrífuga. Sus tallos derechos alcanzan hasta 2,5m. de altura: traen corimbos de flores pequeñas, de color amarillo dorado, y liojas divididas en lóbulos angostos y alargados. Gengibre. Zingiberaceae. Zingiber oflicinale Rose, in Trans. Linn. Soc. 8, 348. 1807. El rizoma ó tallo subterráneo de esta planta se usa en infusión como estomáquico, pero más aún en el arte culinario como condimento. Su cultivo en el país debe ser muy antiguo, pues lo he encontrado en pequeñas colonias aparentemente bien aclimatizadas en sitios abandonados por los Indios desde tiempos inmemoriales. En la isla de Jainaica, es objeto de extenso cultivo y de una exportación muy productiva y no se concibe porque lo mismo no podría suceder en Costa Rica. Gengibrillo. Gratninae. Paspalum noiatum Fluegge Gram. Monogr. 10(5. 1810. Uno de ni;estros mejores pastos indígenas, caracterizado ¡íor su color verde especial, sus hábitos rastreros, sus hojas cortas y anchas, y las dos menudas espiguillas de su inflorescencia. Se da en ambas vertientes desde el nivel del mar hasta unos 1400m. de altitud. Gota de oro. Malpighiaceae. Galphimia glauca Cav. in Ann. Hist. nat. 1: 37. 1799. Arbusto de la costa del Pacífico, de flores doradas y muy vistosas, cultivado algunas veces en los jardines como planta de adorno. Granadero. Punicaceae. Fuñica Granatum L. Sp. Pl. 1: 472. 1753. Arbusto de ramas sarmentosas, hojas elípticas, grandes flores rojas y frutas del tamaño y forma de una guayaba. Se trajo de Europa y se halla cultivado en las huertas y en los jardines de la tierra templada. Todas sus partes son muy astringentes y la raíz es uno de los mejores específicos para expulsar las lomljrices y otros parásitos de los intestinos. La fn;ta, llena de semillas envueltas en una pulpa rosada y agridulce, sirve para preparar refrescos. Los curtidores usan la parte exterior de la misma para trabajos finos de su arte. Granadilla. Passifloraceae. Passiflora Ugularis A. Juss. in Ann. Mus. Par. 6: 113, t. 40. 1805. Pl. XVII. Pasionaria ó Flor de la Pasión, muy conocida por lo variado de sus colores y lo singular de su estructura floral, en la que el vulgo cree reconocer los instrumentos de la Pasión de Cristo. La granadilla tiene una fruta del tamaño de un huevo grande. Pl. XVII. Passiflora ligularis. Pi.. XVIII. '•I '-^i T.üíiEA Endopogün. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 97 amarillo cuando está madura, y adentro de la cual las semillas están envueltas en una masa de mucílago de sabor delicado, que no es ni manjar ni bebida. Granadilla bellísima. Passifloraceae. ]'((st>IJlora me líihr añacea Benth. Pl. Hartw. 83. 1839-57. Esta pasionaria es la que alcanza la mayor altitud en nuestras cordilleras. Raras veces se ve en un nivel inferior á 2000m. y la he observado á más de 3000m. en el Volcán de Turrialba y en el Cerro de Buena A'ista. Sus flores encarnadas son muy vistosas y, según "Wercklé (Tropenpfl. Vil, 1903, p. 436) sus frutas grandes y parecidas por su consistencia á las de la P. quailraiignlnris son también comestibles. Granadilla real. Passifloraceae. l'assijlora quadrangularls L. Syst. 10: 1248. 1758-59. Esta especie tiene la flor nuiy parecida á la de la granadilla común, de la que difiere por sus bejucos cuadrangulares, su foliaje más tupido, con liojas grandes y lucientes. Su fruta, su no cambia color verde lustroso por la maduración ; es de carne acídula muy refrescante y del tamaño de una sandía. Guabo — Véase Hombre grande. Guacalero — Véase Calabacero. Guacamayo. Papaveraceae. Bocconia frutescens L. Sp. Pl. 1: 505. 1753. Planta subleñosa, invasora de los rastrojos fértiles. Alcanza hasta 3 metros de altura : tiene hojas laciniadas y hediondas, y sus raíces exsudan una leche anaranjada. En varias partes se le llama tabaquiUo. Guácimo. Sterculiaceae. Guazuma ulmifolia Lam. Encycl. 3, 52. 1789. Árbol de la tierra caliente de ambas vertientes, que raras veces pasa de 15m. de altura. La madera es blanca y bastante resistente, pero no se usa sino para leña. Las hojas y frutas son muy apetecidos por el ganado. En algunas partes este arl\)ol lleva el nombre de guácimo blanco. Guácimo macho. Tiliaceae. Luehea speciosa Willd. in Ges. Naturf. Fr. Schr. 3, 410. 1801. Hermoso arliol de flores blancas, especial de la vertiente del Pacífico, desde el pie de las lomas hasta ima altura de lOOOm. poco más ó menos. Guácimo macho de montaña. Tiliaceae. Lnchra Set'inanni Plancli. & Triana in Aun. Se. Nat. Ser. 4, 17, 348. 1SH2. Esta especie se encuentra en la zona inferior de ambas vertientes, desde el nivel i\v\ mar hasta unos 300m. de altura. Guácimo molenillo. Tiliaceae. Luehea Endopogon Turcz. in Bull. Soc. Nat. Mosc. 31 : 1, 225. 1858. Pl. XVIII. Este hermoso árbol, de mayor porte que los dos anteriores, se ha encontrado hasta la fecha solamente en la península de Nicoya, y en la costa afuera del Guanacaste. Delie su nombre de molenillo al fruto que, una vez seco y vacío de las semillas, se inserta (MI el extremo de un palito y sirve así de batidor para el chocolate. Guachipelin. Fabaceae. Diphgsa rohinioides Benth. ex Benth. & Oerst. in Kjoeb. Mdensk. Meddel. 11. 1853. Árbol pequeño pero de madera dura é incorrui)tible que se usa para basas, horcones y otros trabajos de carpintería y da además un tinte amarillo. — Etim. : náhuatl, pero algo oscuro : tal vez quauitl, árbol ; chi, chía, una especie de semilla, y pil, sufijo 98 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. diminutivo: entonces árbol de srmiJIas menudas. La forma corriente en otras partes de Centro- América es guachipeU. Quaco — Véase Hoja de Guaco. Quacuco. Malpighiaceae. MaJpighia tiitida Crantz, Inst. 2, 478. 1766. Guanacaste (Oersted 1849). También se escribe y pronuncia hvacuco. Gtiagra. Palmae. Acanthorrhiza sp. pl. El género Acanthorrhiza encierra todas las palmeras indígenas con hojas en forma de abanico y que pertecen á la tierra caliente de ambas vertientes. Estas se usan para barrer, por lo cual se llaman también palmeras de escoba. G"3'til. Rubiaceae. Genipa Caruto H. B. & K. Noy. Gen. et Sp. a, 407. 1818. Pl. XIX. Arbusto de las selvas despejadas de la vertiente del Pacífico. Su fruto contiene una carnosidad esca.sa y acídula: da también un tinte azul oscuro de (jue se aprovechaban antiguamente los ludios para pintarse la cara ó teñir sus tejidos.— Etim. : esta voz se deriva probablemente del náhuatl. Quajiniquil— Véase Cuajiniquíl. Guanábano. Anonaceae. Anona muricata L. Sp. Pl. 1 : 556. 1753. Árbol pequeño de la t|erra caliente, que produce en el tronco ó en las ramas una fruta grande, de cascara más ó menos cubierta de aguijones suaves. La carne interior de esta última es blanca, lechosa, ligeramente acídula y de sabor agradable. La madera no tiene uso: la infusión de las hojas se emplea para curar la disenteria — Etim. : Voz de origen haitiano. Guanacaste. Mimosaceae. Enterolohium cyclocarpiun Gñseh. Fl. Brit. W. Ind. 226. 1864. El guanacaste es uno de los arboles más lindos y más grandes de la tierra caliente del Pacífico. Crece en los bosques despejados, hasta una altitud de 900m. El tronco alcanza hasta un metro de diámetro, pero queda generalmente corto. Las hojas, com- puestas de hojuelas menudas, se renuevan sin cesar y se cierran durante la noche: su conjunto forma un follaje ralo de especial encanto. Las vainas ó frutos son encorvados en corta espiral, de donde el nombre específico latin y el nomV)re náhuatl. La madera es dura y pesada y tiene pocos usos: las hf)jas y frutos son nmy rebuscados por el ganado.— Etim. : náhuatl qaatihnacazlU , de quauitl, árbol, y naraztli, oreja: alusión á la forma de los frutos. Guandú. Fabaceae. Cajan Cajan (L.) Millsp. Field. Col. Mus. Bot. Ser. 2: 53. 1900. Arbusto sublefíoso, oriundo de la India, muy buena sombra para las nuevas planta- ciones de cacao y café. Las hojas son compuestas, de tres hojuelas, las flores amarillas y axillares ; las legumbres estrechadas entre las semillas son velludas y coriáceas, y las últimas, que se parecen á gtiisantes, son muy alimenticias, aunque algo duras. El guandú so llama también guandúl, timbolillo, quimbolülo y frijol de palo. Guapinol. Mimosaceae. Hymenaea Courbaril L. Sp. Pl. 1: 1192. 1753. Uno de los árboles más hermosos de la tierra caliente del Pacífico, de tronco bajo y copa deprimida, con hojas compuestas de dos hojuelas é imitando un casco de venado. Sus frutos son vainas cortas y gruesas, color chocolate, y encierran varias semillas I Pi.. XIX. Gexipa Caruto. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 99 envueltas en un polvo bUuico y soco, usado como alimento por los Indios. La madera es dura y se usa en la construcción de ¡il _Minos artefactos, como jior ejemplo los trapiclies de moler caña. — Etim.: náhuatl qaauill, árbol y pinolli, aserrín ó pinol; árbol que produce pinol. Guaría. Orchidaceae. Cattleya Skinnrri Batem. Orcliid. Mex. & Guat. t. 13. 1837-43. Vna de las más vistosas entre las llamadas parásitas. Es epifítica en ciertos árboles di' tierra temi>lada y corona los muros de los patios y los techos de muchas casas antiguas en Cartago y alrededores, en donde jiarece hal)er sido una favorita desde los tiempos más remotos: hasta es posible (pie lo haya sido de los Indios, cuyas mujeres gustan adornarse la cabeza con las grandes flores rosadas. Una variedad de la misma especie, la guaría blanca, así llamada jior sus flores niveas, es muy buscada para la exportación. — Etim. : el nombre es indígena. Guaría de Turrialba. Orchidaceae. Cattleya Doiviana Batem. in Gard. Chron. 922. 1866. Esta Orquídea, linda entre las numerosas especies de esta orden que crecen en el país, parece ser localizada en la zona intermediaria entre la tierra caliente y la tierra templada, en la vertiente del Atlántico. Como lo indica el nombre, fué conocida l)rimeramente en la aldea de Turrialba, de donde ha desaparecido casi por completo: en la actualidad los Indios la traen de los valles del Pacuare y del Chirripó. Parece crecer con preferencia en el laurel. Guarumo. Moraceae. Cecropia mexicana Hemsl. Biol. Centr. Anier. Bot. 3: 151. 1882-86. Cecropia al/tusa Tréc. in Ann. 8c. Nat. >Sér. 3, 8: 79. 1847. Cecropia p)olyjihJcbia Donn. Sm. in Coult. Bot. Gaz. 27: 442. 1899. Existen en Costa Rica por lo menos tres especies distintas del género Cecropia, pero son tan parecidas cuando vistas superficialmente, que el vulgo no las distingue. Son arlnistos de tallo simple ó árboles de poco tamaño, que aparecen por lo regular en los desmontes abandonados de la tierra caliente. El tronco es blancuzco y hueco, las hojas son peltadas y palmatilobadas, y las flores en amentos colgadizos. Los guarnmos abrigan ger.eralmente hormigas y presentan v.n interesante caso de simbiosis. Los Tr.dios sacan de la corteza de estos árboles una fibra resistente que usan para mecates, etc. — lítim. : la voz guarumo es probablemente de origen cubano ó haitiano. Guarumo de montaña. Moraceae. I'uiiroiniia asjia'a Trec. in Ann. Se. Nat. Ser. 3: 8, 102. 1847. Árbol escaso en las selvas de tierra caliente de and)as vertientes. P^n el valle del Amazonas, los Indios comen las frutas, las que parecen haber escapado á la atención de nuestros naturales. Guastomate. Myrsínaceae. Ardisia revoluta H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 3: 246. 1818. Arljusto de la tierra caliente del Pacífico. Las pavas de monte son nuiy golosas de sus abundantes frutitas, color de púrpura oscuro y llamadas frutas de pava. — Etim. : náhuatl. Guatemala. Irídaceae. Tigridia Pavonia Ker. Gawl. in Kon. et Sims Ann. Bot. 1 : 246. 1S04. Planta de flor vistosa, muy á menudo cultivada en los jardines, pero silvestre ó aclimatada en las milpas de los cerros de Zurquí, Carizia, Barba, etc. — Etim. : alusión á los colores de la flor, que son los de la bandera de Guatemala, ó al origen supuesto de esta planta. 100 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Quavo. — Se da este nombre á todas las Ingas cnya fruta encierra nnapnlpa comestible. Quavo machete. Mimosaceae. Inga speciabilis Willd. in Walp. Rep. 5, 637. 1845-46. Esta especie, que alcanza hasta 12m. de altura, se lia observado con más frecuencia en las partes oriental y meridional del país, en Sipurio y Boruca especialmente. En esta última localidad encontré vainas que medían más de 60cm. de longitud, y cerca de 6cm. de ancho. Quavo mecate. Mimosaceae. Inga ingoides Willd. Sp. 4, 1012. 1799. El nombre alude á las larguísimas vainicas — las hay de cerca de Im. — cilindricas y más ó menos torcidas, que produce este árbol. Por la misma particularidad, se le llama también guavo torcido. Quavo peludo. Mimosaceae. Inga portohfllensis Beurling in Vet. Akad. Handl. 8tockh. 122. 1854. En varios lugares de la tierra caliente, como por ejemplo en Rio Hondo, el nombre de guavo peludo se aplica á la especie indicada, por tener las vainicas cubiertas de un tupido vello rojizo. Pero en la región cafetalera del valle del Reventazón, el mismo nombre se da á otra ú otras Ingas, aún sin identificar, esta vez porque tienen las hojas velludas. Quavo real. Mimosaceae. Inga sp. Se dice que esta especie se introdujo de Guatemala, aunque no hay razones que permitan dudar de su indigenato en Costa Rica. Tiene vainicas como de 25cm. de longitud, 3cm. de ancho y bastante gruesas y éstas contienen una pulpa muy dulce. Se encuentra raras veces en los cafetales, así en Nuestro Amo. Quavo torcido — Talamanca. Véase Quavo miecate. Quavito. Mimosaceae. Inga multijuga Benth. in Trans. Linn. Soc. 30: 615. 1875. Arbusto de 2-3m. de altura, muy prolífico. La pulpa de las vainicas es de sabor muy rico. Encontré esta especie en los pantanos de Sierpe. Quayaba mica. Rubiaceae. Posoqueria laiifoUa Roem. & Schult. Syst. 5 : 227. 1819. Nicoya. Arbusto notal)le por sus hermosas flores. Estas se dan en corimbos: la corolla es nivea con un tubo muy largo. Quayabo. Myrtaceae. Psidium Guayava L. Sp. Pl. 1 : 470. 1753. Existen en el país las variedades pomífera y pyrifera ; en la primera, las frutas son grandes, globosas ú ovaladas : este último carácter se acentúa en la segunda. Observé aquella en Tuís y otros puntos de la vertiente del Atlántico, ésta solo una vez en el Guanacaste. Mientras en Jamaica se extrae de esas frutas una delicada jalea que se exporta á Inglaterra, llaman poco la atención en este país. La forma típica produce frutos pequeños, ligeramente astringentes. La madera de este arl)ol es dura y excelente para leña. La decocción de los botones florales es un remedio eficaz contra las diarreas y los flujos de sangre. El guayabo crece de O á 1400m. en ambas vertientes. En condiciones favorables y con el auxilio del ganado, que trasporta las semillas de un lugar á otro, se multiplica con una faciliilad asombrosa, hasta formar esos guayabales característicos para ciertos districtos de la tierra caliente, ^'arios autores atribuyen á la voz guayabo un origen haitiano. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 101 Guayabillo — Véase Qüísaro dulce. Guayabillo — Véase Qüití. Guayacán. Bignoniaceae. Tecoma chrysantha DC. Prodr. 9: 221. 1845. Es muy prol)able que es á este especie, muy distinta del Guayacum officinale aún no si'ñalado en Costa Rica, al que hay que asimilar los varios {/vayacavcs de la tierra caliente del Pacífico. El T. chrysantha es un árbol de mediano porte, que bota las liojas al tiempo de florecer y se cul)re entonces de un sinnúmero de flores grandes y amarillas. Su madera, de grano muy fino, es blanca ó amarillenta con vetas más oscuras; es muy buscada para trabajos de ebanistería. En Nicoya, la misma especie se conoce bajo el nombre de corteza amarilla. Guillotina— Véase Chiberrillo. Guijarro. Apocynaceae. Stemmadenia bignoniaejfora Miers, Apocyn. S. Amer. 77. 1848. Árbol pequeño de los setos y bosques de la tierra templada, notable por sus corolas grandes, acampanadas y de garganta dorada, y sus frutos gemelos simulando cuernos de moruero. Echa una leche abundante y resinosa, que se usa para untar los palitos empleados para prender pajaritos y es muy venenosa. El uso de la ceniza de guijarro en la preparación de las tortillas suele causar accidentes de alguna gravedad. Algunos escriben bijarro. Guineo — Véase plátano. Güísaro. Myrtaceae. Psidium vioUe Bertol. El. Guatim. 22, t. 9. 1840. Arbusto ó arbustillo que crece en los repastos de la tierra templada. Las frutas son pequeñas y agrias. El nombre es indígena. Güísaro dulce. Myrtaceae. I'sidiu7n savonan^m Donnell-Smith in Coult. Bot. Gaz. 23: 244. 1S97. Muy parecido por su porte al anterior. Crece en las sabanas del valle del Diquís después de los incendios anuales y es probable que no difiere específicamente del Psidium Ara<;a Raddi. Las frutas son dulces. En Térraba lo llaman á veces guayabillo. Güití. Celastraceae. Gyminda Tonduzii Loes. Engl. Bot. Jahrl). 29: 98. 1900. Arbustillo de los valles de Dota. Lo llaman también guayabillo, aunque impropia- mente. Güitite. Solanaceae. Acnistus arborescens Schlecht. in Linnaea 7, 67. 1832. Arbolito de 4-5m. de altura, de madera blanca y suave, corteza rugosa, hojas grandes, flores blancuzcas y numerosísimas, y frutas rojas muy buscadas por los yigüirros. Crece desde el nivel del mar hasta 2000m. de altitud y alcanza mayores dimensiones cerca de su límite superior. Es madera de pega y se usa en los setos vivos. En la medicina popular es muy afamado y se emplea en la curación de los hemorroides y otras enfermedades. — Etim. : Es palabra indígena y se escribe tambiem huitite. Haba — Véase Vicia Faba. Habilla — Véase Cabalonga. 102 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA, Habilla. Mimosaceae. Entada scandens Benth. in Hook. Jonrn. Bot. 14: ?>'¡\'l. LS42. Bejuco de tierra caliente que alcanza á veces dimensiones enormes y es notable también por el tamaño de sns vainicas y de sus semillas. Estas líltimas son como un reloj de bolsillo grande y tienen el perispermo muy duro. La corteza del bejuco es astringente y á las semillas se les atribuyen varias propiedades medicinales, entre ellas la de curar la mordedura de las serpientes. I^os Indios vacían esas semillas y las usan para guardar los fulminantes. Habilla es diminutivo de haba. Habillo. Euphorbiaceae. Hura crepUans L. Sp. Pl. 1: 1008. 1753. Uno de los árboles más altos y corpulentos de tierra caliente (0-800m.). Su tronco alcanza hasta l,50m. de diámetro y 20m. de altura y lo corona una copa inmensa y deprimida. La corteza está cubierta de aguijones; las hojas son acorazonadas y dentadas, las flores unisexuadas, en amentos las de estambres y aisladas las de pistilos. La fruta es una cápsula multilocular bastante grande y que recuerda por su forma los tomillos de la malva: una vez madura, revienta con detonación, dejando escapar las semillas que se hallan aisladas en cada celda. Estas semillas se usan á veces como purgante por los campesinos de la costa del Pacífico, pero es peligrosa ya en pequeíia dosis. La leche que mana de la corteza es muy caustica y causa á menudo accidentes en los ojos de los hacheros que derriban el árbol ; se le atribuye también el evene- namiento de las aguas que bañan las raíces. La madera es blanca, suave y de poco uso, aunque resiste bien al agua. El tronco, una vez caído, se vuelve sitio preferido de las larvas de algunos coleópteros xilófagos. El habillo es el sand-box tree de los Jamaicanos. Hierba de corazón. Labiatae. Salvia costariccn>iis Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. 39. 1853. Valle del Jarís (Oerst. 1849). Pequeña salvia de flores azureas. Hierba mora. Solanaceae. Solanum nigrum L. Sp. Pl. 1 : 186. 1753. Mala hierba común en los cultivos. Higuera. Moraceae. Ficus Carica L. Sp. Pl. 2: 1059. 1753. La higuera común da abundantes cosechas en la tierra templada de Costa Rica, aunque la fruta es generalmente de calidad inferior. Los alrededores de Cartago tienen la especialidad de este cultivo. Higuera. Araliaceae. Orcopanax xalapense Dcne & Planch. in Rev. Hort., Ser. 4, 3: 108. 1854. Alajuela. Hermosa epífita de la región montañosa, cuyas hojas recuerdan las de algunas higueras cultivadas. Higuerilla. Euphorbiaceae. Ricinus communis L. Sp. Pl. 1 : 1007. 1753. Especie cultivada algunas veces como sombra en los cafetales nuevos, y conocida también de los Indios, que alum1)ran sus casas con las semillas ensartadas en la punta de un palito. Este último detalle deja suponer una introducción luny antigua, así como también el hecho de encontrarse la planta naturalizada en lugares nunca habi- tados por gente blanca. En las costas, la higuerilla alcanza las dimensiones de un árbol. Higuerón. Moraceae. Ficus sp. pl. Nombre común á todos los Ficus indígenas de hojas pequeñas, en oposición á chila- Pi.. XX. Bryophyllum calycinum. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. lOo mate. Son por lo general árboles hermosos, de copa característica, tronco bajo y raíces superficiales. Forman un elemento favorito en el adorno de los jardines públicos. Higuito. Moraceae. Ficus sápida Miq. Aun. Mus. Bot. Lugd. Bat. 3 : 299. 1867. Higuerón de hojas menudas de la tierra templada. No alcanza el tamaño de muchos de sus congéneros, pero la densidad de su foliaje lo hace preferir para el altrigo de los sesteos á lo largo de los vías carreteras. Sus f ratitas moradas y agridulces son muy gustadas de los pájaros y de los niños. Es posible que este nombre sea común de varias especies. Hinchador. Rutaceae. liJius juglandifoUa Willd. ex Schult. Syst. 649. 1832. Árbol pequeño, escaso en la zona superior de la tierra templada. Se asegura que el infeliz que manosee su corteza ó sus hojas, ó que descanse bajo su sombra, se ve acosado de una hinchazón general y no tarda en morirse. Pero no conozco caso bien patenti- zado de tal accidente y hay prol)abIemente exageración en la creencia popular, aunque varias especies del mismo género son conocidas como venenosas. Hoja chigüe — Véase Chumico de palo. Hoja de alacrán — Véase Alacrán. Hoja de calentura. Piperaceae. Piper tenuispicum C. DC. ined. Cartago. Uno de los numerosos cordoncillos. Hoja de guaco. Compositae. Mikania Guaco Humb. & Bonpl. Pl. Aequin. 2: 84, t. 105. 1808-09. Bejuco de liojas triangulares, más ó menos dentadas y de color morado en su cara inferior; las flores son blancas y poco aparentes. Planta afamada como antídoto del veneno de las serpientes y como febrífugo. Hoja de la estrella. Piperaceae. Piper anrittmi H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 1: 54. 1815. Planta aromática, de tallos casi herbáceos y hojas grandes, acorazonadas. Crece en macizos aislados en los lugares frescos y fértiles, desde la orilla del mar hasta una altitud de 1200m., poco más ó menos. Las hojas frescas se usan para aliviar los dolores de cabeza y probablemente para la curación de otras enfermedades, como j)or ejemplo para quitar la inflamación de las heridas. Es el anisillo de la costa del Pacífico, y el •¡nanea Idanco de Torraba y de los Chiricanos. Hoja del aire. Crassulaceae. Jh-i/ophi/llum calycinum Salisb. Parad. Lond. t. 3. 1805. Pl. XX. Tal es la vitalidad de esta planta que hojas, ó trozos del tallo ó de la raíz, siguen l)rotando mucho tiempo después de desprendidos de la mata, y auníjue estén fuera del alcance del suelo y de la humedad. Parece realmente vivir del puro aire. Hoja de lapa. Cyclanthaceae. diclanthiis bipartitus Poit. in Mém. Mus. Par. 9: 36, t. 2. 1822. Planta escasa en los lugares cenagosos, sin usos conocidos. Nicoya. Hoja de salbe. Loganiaceae. Buddleia verbascifolia H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 2: 351. 1817. Térraba. Esta planta machacada se usa en cataplasmas para alejar la inflamación de las partes del cuerpo que hayan sido golpeadas ó contusas. Hoja de pasmo. Melastomataceae. Micunia impetiolaris D. Don. in Mem. "Wern. Soc. 4: 316. 1823. Arbusto característico de las sabanas de la vertiente del Pacífico. No he podido 104 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. averiguar con certeza el origen del nombre vulgar de e.sta Miconia, solo que se deba al hecho de arrollarse ó encogerse sus hojas durante los fuertes calores del verano, osten- tando así el color blanco de su cara inferior. Hoja de sen — Véase Clavellina. Hoja quema. Compositae. Ononeris panícula ta Mog. & Sessé ex DC. Prodr. 7: o3. LSo(>-38. Pacaca. Planta de follaje vistoso, común en los charrales. Hombre grande. Simarubaceae. Quassia amara L. Sp. Pl. 2: 553. 1753. Arbusto de 2 á 5m. de altura, de flores encarnadas dispuestas en luengos racimos. Es bastante escaso en los bosques de la tierra caliente del Pacífico, y es uno de los prin- cipales remedios de los Indios. Estos dividen el tronco en trozos de 30-60cm., mío de los que siempre llevan en sus viajes, y que llegan algunas veces á vender á los mercados del interior. Contra las calenturas y como aperitivo se toma la infusión de la raspadura de estos trozos. En la región del país contigua á Chiriquí se llama guabo. Hombrón. Araceae. Dracontium PiíHeri Engl. in An. Inst. Fis. Geogr. Cost. Paca. 8: 209. 1896. Esta hermosa Arácea crece en las selvas de suelo hiímedo y feraz de la costa del Pacífico. Su tubérculo es voluminoso y de sabor acre, y puede comerse una vez cocido. Los peciolos de las hojas tienen hasta 3m. de largo con una lámina en pro- porción. El pedúnculo floral tiene 2m. y más y la espata unos 50cm. de largo con el mismo ancho. La infusión de las hojas so usa para matar los gusanos en las llagas de los animales; el uso simultáneo interno y externo de la misma se reputa excelente contra la ponzoña de la culebra hocaracá. Hormigo. Polygonaceae. Triplaris tomentosa Weddel. in Ann. Se. Nat. Ser. III, 13: 265. 1849. Árbol pequeño de la tierra caliente del Pacífico. Es dioico, y con inflorescencias más ó menos encarnadas y vistosas; la madera, que no tiene uso, es hueca y siempre infestada con hormigas. En Nicoya, este árbol se llama tabaco. Horquetilla. Rubiaceae. Randia jalapensis Mart. & Gal. in Bull. Acad. Brux. 11, 1: 239. 1844. Nicoya. Huacuco — Véase Quacuco. Huastomate — Véase Quastomate. Huesillo. Sapindaceae. Allophyius psilospermufí Radl. in Sil)zungsb. math. phys. Cl. bayer. Akad. AViss. 20: 230. 1890. Arbusto de los bosques despejados del valle del Diquís. Huesillo — Véase Cantarillo. Hugro. Bixinaceae. Oncoba laurina Benth. in Journ. Linn. Soc. 5, Suppl. 2: 81. 1801. Árbol de 8-12m., de tronco blanco y derecho y frutos en forma de cápsulas esféricas, provistas de aguijones. Común en los bosques de las partes áridas del valle del Diquís, liasta unos GOOm. de altitud. Su madera es dura y desempeña un papel importante en la construcción de las casas de los Indios. — Etim. : térraba hu, casa, gró, madera, palo; madera de (hacer) casas. Es una de las pocas voces sacadas del referido idioma que se conservan entre los ladinos, después de haber perdido el acento íinal (hu-gró) ó en variaciones como ugre. Pl. XXl. Castilla costaricana. Pl. XXII. Castiixa nicoyana. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 105 Huítite — Véase Güitite. Hule. Moraceae. Castilla costaricana Liebm. Vidensk. Selsk. Skr. 5, 2: 319. 1851. Pl. VII, XXI. Castilla nicoyana O. F. Cook, Science, N. Ser. 18: 438. 1903. Pl. XXII. De estas dos esi^ecies se extrae la mayor parte del caucho que se exporta de Costa Rica. La primera, C. costaricana, es característica de la vertiente del Atlántico, en donde se da desde el nivel del mar hasta cerca de 800m. de altitud. La segunda especie, C. nicoyana, se encuentra solo del lado del Pacífico, en donde se ha observado desde la frontera de Nicaragua hasta los Quepos y también, aunque pocas veces, más al Sureste. En los últimos años, se han hecho en el país extensas plantaciones del C. costaricana, princi])almente en las llanuras de San Carlos ; pero no se conoce aún el éxito de esas empresas. La sangría de los árboles puede empezarf^e cuando hayan alcanzado unos siete años y se continúa de seis en seis meses por bastante tiempo, si se practica con el cuidado indispensable. Unos 400 á 500 gramos de hule beneficiado por árbol y por año pueden considerarse como rendimiento normal y remunerador, jtero no hay que esperar más y es preciso desconfiar de los prospectos exagerados que se publican de vez en cuando con respecto á este cultivo. Los pocos datos fidedignos que se han con- seguido hasta la fecha parecen demostrar además la superioridad, en producto y cali- dad, del hule de la costa del Pacífico. La palaljra htde se deriva del naliuatl ulli ú olli, caucho ó goma elástica; el árbol se llamaba olquauitl. Se escribe también ule. Hule blanco — Véase Hule macho. Hule macho. Moraceae. Castilla fallax O. F. Cook in Science, N. Ser. 18: 438. 1903. Este árbol, que produce una resina muy escasa en caucho, forma bosquetes bastante extensos en ciertas partes de la cuenca del Diquís, y en los vallecitos que se abren directamente sobre el Pacífico. Se llama también hule blanco. lasú. Vitaceae. Vitis sicyoides Miq. Ann. Mus. Bot. Lugd. Bat. 1 : 83. 1863-64. Es bejuco, empleado en la confección de canastos. Icaco. Rosaceae. Chrysobalanus Icaco L. Sp. Pl. 1 : 513. 1753. En la costa del Pacífico, hemos observado dos tipos de Chrysobalanus. El uno es de hojas menudas (ocm. de largo por 3cm. de ancho), más ó menos ovaladas y atenuadas en su base, con inflorescencias poco fornidas y frutos alargados, de color pálido; éste es jirobablemente el C. Icaco típico. El otro, que parece ser una simple variedad del anterior (C Icaco var. pellocarpus DC. Prodr. 2: 525), tiene las hojas mayores y redondas (6, 5cni. de largo por 5 de ancho), las frutas mayores, esféricas y de un color rosado más ó menos oscuro ; el desarrollo general de la planta es también más robusto. Esta forma se ha observado en ambas costas, en donde la especie es característica del cordón litoral. Según la mayor ó menor feracidad del terreno, es á veces un árbol pequeño, de 1 hasta 6m. de altura, y otras veces no pasa de ser un mero arhustillo. Las frutas de ambas formas, aunque bastante dulces, tienen un sabor áspero suigeneris. Ingerto. Apocynaceae. Flumeria Lambertiaiía Lindl. Bot. Reg. t. 1378. 1830. Cultivado por sus flores en los jardines de Nicoya. Ipecacuana — Véase Canchalagua. 106 LAS PLANTAS USUALES LE COSTA lUCA. Ira. Lauraceae. Ocotea cunéala Mez. iu Engl. Bot. Jiihrb. 36, Beibl. 67: 17. 190L Árbol de mediano tamaño, de tronco ¡joco grueso y copa alargada. La madera es amarillenta con vetas oscuras, de grano bastante fino, fuerte aunque suav(í para traba- jar, y raras veces atacada por los insectos. Bajo el mismo nomljre se incluyen sin duda otras especies del mismo género. Ira. Fagaceae. Ulmus mexicana Planch. in DC. Prodr. 17: 150. 1873. Árbol pequeño de los bosques de Dota. Ira colorado. Lauraceae. Bellota costaricensis Mez. in Jahrb. Bot. Gart. Berl. 5: 127. 1SS9. Rio Segundo. Árbol de medio tamaño y madera rojiza. Ira colorado. Laplacea semiserrata Cambess. in St-Hil. Fl. Bras. mer. 1 : oOO. 1.S25. Árbol mediano de los alrededores de San Pedro de Alajuela. Ismoyo. Anacardiaceae. Spondias sp. Árbol pequeño de la tierra caliente, de frutas diminutas y acídulas. Itabo. Liliaceae. Yucca elephantipes Regel, Gartenfl. 8: 3."). 1859. Del itabo ó itavo puede decirse que es una de esas plantas medio cultivadas heredadas de los Indios, quienes la aprovechaban de varios modos. Es muy j)egaxJor y en otros tiempos se ha usado extensivamente para cercas ó vallados. Las liojas dan una fibra fina y fuerte, y que, aunque corta, alcanzaría altos precios en los mercados del exterior; los Indios la usaban y la usan aún para ciertos trabajos finos, bandas, mochilas, etc. Estas hojas, divididas en tiras angostas, sirven á los hortelanos para ataduras, etc. Ijíis flores se comen guisadas ó en forma de ensalada; son algo amargas y tónicas. El itabo es planta de la tierra templada, pero alcanza hasta en la tierra fría y se ve tamljien en la tierra caliente del I*acífico, junto con otra especie aún sin identificar y que se conoce con el nombre de daguillo. La palabra ?7a?)o parece de origen indígena. Izarco — Véase Ojoche. Jaboncillo. Sapindaceae. Siipindus Saponaria L. var. inaequalis Padl. in Fl. bras. XIII, 3: 517. 1900. Árbol pequeño de la vertiente del Pacífico, en donde se eleva desde la costa hasta unos 1200m. de altitud. Alcanza hasta lOni. de altura y su madera es excelente, aunque raras veces usada para trabajos de car])intería. Las frutas se emplean como sustituto del jabón y parecen contener una cierta proporción de saporiina. Jacintino zacate. Cyperaceae. Mariscus Jacquini H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 1, 21(> in obs. 1818. Cartago. Jalacate. Labiatae. Salvia pohjstachya Orteg. Hort. Matr. Dec. 55. 1797-1800. Meseta central. INIala hierba común en las sabanas de las partes calientes. Jalacate. Compositae. ('alea axillaris DC. Prodr. 5 : 673. 1836. Planta semileñosa, de flores amarillas y abundantes, de los lugares secos de la tierra templada. El nombre es de origen nalniatl. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 107 Jaltomate. Solanaceae. Sararha Jaltomata Schlecht. Iiid. Sem. Ilort. Ilal. 10. 1889. Mala hierba en lo.s cultivos y escombros de la tierra caliente del Pacífico. — Etini. : náhuatl xaUi, arena, y tomatl, tomate; tomate que crece en lugares arenosos. Jamaica. Myrtaceae. Pimenta Phnenta Cock. in Bull. Torr. Bot. Club. ID: 95. 1892. Árbol pequeño, de copa deprimida, flores blancas y frutas aromáticas. Aunque se cree generalmente que es indígena en todo Centro América, lo he visto sólo cultivado y sus frutitas no parecen aprovecharse. Javilla— Véase Cabalonga y Habilla. Javillo — Véase HabtUo. Jelinjoche. Bombacaceae. Pacliira sp. Arbusto de flores grandes y rosadas, apareciendo éstas después de caídas todas las hojas. Es silvestre en los bosques de la península de Nicoya y se tolera algunas veces como adorno en la vecindad de las casas de los naturales. Jelinjoche se deriva del náhuatl ; la misma especie se llama también quirihuio ó qiiiríguillo. Jícaro— Véase Calabacero. Jiñocuave. Burseraceae. Bursera gummifera L. Sp. Pl. 2: 471. 1753. Árbol grande de la tierra caliente y de la zona inferior de la tierra templada de ambas vertientes. El tronco es grueso, la corteza rojiza, renovándose constantemente; las hojas son compuestas y caducas, hallándose el árbol completamente desprovisto de ellas en ciertas épocas. El tronco y las ramas dejan escapar una goma conocida con el nombre de clegiimi/' ó tacamahaca que se considera eficaz para la curación de ciertas enfermedades hecsvtas y de las úlceras rebeldes. Este árbol se llama también jlüotr—FAun. : náhuatl xioquauiü, de xioü, sarna, y quauitl, árbol, ésto es, árbol de sarna ó sarnoso, alusión á la apariencia ile la corteza. Jinete— Costa del Pacífico. Véase Jiñocuave. Jiquilijoche. Apocynaceae. Piumeria bracieata A. DC. in DC. Prodr. 8: 894. 1844. Arbusto de flores olorosas frecuente en Nicoya.— Etim. : náhuatl (■hiquiHchtli, cigarra, y xochitl, ílor: chlguiUrorhitl, ílnr de cigarra. En Alajuela, he oido llamar al mismo arbusto mangle, aunque muy improj)iamente. Jiquilite— Véase Añil.—Etim. : náhuatl xiuhlic, azul, y qnellll, quelite azul. jq(,q_ Anacardiaceae. Spondias lútea L. Sp. Fl. 2: 618. 1753. Árbol grande, de corona arredondeada, hojas compuestas, flores en racimos blancos y olorosos, y frutos amarillos parecidos á jocotes grandes. Estos son nuiy aromáticos y de sa])or acídulo y refrescante. La madera es blanca y suave y no parece tener uso sino como viadcra de pega en los setos de la tierra caliente. Jocote común— Véase Ciruelo. Jocote tronador — Véase Ciruelo. Jorco. Guttiferae. liheedm edulis Planch. & Triana in Ann. Se. Nat. Ser. 4, 14: 310. 1860. Este árbol crece en las selvas inferiores de la vertiente del Atlántico y en las gargantas húmedas de la del Pacífico. Su fruta es amarilla, lisa, del tamaño de un 108 LAS PLANTAS USUALES DK COSTA RICA. hnióu y de sabor agradable. El tronco no alcanza grandes dimensiones pero es muy recto y aunque la madera no es dura se usa en las construcciones por no estar sujeta á la carcoma de los insectos. Juanilama. Verbenaceae. Lrppia grmmata H. B. K. Nov. Gen. et Pl. 2: 266. 1818. Planta aromática y excitante, así como varias otras especies del mismo género. Juanilama mocha. Labiatae. Hi/ptis re rti dilata Jacq. Ic. Rar. 1, t. 118. 1781-86. Emi)]eada en infusión como remedio contra los cólicos. ^^^^- Urticaceae. Trema micraniha Blume Mus. Bot. Lugd. Bat. 2 : .18. 1856. Árbol pequeño de tierra caliente y templada. La corteza da una fibra muy re- sistente. En Santa Clara lo lie oido llamar capulín y vara blanca. La voz juco es indígena. ■^"^^^- Apocynaceae. Plumería acuti/nlia Poir. Encycl. Suppl. 2: 667. 1811. Arbusto ornamental, á menudo cultivado en los jardines de San José.— Etim. : naliuatl xochitl, flor.— Véase Cacalojoche. J"P't^'"- Lythraceae. lAtijerstroentia nidica 'L. Syst. 10: 1U76. ]7o8-,5(). Arbusto ornamental oriundo de la India y muy esparcido en los trópicos. •^"P'^^*"- Malpighiaceae. Malpighia glabra L. Sp. Pl. 1 : 425. 175,S. Arbustillo de flores rosadas, de la tierra templada. Lagartillo. Rutaceae. Zartihoxyhim procernm Donnell-Smitli. Coult. Bot. Gaz. 23: 4. 1897. Árbol grande de las tierra caliente y templada, pero que se eleva más en la última del lado del Pacífico (0-1500m.). Su tronco es espinoso, las hojas compuestas, las in- florescencias en grandes panículas de florcitas blancas. Lágrima de San Pedro. Qramineae. ('t>i.r Larri/iiKt Juhi L. Sp. Pl. 1: 1261. 1750. ITna de las ])ocas Gramíneas que suelen ser cultivadas en los jardines. Aunque oriunda de la India, es suljspontánea y se aprovecha á veces como forraje; las semillas se usan para hacer gargantillas y rosarios. L^"*"®'- Boraginaceae. Cordla Gerascauihus L. Syst. 10: 9o6. 1758-59. El laurel es uno de los arboles más importantes del país como madera de construcción. El tronco es derecho, con corteza blanca; las hojas son pequeñas, enteras, elípticas- lanceoladas ; las flores blancas, muy olorosas y en racimos grandes. La madera es bastante fina y dura, de color castaño claro y fácil de trabajar; se reputa como incor- ruptible y se usa especialmente para pisos. El laurel crece en ambas vertientes del país desde el nivel del mar hasta 1500m., poco más ó menos, pero alcanza mayores dimensiones en la vertiente del Atlántico. Lechilla. Euphorbiaceae. J'Juphurbia Iloffmanniana Boiss. in DC. Prodr. 15, 2: 99. 1866. Arbusto común en los setos de tierra templada, de hojas elípticas y menudas, y flores verduzcas. Contiene uiui leche ácrida y venenosa. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 109 Lechuguilla. Compositae. Soiiclius oJeraceus L. Sp. Pl. 4: 794. 1753. Mala hierba, oriunda de Europa y naturalizada en los cultivos de la tierra tenii>lada. Se llama también cerraja. Lentisco. Lauraceae. Litsea g-imtemalensh Mez in .Tahrl). ])ot. Gart. Berlin 5: 47i». 1889. Árbol ijequeño, aparentemente escaso en la tierra templada. Lengua de vaca. Melastomataceae. Co)io>ih'gia ¡anceolata Cogn. in Coult. Bot. Gaz. 16: 708. 1891. Han José. Arbusto de hojas lanceoladas-denticnladas y flores blancas, común en la tierra templada. En otras partes de la meseta central se Wama pú y purn', nombres indígenas ambos. En Alajuela el C. lanceolata y C. Pittieri Cogn. llevan el nombre de esrobilla. Lengua de vaca. Melastomataceae. Leandra subseriata Cogn. in Mart. Fl. Eras. 14, 4: 73. 1886. Alajuela. Otro arbusto de la misma familia que el anterior. Leña gata— ^ éase Cantarillo. Lima. Rutaceae. Citrus Limctta Riss. et Poit. in Ann. Mus. Par. 20 : 19."), t. 2. 1813. Especie de limón ihilce, de sabor ligeramente azucarado. Cultivado. Limón. Rutaceae. CU rúa medica limón L. Sp. P!. 2: 782. 1753. Árbol pequeño, cultivado y también subspontáneo desde el nivel del mar hasta unos 1400m. El fruto, pequeño y ácido es muy preciado y usado para refrescos, conservas, etc. La limonada caliente se reputa como antibiliosa. Limoncillo. Monimiaceae. Siparuna jinicJliformis Perk. in Engler's Bot. .lahrl). 28: G92. 1901. Arbusto de tierra caliente, de flores poco aparentes y frutas rosadas. Los Indios usan los retoños derei'hos para hacer sus cerbatanas. Limoncillo. Rutaceae Zanthoxylum Limoncello Planch. & Oerst. ex Tr. & Planch. in Ann. Se. Nat. Ser. 5: 14: 312. 1872. Arbusto espinoso, de flores pequeñas y verduzcas, hediondo á chinche, frecuente en Ochomogo, Tres Kios, Cartago y otros puntos de la tierra templada. Se llama tand)ien zorillo. Limón de Florida. Rutaceae. Citnis medica L. Sp. Pl. 2: 782. 1763. Pequeño árbol, «le hojas y frutas grandes; raras veces cultivado. \jif\o, Rubiaceae. Lindenia rivalis Benth. Pl. Hartw. 351. 1839-57. Nicoya. Arbustillo de hojas angostas, notable por el larguísimo tubo de sus niveas corolas. Crece en las arenas y rocas de los rios de la tierra templada del Pacífico. Llantén. Plantaginaceae. riaiitntjo niajnr L. Sp. Pl. 1: 112. 1753. Es planta aparentemente introducida, pues solo se encuentra en las poblaciones del interior del país. Se usa en infusión contra ciertas enfermedades de las mujeres : con las hojas frescas ó molidas se hacen cataplasmas emolientes. Dos otras especies de Plantago se han introducido en el país con semillas de pastos. Una de ellas (Pl. lance- lio LAS PLANTAS USUALES DE fOSTA RICA. olaia) de hojas largas, angostas, y ue color oscuro, se desarrolla admirablemente en los repastos húmedos del Volcán de Turrialba y es muy apetecida por el ganado. Lorito. Mimosaceae. Pilhecolohium filicifolium Benth. in Ilook. Lond. Journ. 3: 205.. 1844. Árbol pequeño, de copa ancha y deprimida, follaje nniy espeso, formado con hojas bicompuestas de hojuelas menudas ; flores blancas en cal)ezuelas. En ambas vertientes,, desde el nivel del mar hasta unos 1200 metros de altitud. En la región de San Ramón y Grecia, la misma especie se llama conchudo. Madera negra. Fabaceae. Gliricidia macidata H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 6: 393. in nota. 1818. Desde los principios de la agricultura en las colonias españolas de América y tal vez aún anteriormente en las rudimentarias labranzas de los Indios, la madera negra ha sido considerada como el mejor protector de los cacaotales, sea por su sombra, por sü acción fertilizadora ó por el temor que tienen las taltuzas de sus raíces venenosas. Se usa también como sombra en los cafetales, pero su foliaje es muy ralo y aún desaparece completamente hacia el fin del verano. En tierra caliente, pega muy bien de estacas y es empleada extensivamente para postes vivos en las cercas de alambre. A la importancia que ha tenido en el cultivo del cacao, debe su nombre de madre de cacao. En los últimos años, ha ido cediendo paulatinamente el paso á otras especies de foliaje perenne, como lo son las Ingas, que además de abrigar en sus raíces, como ella misma, colonias de microbios nitrificadores, tienen la ventaja de proporcionar una sombra permanente y, por medio de sus hojas secas, un abono tan rico como abundante. La madera negra dura mucho en el suelo, y, como el guachipelín, es muy buscada para basas. El ganado come las hojas, que son muy nutritivas. En Santo Domingo de Osa, la misma especie se conoce i't)n el nombre de sangre de drago. Madre de cacao — Véase Madera negra. Madroño — Véase Salamo. Rubiaceae. Calycophyllum candidissimum DC. Prodr. 4: 367. 1830. Nicoya. Madroño de comer. Rubiaceae. Alihci-tia ediills A. Rich. in Mem. Soc. Hist. Nat. Par. 5: 234, t. 21. 1830. Valle del Diquís. Arbusto de tierra caliente, de flores blancas y frutas amarillas, C()mestibles, del tamaño de un limón pequeño. Maicillo. Qraminae. Tripítariim daclyloides L. Syst. 10: 1201. 1758-59. Excelente forraje de corte, oriundo del Suroeste de los Estados-Unidos é introducido hace poco en el país. Como el nuiíz, es dioico: se siembra como la caña de azúcar y forma macollas grandes, que se cortan al principiar la inflorescencia. Es reconocido por nuestros agricultores como una magnífica adquisición y sólo la desidia de los inte- resados impide su rápido esparcimiento. Se produce bien desde el nivel del mar hasta unos 200m. de altitud. ^^'^* Qraminae. Zea Mays L. Sp. Pl. 2: 971. 1753. El maíz es, con el frijol, el producto agrícola de más importancia para el consumo interior, á pesar de lo cual poco progreso se ha realizado en su cultivo. Se encuentran milpas desde el nivel del mar hasta las cumbres más altas, y el grano da hasta tres cosechas en tierra caliente y una sola en tierra fría. En tierra temi)Iada y con un cultivo muy elemental, el rendimiento usual es de 45 hectolitros por hectárea (8 fane- p ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 111 gas por manzana), pero esto podría fácilmente dnplicarse con un laboreo esmerado de las tierras y mejor selección de la semilla. Las variedades costarricenses de maíz criollo pertenecen en su mayor parte al grupo de los malees piedra de chispa (Flint Corn), así llamados por la apariencia cornuda de la sustancia rica en nitrógeno que constituye casi todo el endospermo del grano. Se clasifican en maíces blanco y amarillo, siendo el primero preferido para la elaboración de las tortillas. En la costa del Pacífico, se encuentra aveces el maíz blando (Soft Corn), ó maíz de almidón, con el interior del grano suave y enteramente blanco. En los districtos más altos se cultiva escaseamente, bajo el nombre de 7nalz de Olancho, el maíz de montaña de Guatemala, de mazorcas y granos muy grandes y muy lento en madurar. Se han introducido también algunos de los malees de hoi/uelo (Dent Corn) del Norte, pero como esta cereal se cruza con la mayor facilidad es dificil conservar tipos puros. Majagua. Malvaceae. Ilihiscus tüiaeeus L. Sp. Pl. 1 : (i94. 1753. Arbusto y aún árbol de 4-5m. de altura, creciendo exclusivamente en el cordón lito- ral y en la margen de los esteros de ambas costas. Las hojas son acorazonadas,^ y cenicientas en su cara inferior, las flores son grandes y amarillas, el fruto es una cáp- sula. La corteza da una fibra fina y muy resistente: la madera es blanca, suave y liviana. Las hojas se reputan como emolientes. Majagua. Anonaceae. Xi/lopiafruiescens Au1)l.? Pl. Gui. 1775. Arbusto del valle del Diquís, que se llama también malagueía. Majagüita. Malvaceae. Paronia dasypetala Turcz. in Bull. Soc. Nat. Mosc. 31, 1: 189. 1858. Hermosa planta, de tallos subleñosos y hojas acorazonadas y sedosas. La corteza da una fibra muy resistente, usada por los Indios. Malacahuite. Rubiaceae. Guetiarda costaricensis K. Schum. ex Tond. in Bul!. Herb. Boiss. 2: 7, nomen. 1895. Árbol de los llanos de Guanacaste y de Nicoya, de flores blancas nuiy olorosas.— Etim. : náhuatl malaqtiauül, de malacayo, frondoso, ombroso, y quauül, árbol; árbol frondoso ó que da sombra. Malagueta— Véase Majagua. Malinche— Véase Clavellina. Esta palabra se deriva del náhuatl malichtic, hacecillo ó penachillo de zacate, de cabello, etc. , alusión á la disposición de los estambres de esta flor. Malinche era también el nombre dado por los Mexicanos á Cortez, desde que tomó por compañera á la Lidia Malintzin ó Marina. Enfin maZínaZZí era también nombre de una planta. Mamey. Quttiferae. Matiimea americana L. Sp. Pl. 1 : 512. 1753. Árbol de la tierra caliente del Pacífico, generalmente esparcido en la América tropical, En su pleno desarrollo, es de gran porte, de hojas ovaladas y lucientes, grandes flores blancas y frutas voluminosas, de carne amarilla y dulce. En Costa Rica, se encuentra como árbol frutal cultivado en la proximidad de las habitaciones, pero también hay individuos aislados en bosques muy distantes de las poblaciones. Mamey es vos taina ó haitiana. 112 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Mamón. Sapotaceae. Lúcuma sp. Árbol frutal oriundo de Chile, de donde fué traido á Costa Rica, según se asegura, por don Santiago INIillet, padre de don Napoleón. Hay en San José algunos ejemplares de esta i'specie en producción, pero la fruta parece de calidad muy inferior. Mamón de Cartagena. Sapindaceae. Mflicorca bijinja L. Sji. 1*1. 2: 4!)5. ITóo. Árbol de medio tamaño, hojas compuestas, flores jieípieñas, blancas verduzcas y en racimos. Las frutas, del tamaño de un jocote, son amarillas, con pericarpio agridulce; se usan para refrescos. La almendra tostada también es comestible. Este árbol, indí- gena en la parte setentrional de >Sur-América, se ve raras veces en Costa Rica; hay varios ejt'mplares en Puntarenas. Mandarina. Rutaceae. ('¡h-Ks deliciosa Ten. Sull' Arancio Mandarino. 1840. Algunas buenas variedades de este arbusto se cultivan en los jardines de San José y alreiledores. Mangle. Rhizophoraceae. líhizüphora mangle L. Sp. Pl. 1: 443. 1753. Árbol muy conocido en aml)as costas, en donde da lugar á la formación vegetal llamada manglar (mangrove). Es pequeño (8-J2m. ), crece solamente en lugares bajos inundados por la marea, y se sostiene por medio de las raice.s aéreas que le dan su apariencia característica. La madera es blanca, i)ero se torna rojiza una vez expuesta al aire y al agua: es muy dura y se usa principalmente en la construcción de pequeñas embarcaciones. Mangle— Véase Jiquilijoche. Manglillo. Olacaceae. Heisleria sp. Térraba. Árbol pequeño de las lomas inferiores del valle del Diquís. Mango. Anacardiaceae. Mangifera indica L. Sp. Pl. 1 : 200. 1753. Según datos proporcionados por el Exmo Señor don Joaquín B. Calvo, el mango se importó por vez primera en Costa Rica en 1796, junto con el café y la canela. Otros aseguran que hacia 1830 se sembraron en San José algunas semillas procedentes de Cuba. En Nicoya, la variedad conocida con el nombre de -mango agrio se habría im- portado desde el Perú hacia LSIS, mientras el mango de pina, ó mango de racimo, vino de Nicaragua en fecha no precisada. El venerable anciano don Napoleón Millet me refirió haber visto los primeros mangos, siendo aún muy niño, en casa de una anciana García, suegra del que fué el jardinero Carmiol. Lo probable, pues, es que semillas de mango se trajeron al país de varias partes y en diversas épocas, á partir de los últimos años del siglo XVIII. Pero sea de ello lo que fuere, lo cierto es que este her- moso árbol, tan admirable por su fecundidad, es hoy día muy esparcido en las tierras caliente y templada, más especialmente en el Guanacaste, Nicoya, Puntarenas y la cuenca del Río Tárcoles. En la comarca de Limón, existen tal vez mayor número de variedades, importadas de Jamaica, y siendo la más conocida el famoso Número 11, pero son menos los ejemplares y menor tamljien la producción, por no ser el clima húmedo tan favorable á esta especie. Hasta una fecha muy reciente, el mango no existía en los pueblos indios del Diquís y de Talamanca. La fruta madura del mango es sana y agradable, á pesar de cierto sabor á trementina más ó menos acentuado según las variedades. En Nicoya, ha llegado á ser artículo de alimentación en tiempos de carestía. Con el se preparan jaleas y confituras deliciosas. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 113 Desafortunadamente, el arl)ol se reproduce de semillas con asombrosa facilidad, naciendo allí donde se bota el cuesco, con el resultado que la fruta ha degenerado muchísimo sin que nadie cuide de mejorarla con la introducción juiciosa de buenas semillas ó por medio del ingerto. El mango es originario de la India, pero se halla esparcido en toda la zona intertropical. Manguena— Véase Pepino mango. Manteco — Véasi' Cantarillo. Mano de león. Elaeocarpaceae. Sloaiua DieduiiKla K. Schuni. ined. Árbol grande (15-20m. ), de las selvas de la tierra caliente del Atlántico. Manzanilla. Compositae. Matrkaria ChamomíUa L. 8p. Pl. 1: 891. 175S. Específico muy usado en la medicina popular, pero raras veces cultivado en Costa Eica, aunque se da muy bien en los jardines de la región superior. Manzanillo de playa. Euphorbiaceae. mppomane MancineUa L. Sp. Pl. 1: 1191. 1753. Por exageradas que sean las noticias corrientes acerca de sus propiedades tóxicas, este árbol no deja de tener sus peligros. Se dice que basta con dormir en su sombra para hincharse uno y perder la vista; pero en 1889, habiendo desembarcado á media noche y en completa oscuridad en la playa de la Bahía de Salinas, dormimos hasta la salida del sol, don Anastasio Alfaro, don Adolfo Tondnz, varios peones y yo mismo, debajo de un manzanillo, sin advertirlo sino hasta después y sin efectos de ninguna clase. Por otra parte, viajeros que por ignorancia han usado la leña, se han visto gravemente afectados de la vista, y el contacto de cualquier parte del árbol vivo parece prochicir vejigas y hasta úlceras en la piel. Marango. Moringaceae. Mirringa moringa (L. ) Millsp. Field Columb. Mus. Bot. Ser. 1: 490. 19ni.>. Árbol pequeño, de hojas compuestas, flores blancas en racimos y frutas en vainicas largas, con semillas aladas. La madera es floja y la corteza gruesa. El sabor de la raíz recuerda al del rábano picante. De las semillas se extrae el "aceite de ben" usado especialmente en la industria relojera. Se dice que los renuevos y las hojas tiernas constituyen un buen forraje y las vainicas tiernas proporcionr.n el material de una ensalada delicada. Pero en Costa Rica el marango es poco conocido y escasea- mente sembrado en las cercas ó como adorno. Es oriundo de la India. Maquenque. Palmae. Iriarteae sp. pl. La madera de esas palmeras es muy dura é incorruptible. Desempeña un papel notable en la construcción de las casas de los Indios y demás habitantes de los lugares apartados de Talamanca y otros partes de la costa del Atlántico. Las Iriarteas parecen más escasas en la vertiente del Pacífico. Marañon. Anacardiaceae. Anacardium occidentale L. Sp. Pl. 1: 383. 1753. Árbol ó arbusto de la tierra caliente de ambas vertientes, de hojas más ó menos redondas, er.teras y lisas y flores en racimos terminales. El fruto es seco é indehiscente, pero su pedúnculo se transforma en una baia suculenta, de sabor acídulo, que es comestible y de la que se hace un vino de considerable virtud para la curación de las disenterias rel)eldes. El pericarpio del fruto encierra un tinte negro y corrosivo que se usa para quemar las berrugas. Del endospermo se saca un aceite suave, y los 114 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. cotiledones tostados son (•omestil)]es. Del tronco mana nna goma especial que se usa como la arábiga. La madera es l)lanca y de poco uso. María. Melastomataceae. Micunia argéntea BC. Prodr. 3: LS2. ]828. Miconia dolichopotlal^-Awá. in Anu. Se. nat. Ser. ;!, 16: 217. 1851. En Nicoya, este nombre de mar'ta se da á un arbusto de hojas plateadas en su cara inferior, el Micnnia argéntea., que es característico de las sabanas y bosques despejados de la tierra caliente del Pacífico. En en valle del Diijuís, la misma especie se llama marla colorado, y las varillas derechas sacadas de su tronco se emplean para hacer las paredes de las casas. En las niontafias del Barba, el nombre de niaría se aplica al Miconia doUchopoda. El Miconia argéntea se llama también capilote, en el Guanacaste. Mariquita. Rosaceae. J'rnniis sphaerocarpa Sw. Prodr. Veg. Ind. Occ. 80. 1788. Arbusto poco esparcido en la región montañosa. Mastuerzo. Scrophulariaceae. Scoparia dulcis L. 8p. Pl. 1: 116. 1753. Planta común al rededor de las casas. La decocción de las hojas, muy amarga, es stomáquica. La infusión de las mismas se usa para i)arar los finjos de sangre en las nnijeres. En varias partes, se suele llamar esta planta escobilla amarga. Matamba. Palmae. Demioncus oxyacanthos Mari. Hist. Nat. Palm., 2, 88. 1823-1850. Palmera de tallos delgados y largos, eriza con aguijones agudísimos, trepadora en los bosques de tierra caliente de ambas vertientes. En Nicoya, los tallos se emplean en la confección de canastos. Mata=Cartago. Flacourtiaceae. Xylosma »S'a^^w7ctnm Eichl. in Mart. El. Eras. 13, 1: 448. 1871. Puriscal. Arbusto muy espinoso, temido por lo enconoso de sus espinas y llamado piiípute en otras partes de la meseta central. Matapalo. Araliaceae. Oreopanax oligocarpum J. Donn.-Sm. in Coult. Bot. Gaz. 16: 194. 1891. Hermosa epífita de las montañas de la Cordillera central. El mismo nombre se da con más propiedad á varias especies parásitas. Matapalo de uva — Véase Coralillo. Matasano. Rutaceae. Casimiroa Sapota Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. 187. 1S57. Árbol grande que ñorece y fructifica durante todo el año. La fruta es de sabor agra- dable, pero se mira con desconfianza, por tener, según parece, propiedades soporíficas. Es de tierra templada y caliente. Mata=tórsalo. Asclepiadaceae. I'liiUherlia crassifuUa Hemsl. in Biol. Centr. Am. Bot. 2: 318. 1881-82. Savegre — Las hojas de este bejuco, machacadas y aplicadas er.cima del punto en donde está alojada la larva de ch'ptero conocida con el nombre de tórsalo, la mata en corto tiempo, debido sin duda á la leche acre que encierra la planta. Mateares. Cactaceae. Fereskia nicoyana Weber in Bull. ]VIus. Hist. Nat. Paris, 8: 454. 1902. Arbusto espinoso de tierra caliente del Pacífico. Se usa á veces para hacer setos vivos. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 115 Melón de olor. Cucurbitaceae. Cucumis Meló L. /S culta Kurz in Transact. Asiat. Soc. Beng. 2 : 102. 1877. Raras veces cultivado en los jardines de la tierra templada. Mercolina. Amaranthaceae. Aviaranthus retrojlexus L. Sp. Pl. 1: 991. 1753. Mala hierba, con una variedad de color de púrpura, que se cultiva á veces como planta de adorno. Mechoacan. Convolvulaceae. Jliumoea Jalapa Coxe, in Journ. Am. Med. Se. 5: 300. 1.S30. Bejuco de raíz fusiforme, alcanzando á veces considerable peso: hojas cordiformes, obtusas: flores color rojo de ladrillo, en corimbos. Es uno de los purgativos más usados de la medicina popular. La raíz de Mechoacan pertenece á la farmacopea an- tigua y se exportaba de la provincia mexicana de este nombre. Miltomate. Solanaceae. riiysaUs ]nibescens L. Sp. Pl. 1: 183. 1753. Cartago— Hierba velluda, de flores pequeñas, amarillas, de frutas amarillo-rojizas envueltas en las bracteas.— P>tim. : náhuatl miUomatl, de milli, tierra cultivada, y t())ii<(íl, tomate; tomate de campo, ó de lugares cultivados. Mírame=lindo. Malvaceae. Althaea rosea Cav. Diss. 2: 91, t. 29, f. 3. 1790. f;s la malva rosa de los Europeos, oriunda del Oriente y cultivada á veces como adorno en los jardines de la parte superior de la tierra templada. Mirasol. Compositae. (,' ¡/tinwlomia platylepis A. Gray in Proceed. Am. Acad. 19: 5. 1883. I'huita subleñosa de la tierra templada, con grandes flores amarillas. Mochigüiste. Mimosaceae. l'ithecolohiuvi dulce Benth. in Hook. Lond. Journ. 3: 199. 1844. Nicoya. Arbusto, ó aún árbol de medio tamaño, de tronco y ramas espinosos y torcidos, hojas comiuiestas de tres á cinco hojuelas, y flores en cabezuelas amarillentes. Propio de la tierra caliente.— Etim. : náhuatl: tal vez michinniztli, de michin, pez, y uiztli, espina. j^Qcd Dilleniaceae. Sauraiüa costaricensis J. Donn.-8m. in Coult. Bot. Gaz. 23: 236. Saurauia Fiítieri Donn.-8m. 1. c. p. 237. Arbustos de tierra templada, de hojas ásperas, elípticas dentadas y de flores l)lancas en racimos. Molenillo— Véase Quácimo molenillo. Molenillo. Bombacaceae. (¿uararibea turbinata Foir. Encycl. Suppl. 4: 636. 1816. En los pies jóvenes de este árbol, las ramas se desarrollan como las del cacaotero, ésto es, en verticillos de á cinco, regularmente espaciados. Se aprovecha esta disposi- ción para hacer con tallos delgados molinillos, ó bastidores para chocolate. El Qua- rarihea crece principalmente en la tierra templada. Alcanza gran tamaño pero su madera es ordinaria y poco duradera. En Sta Clara, lo llaman también garrocha. Monea blanco— Véase Hoja de la estrella. Monea negro — Véase Zopilote. Mora — Véase Palo de mora. 116 LAS PLANTAS USUALES DP: COSTA RICA. Mora — Véase Zarzamora. Mosqueta trepadora. Saxifragaceae, Philadelphus trichopetalus Koern. in Regel. Gartenfl. 73. LS67. Cartago. Arbii^tillo indígena, muy á menuda cultivado en los jardines por sus flores hermosas y perfumadas. Mostrenco. Rubiaceae. Basaitacantha sp. ^ Arbusto espinoso de los bosques de Nicoya. Se llama también crucillo, por alusión á la forma de las flores, ó á la disposición de las ramitas. hozóte. Compositae. Bidens pilosa L. Sp. Pl. I: 832. 1753. Mala hierba, muy conocida por sus semillas que son provistas de dos garritas por medio de las cuales se pegan fuertemente de los vestidos.— Etim. : náhuatl motzoloa, asirse de alguien con fuerza, ó moconeuani, erizado. Mozote de caballo. Tilíaceae. Triumfetta Josefina Polak. in Linnaea 12: 552. 1877. Triumfetta Lappula L. Sp. Pl. 1 : 444. 1753. A estas dos especies corresponde el mozote descrito por Oviedo (Hist. gen. y nat. 1, 1, 11). Son tan parecidas en su apariencia que las confunde el vulgo, tanto más cuanto que sus propiedades son idénticas. Son plantas leñosas y perennes, que alcanzan hasta l,50m. de altura; las hojas velludas son ovaladas y angulosas, las flores amarillas, en espigas alargadas : el fruto es una cápsula eriza (¡ue se pega de los vestides al menor contacto. Las hojas y la corteza contienen un mucílago azucarado, ligeramente astringente, que se usa en infusión, en los resfríos: la corteza proporciona también una fibra fina y resistente. Ambas plantas tienen empleo en la purificación de las mieles, en la elaboración del azúcar del país. Muñeco. Boraginaceae. Cornutia cymosa Donn.-Sm. in Coult. Bot. Gaz. 40: 10. 1905. Árbol notable de la tierra templada. Sus flores, reunidas en corimbos, son blancas, sus frutos rojos. La madera es dura y excelente para trabajos de ebanistería. Murta — Véase Cacique. ^"•■t^- Myrtaceae. Calyptranthes costaricensis Berg. in Linnaea 27 : 20. 1857. Árbol pequeño, de madera muy dura, de la tierra templada del Pacífico. Nacazcol. Caesalpiniaceae. Caesalpinia sp. Arbusto ó aún árbol pequeño de Guanacaste y Nicoya, con vainicas parecidas á las del guanacaste. Se usa como tinte en las curtiembres y es tal vez el verdadero divi- divi {Caesalpinia Coriaria), aunque no he visto todavía ninguna muestra auténtica de esta planta procedente de Costa Rica.— Etim. : náhuatl nacazcol, de nacazlli, oreja, y coloa, encorvarse, alusión á la forma del fruto. Naguapate. Fabaceae. Diphysa humilis Oerst. ex Benth. & Oerst. in Kjoeb. "\^idensk. Meddel. 13: 1853. (Tuanacaste (Oersted 1848). Esta especie no se ha vuelto á encontrar. Nambiro — Véase Calabaza. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 117 Nance. Malpighiaceae. Byrsonima crassifolin H. B. ct K. Xov. Gen. et Sp. 5: 149. 1818. Arbusto ó árbol pequeño, (lei>r¡niias hojas se usan en la construcción de las casas de los Indios. Palmera coligallo — Véase Coligallo. Palmiche — Véase Coquito. Palmito dulce. Palmae. Euterpe sp. Palmera arbórea de la tierra templada. El cogollo blanco y tierno, de sabor amargo, es la verdura preferida de los costarricenses durante la Cuaresma y la Semana Santa. Palo camarón — Véase Zorillo real. Palo chancho. Vochysiaceae. Vüchysia guatemalensis J. Donn. Sm. in Coult. Bot. Gaz. 12: 131. 1887. Árbol de la tierra caliente del Atlántico (100-900ni. ), de tronco es'belto y elevado, corteza blanca y li.sa, hojas elípticas-lanceoladas, llores de color amarillo vivo y en Pi,. XXIV POKCET.IA N ir ARAtUIKNSIS, Pi,. XXV. ArrA i-EA (¡oju'JiococcA. Pi.. XXVT. fQ ENUMERACIOX DE LAS ESPECIES. 121 racimos cortos y densos. La madera es blanca, floja y quebradiza, lo que le ha valido el nombre. Palo cuadrado. Rubiaceae. Macrocnemum grandiflorum Wedd. in Ann. Se. Nat. Ser. 4, 1: 76. 1854. Boruca. Árbol pequeño de la tierra caliente del Pacífico. Se ramifica desde el suelo en varios troncos de 12-15m. de altura, delgados y derechos. Las ramas más delgadas son cuadradas : las flores abundantes y rosadas. La madera es muy fuerte y se usa en las construcciones de los Indios. Palo de agua. Acanthaceae. Bravaisia floribunda DC. Prodr. 9: 240. 1845. Arbusto de flores vistosas, de la tierra caliente del Pacífico. Palo de burío — Véase Burio. Palo de mayo. Quttiferae. T^sHií'a tomentosa kuiz & Pav. Syst. Veg. 183. 1798. Térraba. Palo de miel — Véase Coralillo. Palo de mora. Moraceae. Chloruphora tinctoría Gaud. in Freycin. Voy. Bot. 508. (in nota). 1826. Este arl)ol de tinte de la tierra caliente del Pacífico ha llegado á tener en otros tiempos una cierta importancia como artículo de exportación, pero en los últimos años ha desaparecido de las estadísticas comerciales. Palo María. Flacourtiaceae. Casearia parvifolia Willd. Sp. Pl. 2: 628. 1799. Nicoya. Arbusto de flores verduzcas, común en la zona inferior de ambas vertientes. Palo de sal. Verbenaceae. Avicennia nitida Jacq. Enum. Pl. Carib. 25. 1762. Pl. XXVI. Una de las especies características de los manglares de la costa del Pacífico. Es un árbol que alcanza hasta 12m. de altura en los terrenos más enjutos; sus hojas son cenicientas, algo parecidas á las del olivo; las flores verduzcas son insignificantes. La madera es nuiy duradera cuando se halla enterrada en el suelo húmedo, y por eso se usa para basas, pero no resiste la intemperie. Se llama también ('ulumate. Palo de sal. Moraceae. Fieus Bonplandiana Miq. in Ann. Mus. Bot. Lugd. Bat. 3: 2r,?>. 1867. Especie de chilamaíe, común en las vegas de los arroyos en los alrededores de Nicoya. Palo de San Juan. Berberidaceae. Berberís Hemsleyi J. Donn. Sm. ex Pitt. in An. Inst. Fís.-geogr. Costa Rica 8: 17. 1896. Arbusto de flores amarillas, encontrado hasta la fecha solamente en la zona superior á'A Irazú. Papa. Solanaceae. Solanum tuberosum L. Sp. Pl. 1 : 185. 1753. Las papas se cultivan, ó pueden cultivarse en Costa Rica desde una altura de 1200m. , poco mas ó menos, hasta las cumbres más altas. Las que se producen en las tierras arenosas y enjutas de la zona superior del Irazú son de calidad inmejorable. Desgraciadamente las cosechas están á menudo expuestas á los daños que causa un 122 LAS PLANTAS USUALIíS DE COSTA RICA. hongo parasítico e.-^pecial al país {Uredo Pittieri P. Hennings), cuyo desarrollo no está conocido aún en todas sus fases; sus estragos, ruinosos para los agricultores, se han combatido con variados resultados introduciendo semillas extran'geras. Aunque la papa es de origen americano y se cultivaba desde Chile hasta la Florida en tiempo del descubrimiento, no parece haber sido conocida por los naturales de Costa Rica. Carecemos de datos acerca de la fecha de su primera importación al país. La palabra papa es de origen quichua. Papa caribe. Dioscoreaceae. Dioscorea bulbifera L. Sp. Pl. 1: 1033. 1753. Esta dioscorea es tal vez indígena en la costa del Pacífico, aunque la gente de Nicoya afirma que es de introducción reciente entre ellos. Tiene la particularidad de producir en las axilas de las hojas enormes bulbilas ó tubérculos aéreos, que son comestibles así como lo es la raíz, siempre que se observen ciertas precauciones al cocinarlas. No la he encontrado en el estado silvestre, y se cultiva solamente en Nicoya, en donde parece ser artículo corriente de alimentación. Se llama también ]>apa del aire y papa voladora. Papa del aire— Véase Papa caribe. Papa miel. Comb retace ae. Comhrefum/arinosum H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 6: 110. ISIS. Bejuco trepador, notable por sus flores de color amarillo rojizo, y común en la tierra caliente de Nicoya y Guanacaste. Papa voladora — Véase Papa caribe. Papaturra. Solanaceae. Solandra grandiflora Sw. in Vet. Akad. Handl. Stock. 8: 300, t. 11. 1787. Bejuco muy desarrollado, de hojas compuestas, flores grandes en forma de trompas color de fuego, y frutas grandes, redondas, pesando según Wercklé, de 500 á 1000 gramos y de sabor dulce y apetecible. Crece en la parte superior de la tierra templada (1800-2500m.) y presenta variaciones que hacen plausible la sugestión del citado autor de que haya sido cultivada por los Indios. El nombre parece indígena. Papaturro. Polygonaceae. Coccoloha nvijera L. Syst. 10, 1007. 1758-59. Árbol pequeño que crece en las peñas de ambas costas, en la propia margen ilel mar. El tronco es torcido, dividido desde muy aljajo ; las hojas son redondas, lisas y gruesas : las frutas, del tamaño de las uvas ordinarias y de color morado oscuro, son nuiy sabrosas y merecen ser más conocidas. El árbol es de pega; su madera es dura y propia para trabajos de ebanistería. Papaturro agrio. Malastomataceae. Bellmia cosiaric.ensis Cogn.Ex Dur. & Pitt. in Bull. Soc. Bot. Belg. 30: 204. 1802. Arbusto de flores grandes y frutas amarillas del tamaño de una grosella, de sal)or agridulce muy fuerte. Se conoce del valle ilel Dicjuís solamente y el nombre, señahulo por Wercklé, no parece muy apropiado. Papaturro blanco. Polygonaceae. Coccoloha caracasana Meissn. in DC. Prodr. 14: 157. 1856-57. Alajuela, Nicoya — Arljol pequeño, semejante al Coccoloha uvifera, pero de frutas pequeñas é inferiores en calidad. Papaya. Caricaceae. Carica papaya 1.. Sp. Pl. 2: 1036. 1753. En la tierra caliente del Pacífico, el palo de jjapaya señala casi todas las casas, y la fruta se da exquisita y de enormes dimensiones. Crece taml)i('n en la costa del ENUMERACIÓN DE LAB ESPECIES. 123 Atlántico y en la parte inferior de la tierra templada, ésto es, hasta unos 1200m. de altura: en Cartago, f^e cría raquítica y las frutas no son tan sabrosas. También esta planta se reproduce esj^óntaneamente en los claros de los bosques y se cree que es inHaha¡ia \k\\w\' ser de origen taino (Haiti). Pitahaya de hoja. Cactaceae. Pluillncdcliis Sj). Planta eiiifítica de la tierra calirntc del Pacífico. Las flores son nmy grandes y se abren de noche: la frr.ta alcanza l.'xni. de largo y 5cm. de diámetro, es de color rosado exteriormente y contiene una carne blanca de sabor muy fino. Pitilla. Graminae. Sporobulus indicus 11. Br. Prodr. 170. ISIO. Este zacate es común desde el nivel del mar hasta 2400m. de altitud y se considera como pasto excelente para el ganado vacuno, aunque se dice que gasta rápidamente los dientes de las reses. Pixbay — \'éase Pejibaye. Plataniilo. Cruciferae. Naslurliuin mcxicanum INIo^., Sessé & Cerv. ex DC. Syst. 2: 193. 1821. Mala hierl)a de los caminos y lugares habitados. Las silicuas se parecen á diminutos plátanos, de donde el nombre. Plataniilo — Véase Piriquitoya. Plátano. Musaceae. Mnsa paradisiaca L. 8p. Pl. 2, 1043. 1753. Después del maíz y de los frijoles, el plátano en sus nmltiples variedades es tal vez hi más importante entre las plantas alimenticias del país. El malogrado Dr. K. Schumann, en su Monografía de las Musáceas (Pflanzenreich, IV, 45: 19), reunió el plátano, el banano y el guineo bajo el mismo nombre específico (iínsa paradisiaca), y es cierto que las formas familiares de este útil vegetal son nmy afines. Pero hay razones para creer que el plátano, cultivado ]k>v los aborígenes de América desde nmcho tiempo antes de la conquista, puede ser una especie realmente distinta di'l gruido de los guineos, incluyendo el banano, é importado del hemisferio oriental por los Es[)añoles. En este caso, se habría de reservar para los guineos y bananos el nombre de Musa sapientum L. mientras á los plátanos les quedaría el de Musa paradisiaca del mismo autor. Sea de ello lo que fuere, y aunque es dificil de definir las diferencias entre ambos grupos, á ningún jicrito bananero y menos á nuestros campesinos, se les occurirá confundir una mata de guineo con una mata de plátano. Los plátanos son de frutas generalmente grandes, sobretodo en la variedad llamada ei'irart' en la que alcanza hasta 35cm. de largo con un grueso proporcional. Estas frutas no son tan ricas en azúcar como la banana y no agradan tanto al paladar cuando se comen crudas. Pero una vez cocidas, ó tostadas en la cascara, constituyen un excelente sustituto del pan ó de la tortilla. Los Indios las secan al humo y Lis nmelen y la harina se usa para preparar una especie de chicha. Mientras los plátanos deben considerarse ante todo como verdura ó legumbre, los guineos participan á la vez de ellos y de la banana, aunque su riqueza en tanino les deja siempre un ligero sabor amargo cuando se comen crudos. Pero la banana es por excelencia la fruta tropical que puede comerse cruda ó guisada de mil modos. Su cultivo para los fines de la exportación se princijiió en Costa Rica hacia 1879 y es probable que la variedad corriente, llamada por los costarricenses patriota, no es sino 128 LAS PLANTAS USUALES Dp: COSTA RICA. el Gros Michel de los martiniqueños, y es de introducción poco más ó menos coetánea con el establecimiento de la industria bananera en la costa del Atlántico. Una prueba de la llegada relativamente tardía de los guineos y bananos á este país es que, mientras liay en sus idiomas noml)res originales para las diversas variedades de plátanos, no existen para aquelli)s, á los (]ue llaman por lo común plátanos extrangeros; además, la banana cultivada para la exportación es apenas conocida entre ellos. Sabido es que el plátano (en el sentido más lato de la palabra) es una de esas especies tropicales que han perdido la facultad de producir verdaderas semillas. 8e multiplica naturalmente por medio de yemas caducas que se desprenden del pié de los tallos, y artificialmente sembrando pedazos del rizoma, ó vastagos. La planta da su primera cosecha ocho á quince meses después de sembrada, según la altitud y el clima: pues los plátanos se cultivan desde el nivel del mar hasta cerca de lóOOm. y en todo el país, mientras la banana se encuentra casi exclusivamente del lado del Atlántico. La exportación de esta última fruta, iniciada, según el señor don Joaquín B. Calvo, el 7 de Febrero de 1880, día en que el vapor noruego Earnholm se llevó de Limón :'»()0 racimos con destino á New York, ha tenido un incremento fantástico y contribuido poderosamente á la prosperidad y al desenvolvimiento de Costa Rica. En 1907, alcanzó á 1» millones de racimos y ha de ir mucho más allá, á medida que se vayan habilitando los feraces terrenos que aún quedan disponibles en extensión prácticamente ilimitada. Por otra parte el plátano, como se ha dicho, viene en tercer orden entre las plantas alimenticias de consumo interior. El tallo herbáceo y aún la fruta se emplean en la alimentación del ganado. Del tallo se saca una fibra no muy fuerte pero que puede utilizarse de varios modos y las hojas desempeñan un papel muy variado en la economía doméstica de los naturales, especialmente como sustituto del papel de envolver. Pochote. Bombacaceae. Bombax ellipticum H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 5: 299. 1821. Árbol de gran porte de la tierra caliente del Pacífico. Sus hojas son palmadas, compuestas de 7-9 hojuelas y caedizas: las flores blancas aparecen cuando el arl)()l está despojado. La madera es excelente y parecida á la del cedro amargo, sólo que seca muy dificilmente. — p]tim.: náhuatl pochotl, grande y hermoso árbol citado por Hernández. A esta misma especie corresponden sin duda los nombres de cedro espinoso y cedro pochote usados en Nicoya y en la comarca de Puntarenas. Pococa. Passifloraceae. Pass ¡flora sp. Granadilla citada por Wercklé: es de frutas pequeñas, de piel muy delgada, y de sabor agradable aunque muy acida. Esta acidez desaparece guardando la fruta por algún tiempo, después de lo cual es igual y aún mejor que la de la Passiflora ligularis. Poro. Fabaceae. Erythrina corallodendron L. Sp. Pl. 1: 706. 1753. Erythrina coslaricevsis M. Mich. in BuU. Herb. Boiss. 2: 445. 1894. Arbusto ó aún árbol que alcanza hasta lOm. de altura. La primera especie es de tierra templada, en donde se emplea extensivamente para formar setos vivos, para postes de telégrafo y como sombra en los cafetales. Para este último uso, sin embargo, está reponiéndose rápidamente por los guavos, que son de hojas permanentes é inermes, mientras aquel es espinoso y está despojado durante la estación seca. En esta época es cuando florece: sus flores papilionáceas, alargadas, de color rojo vivo, se llaman pitos y pasan por soporíficas. La segunda especie de poro, E. costaricensis , es de la tierra caliente del Pacífico y en Nicoya, en donde se llama también poro colorado y ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 129 ekqueme, sus semillas se conocen bajo el nombre de coralillo. El poro es una de nues- tras mejores moderan de pega. Poro colorado — Véase Poro. Poró=poró. Flacourtiaceae. Cochlospermum hibiscoides Kunth Syn. Pl. Aeq..3: 214. 1824. Arbusto ó aiín árbol, de la tierra caliente del Pacífico (0-lOOOm.). Pierde sus hojas durante el \erano y, en la misma época, se cubre de flores amarillas, que tienen hasta cuatro centímetros de diámetro. Es madera de pega y se usa en los setos vivos. Abriendo una cavidad en su tronco y llenándola con agua que se vuelve á sacar después de algunas horas, se obtiene una decocción reputada soberana en la curación de la ictericia. Pú — Véase Lengua de vaca. Purré — Véase Lengua de vaca. Puta=vieja. Mimosaceae. Mimom sensitira L. Sp. Pl. 1 : 518. 1753. Una. de las sensitivas, común en los repastos de la meseta central. Sin razón apa- rente, se da algunas veces á esta misma especie el nombre de nauapate. Quiebra=niuelas. Magnoliaceae. Drimys Winteri Forst. Char. Gen. 84, t. 42, var. granaíensis (L. f. Suppl. 2H!(). 1781. Arbusto ó árbol pequeño de las partes superior de la tierra templada é inferior de la tierra fría, de hojas elípticas, lisas, blancuzcas en la cara inferior, y flores Ijlancas de pétalos numerosos. La corteza encierra un i)rincipio muy activo, algo ardiente, astrin- gente y tónico ; se emplea á lo natural y mascándola, para calmar los dolores de muelas, y en infusión contra los desarreglos del estómago. Quiebra=piedras. Lythraceae. Cuphea utriculosa Koehne in Mart. Fl. Bras. 13, 2: 222. 1877. Nicoya. Planta humilde, subleñosa, de hojas pequeñas y numerosas y flores mora- das, que crece con abundancia en las grietas del locho rocoso de ciertos ríos de las tierras caliente y templada. En Boruca, la misma especie lleva el nombre de canchalagua. Quiebra=plato. Fabaceae. Crotalaria vitellina Ker-Gawl in Bot. Reg. 6: t. 447. 1821. Frijolillo erecto, de flores amarillas, común en los escombros y al rededor de las casas. Se llama también uña del diablo, jíor la uñita puntiaguda que terndna la vainica. Quina amargo. Euphorbiaceae. Crotón. Tonduzii Pax ex Pitt. in An. Inst. Fis. Geogr. Cost. Rica 8 : .']:!0. ISidi. Árbol de los bosques del valle del Diquís. Los naturales usan la infusión de la cor- teza liara curarse de las calenturas. Quiquicirri. Styracaceae. Styrax Warsceiviczü J. Perk. in Engler's Bot. Jahrb. 31 : 480. 1902. Árbol que alcanza hasta lOm. de alto y más, de hojas coriáceas y flores blancas y olorosas en racimos. Crece en las faldas de los montes de tierra templada y se le atri- buyen ciertas virtudes medicinales. El nombre es indígena. Quira. Fabaceae. Platymiscium polysiachyum Benth. in Seem. Voy. Herald. 3, t. 21. 1852-57. Árbol pequeño, de flores moradas en racimos numerosos y madera muy dura, comQn en la parte inferior del valle del Diquís. Quiriguillo ó quirihuio — Véase Jelinjoche. 130 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Quisjoche. Apocynaceae. Boiirreria formosa lienisl. Biol. Centr. Amer. 2: lUJÍ). 1881-82. Arbolito de 3-4in. de altura, de corona deprimida, en forma de soml)rilla y tiores blancas con tintes lilacinos, nniy numerosas y odorantes. Se conoce Siriamente en algunas casas de Alajuela, en donde se dice que fué introducida desde Guatemala. — Etim. : naluiatl quizxochül. Quitirrí. Compositae. Zcxmenia costaricensis Bentli. ex Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Medd. 95. 1852, Arbusto de la vertiente del Pacífico. Nicoya. Quizarrá. Lauraceae. Ocotea Quisara Mez & Donn. Smitli in Coult. Bot. Gaz. 33: 259. 1902. Hufelandia costaricensis Mez & Pitt. in Bul!. Herb. Boiss. Ser. 2, 3: 288. 1903. Nectandra panamensis Mez in Jahrb. Bot. Gart. Berl. 5: 443. 1889. Nectandra villosa Noes ct Mart. ex Nees in Linu. 8: 47. 1833. Phoehc betazensis Mez in Jahrb. Bot. Gart. Berl. 5: 192. 1889. Sassafridium veragüense Meissn. in DC. Prodr. 15, 1 : 171. 1864. Como se vé, no menos de seis árboles especifica y aún en parte genéricamente dis- tintos, aunque pertenecientes á la misma familia, se designan con el mismo nombre, los primero, segundo y cuarto en la región de Dota, los tercero y sesto en las costas de Pirrís y Savegre y el quinto en Nicoya. Proporcionan una madera de uso muy común en obras de carpintería, lo que puede también decirse de los demás quizarrás, enume- rados á continuación. Quizarrá amarillo. Lauraceae. Phoebe helicterifolia Mez in Jahrb. Bot. Gart. Berl. 5: 193. 1889. Ocotea sterionevra Mez & Pitt. in BuU. Herb. Bf)iss. Ser. 2, 3: 233. 1903. La primera especie es de Nicoya y Dota, la segunda de Santa Clara. Quizarrá barcino. Lauraceae. Ocotea prdallfolla Mvy. in Engl. Bot. Jahrb. 30, Beibl. 67: 19. 1901. Santa Clara y vertiente-' del Atlántico en general. Quizarrá copalclií^ Véase Copalchi. Quizarrá hediondo. Lauraceae. Nectandra sinuata Mez in Jahrb. Bot. Gard. Berl. 5: 419. 1889. Valle del Reventazón. Rabo de mico. Cyatheaceae. Cijathea arbórea (L. ) Sm. Mem. Acad. Tnrin, 5: 417. 1793. Helécho arbóreo, de tierra fría, cuyo cogollo tierno se come á manera de verdura. Rabo de puerco. Sterculiaceae. Helicteres guazumae/olia H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 5: 304. 1821. Arbusto de la tierra caliente del Pacífico, de flores pequeñas, rosadas, y frutos torci- dos á manera de un tornillo. Rabo de ratón — Véase Alacrancilio. Raspa guacal. Dilleniaceae. Tetrarera sessillfora Tr. & Planch. in Ann. Se. Nat. Ser. 4, 17: 21. 1862. Bejuco de hojas ásiieras que se usan, como las de los chumicos, para pulir objetos de madera. Raíz de toro. Sterculiaceae. Melochia hirsuta Turcz. in Bull. Soc. Nat. Mosc. 36, 1 : 570. 1863. Cartago. No se ha podido averiguar el origen del nombre. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 131 Ratón. Myrsinaceae. Rapanea ferruginea (R. &.1'.) Miv,. iu ürb. Symb. Antill. 2: 429. 1901. Cartíigo. Árbol iioqueño, do tierra fría. Ratón — Véaí^e Danto hediondo. Ratoncillo. Myrsinaceae. Rapanea pcllucido-punctata (Oerst. ) Mez. in Pflanzenr. 4: 393. 1902. Alajuela. Arbusto ara curar el carate. Sávila. Aloe vera L. Sp. Pl. 1 : 320. 1753. La pulpa mucilaginosa de las hojas se usa como purgante. Es planta cultivada, oriunda de la región del Mediterráneo. Seso vegetal. Sapindaceae. Blifjhia sápida Kon. in Kon. & Sims, Ann. Bot. 2: 571, 1806. Hermoso arlx^l, oriundo de África é introducido por los negros antillanos en la costa del Atlántico. En dialecto jamaicano se llama akee (aki). Se dice que la carnosidad amarillenta de la fruta, guisada de varios modos, es un alimento excelente, pero es muy venenosa cuando es cruda. Setilla. Qraminae. Chaetium bromoides Benth. in Journ. Linn. Soc. 19: 4(3. 1881. Zacate muy común en los repastos de la jíarte superior de la tierra templada. Se rei")uta como pasto excelente, pero tiene el inconveniente de que las glumelas aristadas de sus espigas penetran con facilidad en los ojos del ganado. Además, éste no la come cuando está seca. Sierra — ^"éase Ratoncillo. Siempre viva. Theophrastaceae. Jacguinia angustifolia Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. 119. 18(>1. Arbustillo de hoja menuda rematando en una espina delgada y aguda, y que se da en las costas de Nicoya y del Guanacaste. Siguapa. Sapotaceae. Litcuma rivicoa Gaertn. f. Fruct. 3: 130. 1805-07. Árbol frutal de la América del Sur, raras veces cultivado en Costa Rica. Se llama también Canistcl. Simaruba. Simarubaceae. Slniaruba glauca DC. in Ann. Mus. Par. 17: 424. 1811. Árbol pequeño de la tierra caliente de ambas vertientes. La infusión de la corteza se usa en la curación de las fiebres intermitentes. Sipia. Fabaceae. Cassia brevipes DC. in Collad. Hist. Cass. 119, t. 9. 1816. XixWe del Diquís. También esta especie pasa por febrífuga. Sismoyo — Véase Ciruelo. Siuta— Véase Coligallo. Soncolla. Annonaceae. Anona sp. Una de nuestras anonas silvestres, de calidad muy inferior y hasta venenosa, según algunos. 134 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Sontol. Qraminae. Andropogon Nardus L. 8p. 2: J046. 175o. Zacate medicinal, cuyos rizomas olorosos á limón se usan también para perfumar el tabaco. — Etiin. : náhuatl tzontolUn, de tzontli, cabello y tollin, junco: junco de cabello ó de cabellera, alusión tal vez á lo menudo de las raíces. En otras partes del país, la misma planta se llama zacate de limón. Sonzapote. Rosaceae. Moquitea platypus Hemsley Diagn. Pl. Nov. Mex. 1 : 9. 1878. Árbol frutal, escaso en la costa del Pacífico de Costa Rica, pero más frecuente en los demás Estados de Centro-América, en donde se conoce bajo el nombre de suma. La fruta es grande, más ó menos alargada, y con cascara gris rojizo. La carne es ama- rillenta, fibrosa y bastante dulce; encierra una pepita ovalada y deprimida. Sonzapote es palabra náhuatl, de etimología oscura (tal vez compuesta de itotl, pié, y zapotl, por alusión al tamaño y forma de la fruta). Sotacaballo. Mimosaceae. Pithecolobium cognatum Benth. in Hook. Lond. Journ. Bot. 5 : 107. 1846. Este hermoso árbol de las tierras caliente y templada aficiona las márgenes de los rios y desemi^eña un papel importante, aunque no generalmente reconocido, por la resistencia que ofrecen sus raíces á la erosión de las aguas corrientes. Mantienen éstas en su lecho mejor que ningún trabajo de arte, y protegen las riberas contra sus divaga- ciones. La destrucción de estos diques naturales debería prohibirse terminantemente en las orillas de las aguas torrentuosas. Sotacaballo. Mimosaceae. Inga marginata Willd. Sp. Pl. 4 : 1015. 1799. Este árbol se distingue fácilmente del anterior por sus espiguillas de flores blancas. Es impropiamente que, en el valle de Tuís, se la dá el nombre de sotacaballo, al que tampoco tienen derecho las tres especies siguientes. Sotacaballo. Moraceae. Ficus eugeniaefolia Hemsl. Biol. centr. amer. Bot. 3: 144. 1882-86. Ujarrás. (Oersted, 1848, escribe sota de caballo.) Sotacaballo. Myrsinaceae. Ardisia decipiens A. DC. in DC. Prodr. 8 : 125. 1844. Sarapiquí. Sotacaballo. Phytolaccaceae. Villamilla octandra Hook. f. in Benth. & Hook. f. Gen. 3: 81. 1867. San Mateo. Supara. Onagraceae. Hauya Rodriguezii J. Donn. Sm. in Coult. Bot. Gaz. 18: 3. 1893. Árbol mediano, de la tierra templada: flores de color blanco rosado, grandes: frutos en cápsulas alargadas y dehiscentes. El nombre es indígena. Surá. Caprifolíaceae. Vihurnum costaricanum Hemsl. Biol. Centr. Am. Bot. 2: 2. 1881-82. Árbol pequeño de la tierra templada. Las hojas son ovalades, las flores blancas en corimbos, y los frutos negros. El nombre es indígena. Tabaco. Solanaceae. Nicotiana tabacum L. Sp. Pl. 1 : 180. 1753. Con la supresión del monopolio por el Estado, el cultivo de esta planta ha tomado mucho incremento en la República y en muchas partes de las tierras cahente y templada se da con pujanza y de buena calidad. Pero por falta de empresas debida- ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 135 mente establecidas para el beneficio, el producto no puede aún luchar con las clases importadas. Nuestros tabacos de más nombradía, entre los consumidores de país, son el Chircagres y el Generaleño, procedentes, el primero de los alrededores de San José y el último de las vegas del Rio General de Térraba. Además de las variedades indígenas se han ensayado con éxito muchas de las extrangeras, entre las cuales el Ambalema, el Connecticut y el Sumatra. Tabaco —Véase Hormigo. Tabaquillo — Véase Guacamayo. Tacaco. Cucurbitaceae. Cijclanthera Pittieri Cogn. ex Dur. & Pitt. in Bull. Soc. Bot. Belg. 30: 275. 1891. La semilla del tacaco encierra en su envoltorio esponjoso una pulpa que se extrae chupando la fruta una vez cocida. Es una de las verduras favoritas de las costarricenses. En el Sarapiquí, una de las variedades de esta planta se llama tacaquillo del monte. Tacaco cimarrón. Cucurbitaceae. Cyclanthera Oerstedü Cogn. in DC. Monogr. Phan. 3: 856. 1881. Sarapiquí. Planta muy semejante á la anterior. Según J. Donnell Smith la misma especie se conoce en Cartago con el nombre de chaltülo, pero debe ser chayotillo. Tacaquillo del monte — Véase Tacaco. Talcacao. Zygophyllaceae. Trihuhix ma.rimus L. Sp. Pl. 1 : 386. 1753. Nicoya. Planta rastrera de hojas compuestas y flores amarillas. Las hojas se usan machacadas para madurar diviesos y otras clases de abcesos. — Etim. : náhuatl tlalcacauatl de ÜaJli, suelo, y cacauatl, cacao; es el nombre mexicano del cacao maní, al que se asemeja un poco el Trihulus. Tamarindo. Caesalpiniaceae. Taviarindus indica L. Sp. Pl. 1: 34. 1753. Árbol de noble porte, esparcido en ambas costas aunque más común en la del Pacífico. Se cree que es oriundo de la India, pero caso de que así sea, su esparcimiento por todo la zona tropical debe ser muy antiguo, pues el tamarindo del Oriente difiere del nuestro por varios detalles. Las vainas tienen un sabor acídulo y se usan para preparar bebidas refrescantes que se usan á la vez como laxantes. En otros países se atribuyen decididas propiedades medicinales á las hojas. Se asegura también que es malsano dormir bajo la sombra tupida de dicho árbol: sin embargo, en 1890, tuve mi hamaca colgada durante varias semanas del gran tamarindo de la bahía de Salinas y dormí cada noche en ella sin el menor inconveniente. Tapa=culo — Véase Papaya de mico. Tapate. Solanaceae. Datura Stramonitim L. Sp. Pl, 1 : 179. 1753. Datura Tafula L. Sp. Pl. 2: 256. 1753. Las dos especies son muy parecidas; son plantas herbáceas de hojas palmadas divididas en lóbulos agudos, de flores blanco-rosadas, acampanadas, y frutos espinosos, conteniendo muchas semillas negras. Las hojas se usan en cataplasmas para la curación de las llagas y tumores, ó también en cigarillos que deben aliviar el asma. — Etim. : náhuatl tlapatJ, que es también el nombre de la higuerilla. Targuá. Euphorbiaceae. Crotón gossypiifolius Vahl. Symb. Bot. 2: 98. 1791. Crotón xalapensis H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 2: 85. 1817. Pl. XXX. Examinadas superficialmente, las dos especies son muy parecidas, y crecen en los mismos lugares. Suelen aparecer con abundancia en los rastrojos. El tronco exsuda 136 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. lina goma que sirve, según se dice, para limpiar la dentadura. La madera en blanca, floja y de poco uso. En el Paraíso, en donde es muy abundante y produce una semilla rica en aceite, el C. xalapensts se llama terré. Té de México — Véase Apazote. Tempate — Véase Coquillo. — Etim. : náhuatl tempatU. Teocinte. Gramineae. EucJilnena mexicana Schrad. Ind. Sem. Hort. Gotting. 1832. Según las investigaciones más recientes, esta especie sería el origen del maíz. Es buen forraje de corte, y crece naturalmente en la tierra caliente de ciertas partes de Guatemala y del Sur de México. En San José, el clima parece ya demasiado fresco y esta planta no se da con pujanza. Se asemeja al maíz por sus inflorescencias miisexuadas, siendo terminales las de flores masculinas y axilares las que dan semillas. — Etim.: náhuatl teocivili, de teotJ , dios y cintli, mazorca de maíz; maíz de los dioses. Tepalón. Graminae. Panicíim laxum Sw. Prodr. Veg. Ind. occid. 23. 1788. Homalocenchrus hexandrus (Sw.) Britton, Trans. N. Y. Acad. Se. 9: 14. 1889. Estas dos especies crecen mezcladas en las praderas húmedas de la tierra caliente del Atlántico y forman buen pasto. La palal)ra tepalón parece de origen nicaragüense. Terciopelo. Elaeocarpaceae. Sloanea quadrivalris Seem. Bot. Voy. Herald 85, t. 15. 1852-57. Árbol de medio porte de la tierra caliente del Pacífico. Tronco corto, corona arredondeada, hojas ovaladas con venas muy salidas en la cara inferior que es gris, mientras la superior es verde lisa; fruto pequeiio, redondo, cubierto de un vello aterciopelado, de color morado. Terciopelo de Santa María. Melastomataceae. Miconia aeniginusa Naud. in Ann. Se. Nat. Ser. 3, 16: 135. 1851. Las hojas aterciopeladas de este arbustillo se usan para fregar los utensilios de cocina. Tereza — Véase Cereza. Terré — Véase Targuá. Es palabra indígena. Teta negra — Véase Cacao de mico. Tímbolillo — Véase Guandú. Tiquisque. Araceae. Xanthosovia sagittifolium Schott. Melet. 1 : 19. 1832. Hermosa planta, de rizomas comestibles: las hojas son grandes, triangulares y sagitadas en su base. El pedúnculo que trae la inflorescencia es más corto que los peciolos de las hojas. Es planta de poco rendimiento, pero merecería cultivarse en mayor escala en las tierras caliente y templada, por la excelente calidad de sus rizomas farinosos. — Etim. : en Guatemala, la misma planta se llama quequexque, y ésta es la forma más correcta, si no más eufónica, derivada del náhuatl quequexquic, cuyo significado es " que produce comezón.''^ Entre las mugeres de la tribu caribe de los Calinagas, y los Tupis y Galibis, tíquisque se dice taya ó taiá, palabra que significa, según V. Martius, el ardor producido en la boca por la. p'niiieiita. Tiriguro. Oxalidaceae. Averrhoa Bilimhi L. Sp. Pl. 1 : 428. 1753. Arbusto pequeño, oriundo del Oriente, y cuya ))resencia en Nicoya, en condiciones que indican una introducción ya antigua, es sumamente interesante. Trae frutas redondas bastante grandes y que se comen crudas, ó arregladas y cocidas con azúcar. Pl. XXX. Crotón xalapensis. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 137 Tito. Theaceae. Cleyera theoides Choisy in Mem. Soc. Phys. Genév. 14: 112. 1855. Arbusto de las montañas de Dota. Tomate. Solanaceae. Lycopersicum esculentum Mili. Gard. Dict. ed. 8, n. 2. 1768. El tomate se produce en Costa Rica en numerosas variedades, desde la forma pequeña y redonda al parecer indígena, hasta las más grandes, refinadas por el cultivo. Es de gran consumo en el país y tal vez llegue á ser artículo de exportación. — Etim. : náhuatl tomatl, de igual significado. Tomate cimarrón. Solanaceae. Solanum Ilumboldtii Dunal. in DC. Prodr. 13: 1, 311. 1852. Cartago. Mala hierba en los escombros. Tora. Compositae. Podachaenium paniculatum. Benth. ex Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. 99. 1852. Polymnia macuJata Cav. Ic. 3 : 14, t. 227. 1794. Arbustillos subleñosos de las faldas del Irazú. Toreta. Annonaceae. Anona sp. Es una de las varias especies de este género, encontradas en Nicoya por el señor Tonduz y que no han podido aún identificarse. Torito. Orchidaceae. Stanhopea costaricensis Eeich. f. in Hamb. Gartz. 16: 424. 1860. Sarapiquí. El Stanhopea costaricensis es solamente una de las varias parásitas que llevan este nombre de torito, á causa, probablemente de ciertos apéndices de las flores, en forma de cuernos. Toronja — Véase Cidra. Triguillo. Qraminae. Bromus proximus genuinus Shear in Bull. Torr. Bot. Club 28: 246. 1901. Zacate común en la región superior del Irazú y considerado como pasto excelente por los ganaderos allí fincados. Es conocido también en México y probablemente esparcido en las cordilleras de toda la América central. Tubusí. Compositae. Vernonia dumeta Klatt in Dur. & Pitt. ex Bull. Soc. Bot. Belg. 35: 277. 1896. Árbol pequeño, de la tierra templada, de hojas menudas y canescentes y flores lila- cinas ó amarillentas, olorosas y muy numerosas. El nombre es indígena y origen, probablemente, del nombre de lugar Tobosi. Tucuico. Myrsinaceae. Ardisia compressa H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 3: 245. 1818. Arbusto de los sotos de la alta selva y de tierra templada, de madera rojiza y muy dura, flores blancas en racimos y baias negras. Es probable que el mismo nombre se da á varias otras especies del género Ardisia. Es voz indígena. Tucuiquillo. Myrsinaceae. Ardisia fusca Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. 127, t. 2. 1861. Turrialba (Oersted 1849). Tucuso. Cyclanthaceae. Carludovica Oerstedii Hemsl. Biol. centr. amer. Bot. 3 : 416. 1882-86. Turrialba (Oersted 1849). Nombre indígena. 138 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Tuete. Compositae. Vernonia braclñala Beiith. ex Oerst. in Kjoeb. Videusk. Meddel. G7. LS52. Vernonia canescens H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 4: 1820. La primera especie es un arbusto de flores muy olorosas, que florece en IMarzo en los alrededores de San José. Es de tierra templada, mientras la segunda especie se lia encontrado solamente en los charrales y en las orillas de las selvas, en Nicoya y en el Guanacaste. Tuete es palabra indígena. Tulipán. Papaveraceae. I'a¡iarer ítonuiifcrum L. Sp. Pl. 1: 508. 1753. El Zarcero del Naranjo. Planta oriunda de la cuenca del Mediterráneo y cultivada en los jardines por sus flores rosadas y grandes. Tuna. Cactaceae. Opuntia sp. Esta especie, cuya identidad específica no se ha fijado aún, es de tierra caliente, aunque se cultiva y produce frutas hasta cerca de 1500m. de altitud. Dichas frutas son comestibles. Tunilla. Cactaceae. C'ereus sp. Cartago. Cirio trepador, cuadrangular, de flores rosadas y frutas pequeñas. Es de tierra templada. Turú. Myrtaceae. Eugenia Oerstediana Berg. in Linnaea 27 : 285. 1854. Dota y vertiente del Pacífico en general. Según Wercklé (Tropenpflanzer 1903, p. 434), esta especie trae frutas de 2cm. de diámetro, cuyo sabor recuerda al de la man- zana rosa. Tura es voz indígena, de la que se deriva los nombres locales Turábales y Turujal. Turvará. Qraminae. Paspalum conjugatum Berg. in Act. Helv. 7: 129, t. 8. 1772. Zacate dulce, que nace espontáneamente en los terrenos de la tierra caliente (0- lOOOm.) después de quemar la selva. Nombre indígena. Ugre — Véase Hugro. Uizcoyol. Palmae. Bactris hórrida Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. 41. 1858. Palmera pequeña de los terrenos arcillosos de la tierra caliente. Los tallos tiernos y las hojas están cubiertos de aguijones acérrimos. En el valle del Diquís esta palmera constituye uno de los principales alimentos del ganado durante la estación seca ; las vacas muy bien saben doblar los tallos para alcanzar las hojas, pero resulta que muy á menuda se revientan los ojos al hacer ésto.— Etim. : náhuatl nitzlicoyol, de nitzli, espina, y coyolli ó coyol, cascabel, por alusión ú la forma di'l fruto; coyol de espina. Ule — Véase Hule. Uña del diablo— Véase Qu¡ebra=plato. Uña de gato. Sterculiaceae. Buettneria carlagenensis Jacq. Stirp. Am. Pict. 41. 1788. Mala hierba subleñosa de los cultivos y matorrales de la tierra caliente y templada. Trae espinas encorvadas y agudas, que producen heridas muy enconosas. Uruca. Meliaceae. Trichilia havanensis Jacq. Enum. Plant. Caril). 20. 1762. Árbol hermoso aunque pequeño, de foliaje muy tupido, flores verduzcas y numerosas, y semillas negras contenidas en una vaínit-a colorada. Las ramas se eiiq)lean jjara el ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 139 adorno de las salas, iglesias, altares, etc., pero las hojas y los frutos se conceptúan venenosos. Esta e.-^ la verdadera uruca, aunque varios otros arbustos llevan el mismo nombre. Es de tierra temjilada y el nombre es indígena. Uruca. Myrsinaceae. Ardisia excelsa Ait. Hort. Kew. Ed. 1 : 261. 1789. Boruca. Arbusto de los bosques de la parte inferior del valle del Diquís. Vainilla. Orchidaceae. YanilJ a plan ¡folia Andr. Bot. Rep. t. 5:>S. 1801. La misma especie que se cultiva en varias partes de la zona tropical por sus vaini- cas perfumadas crece silvestre en los bosques de la tierra caliente del Atlántico. No ha llamado aún la atención de los cultivadores del país. Vainillón. Orchidaceae. ranilla Piltieri Schlecht. Rep. nov. sp. 3 : lOG. 1906. Vainilla de frutas gruesas y de inferior calidad, frecuente en los bosques de la cuenca del Diquís. Vara blanca. Chioranthaceae. Ileth/dsnmm Artocarpus Solms in DC. Prodr. 16, 1: 485. 1869. Arbusto de madera muy suave, tronco recto y corteza blanca. Las frutas son comestibles y de sabor muy agradable. Vara blanca. Compositae. Senecio Candelariae Benth. ex Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. 108. 1852. Candelaria (Oersted 1848). Vara blanca — ^'éase Juco. Varilla negra. Borraginaceae. ('iirdia uhinifoUa Juss. in Dum.-Cours Bot. Cult. ed. 1, 2: 148. 1802-05. \'alle de Tuís. Arbustillo connhi en los rastrojos de tierra caliente y muy propenso íi invadir los repastos. Venadero. Menispermaceae. Cissampelos Pareira L. Sp. Pl. 1, lOol. 1753. Planta trepadora, de hojas orbiculares y i)eltadas, flores dioicas y drupas coloradas. Se atribuye á la infusión de la raíz y de los tallos la propiedad de disolver los cálculos de la vejiga y se asegura además que la misma es nniy eficiente en la curación de la mordetlura de serjjientes. Verdolaga. Portulacaceae. Portillara olerácea L. 8ji. Pl. 1 : 445. 1753. Mala hierba de las tierras ricas, con la que se hace ensalada excelente. Verveine. Verbenaceae. Stachijtar}dieta indica Vahl Enum. 1: 206. 1804. Xombi'e francés usado por los Martiniqueños de la costa atlántica. Viborrana. Myrsinaceae. ('¡arija hdiorraria Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. 117. 1861. Arbusto encontrado por Oersted en el valle del Jarís, pero que no se ha vuelto á descubrir por los exploradores modernos. Viborrana. Asclepiadaceae. Asclepias curassavica L. Sp. Pl. 1: 215. 1753. Planta lechosa, de flores amarillas y encarnadas, y semillas envueltas en una masa sedosa, común en todo el país. Se usa la leche para matar los gusanos y se dice 140 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. también que, aplicada repetidas veces en las verrugas que suelen aparecer en las manos, las hace desaparecer. Vijagua. Marantaceae. Calathea insignis Peters in Mart. Fl. Bras. 3, 3: 124. 1890. Esta hermosa monocotiledónea de los lugares cenagosos de tierra caliente divide su nombre con varias especies del mismo género. Sus hojas color verde pálido en la cara superior y blancuzcas por debajo, sirven de envoltorio en mil ocasiones. Los Indios de Talamanca la usan para envolver artísticamente los cadáveres de sus difuntos, y su empleo es general para empacar ó cubrir los tercios de sal, los tamales, la pasta de chicha, etc. ; hasta sirven para abrigar los viajeros contra los aguaceros repentinos. Yás. Lauraceae. Persea sp. Árbol grande aún no identificado específicamente, de la zona superior de la tierra templada. Tiene hojas cordiformes, lisas y verde oscuro en la cara superior y blancuzcas en la inferior; las flores son verduzcas y las frutas del tamaño de un limón grande, con un cuesco muy grande en relación con la carnosidad fibrosa que la rodea y que se come, aunque es poco apetecible. La madera es bastante fuerte, pero expuesta á la carcoma de los insectos. La voz yás es indígena. Yolillo. Palmae. Raphia taedigera Mart. Hist. Nat. Palm. 3: 217. 1833-50. Palma poco elevada ¡jero muy frondosa, característica de los pantanos de la costa del Atlántico y de las márgenes del lago de Nicaragua. Yós. Euphorbiaceae. Sapium sp. pl. El género Sapium parece existir en el país en numerosas formas, que dan todas una leche abundante aunque aparentemente deficiente en caucho. Esta leche se reputa venenosa y caustica y solo se usa para prender pájaros. Las semillas son ricas en aceite, paro esta particularidad no parece haber llamaoco más ó menos. Un parasal es de fácil establecimiento y se atlapta sobre todo jiara ganado de engordo, aunque los animales criados en el no dan nunca carne de superior calidad. Zacate de ratón. Graminae. Opliíímcnus Humboldtianus Nees, Agrost. Bras. 264. 1829. Poa anima L. Sp. Pl. 1 : 68. 1753. Estas dos especies son muy distintas: la primera, que es indígena, se da en los lugares sombreados de la tierra caliente, mientras la segunda, oriunda proliablemente de Europa, se encuentra en las calles y al rededor de las casas en las tierras templada y fría. No tienen importancia económica. Zacatón. Cyperaceae. BnUchium spathaceum Rich. ex Pers. Syn. 1: 65. 1817. Ciperácea gigante (l-2m. de alto) de los bosques despejados del Valle del Diquís. Parece ser muy escasa. Zapallo — Véase Sapayo. Zahino. Caesalpiniaceae. Caesalpinia eriostachyi^ Benth. Voy. Sulph. 88. 1844. Árbol pequeño de los bosques de Nicoya. Zapote. Sapotaceae. Lúcuma mammosa Gaertn. f. Fruct. 3 : 129, t. 203. 1805-07. Pl. IV, XXXI. Árbol grande de la tierra templada del Pacífico (0-lOOOm. ), de tronco corto, muy ramificado y corona arredondeada. Pierde su foliage durante la estación seca, que es cuando florece con extraordinaria profusión. La fruta, de carna amarilla y muy dulce, alcanza el tamaño de una pequeña naranja. De la semilla, llamada zapoyol, se extrae un aceite usado en la medicina popular como curativo de resfriados. La misma almen- dra, reducida á polvo fino, sirve para preparar un dulce exquisito. Entin, y todavía en el siglo pasado, estas semillas se usaban en lugar de la moderna plancha de hierro, para alisar ó aplanchar la ropa blanca. Zapote y zapoyol son palabras pertenecientes á la lengua náhuatl. 142 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Zapotillo. Sapotaceae. ViteUaria multiflora (A. DC.) Eiigl. in Pfl. Fain. 4, 1 : 140. 1897. Árbol pequeño de las tierras caliente y templada del Pacíñco. Nunca se encuentra silvestre. Las frutas son acuminadas por ambos extremos, con carne farinosa, de color amarillo vivo. Zapotillo. Rosaceae. Couepia Kunthiana Benth. in Hook. Journ. Bot. 2: 216. 1840. Pl. VI. Árbol hermoso de Nicoya y de la costa del Pacífico. La fruta presenta un mesocar- pio carnoso de sabor bastante agradable. Zapoyol — Véase Zapote. Zarzamora. Rosaceae. Rubus costaricanus Lieb. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. 159. 1852. Eubus floribundas H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 6: 219. 182^. Rubus poliophyll lis Focke ex. J. Donn. Sm. in Coult. Bot. Gaz. 18: 202. 1893. Las zarzamoras son por lo general de tierra templada ó fría. Algunas de las especies costarricenses tienen frutas deliciosas y muy grandes y merecerían cultivarse. Zarzaparilla. Liliaceae. Smilax officinalis H. B. & K. Nov. Gen. et Sp. 1: 271. 1815. Bejuco trepador, de tallos cuadrados y espinosos. Es de tierra caliente y templada y abunda más del lado del Atlántico. Sus raíces fibrosas constituyen la zarzaparilla del comercio. Zarzón. Liliaceae. Smilax sp. Bejuco trepador, de tallos angulosos aunque no cuadrados. Las raíces se mezclan con las de la verdadera zarzaparilla, pero son más gruesas y no parecen tener las mis- mas propiedades. Zopilote. Solanaceae. Ci/pliomandra viridiflora Sendt. in Flora 28: 175. 1845. Arbustillo subleñoso de tronco recto y no ramificado, y que alcanza hasta l,50m. de altura. Las fiores que cuelgan de largos pedúnculos, son de color moreno verduzco. Es especie de tierra caliente y la infusión de sus hojas se usa en la curación de las erisipelas. Zorrillo. Solanaceae. Cestrum lanatum Mart. & Gal. in Bull. Acad. Brux. 12: 4. 1845. Arbusto hetliondíj conn'm en los setos vivos y matorrales de la tierra templada. Zorillo — Véase Limoncillo. Zorrillo real. Rubiaceae. Hamelia patens Jacq. Enum. Pl. Carib. 16. 1762. Arbusto común en las tierras caliente y templada, de hojas elípticas lanceoladas, velludas y flores anaranjadas ó rojizas en corimbos escorpioídeos : los frutos son unas l)ayitas negras. En Nicoya la misma especie se conoce con el nombre de palo camarón. FAMILIAS DK PLANTAS CONOCIDAS EN COSTA RICA. 143 FAMILIAS DE PLANTAS CONOCIDAS HASTA HOY EN COSTA RICA, CON INDICACIÓN DEL NUMERO DE ESPECIES EN CADA FAMILIA. I. Mif.)r<>thíill(n^hyfa, I I . SrJt ixitplí jfUi . III. FUujvUiítue, W . l)iuofl(nfeIlatfie. V . Ziiijopíi f frene. VI. Chfoi'ophi/ceae, VII. Charales. VIII. Ph a eopJiyeeae, IX. Uict y ótales. X. lihodojth yceae.^ XI. Etiniyectes. Fungi (Hongos) 163 Lichenes 214 XII. Enihryophyta ffs¡j)honof/ania. Hepaticae 105 Equisotales 2 Musci 204 Lycoi^odiales 41 Filicales (Heléchos) 594 XIII. Miiihryojthyfa siplionogania, Cycadaceae Taxaceae Typhaceae Na ja da cea e Alismaceae Triuridaceae ^ Estas diez primeras divisiones del reino vegetal comprenden las algas, los baccilos, é infinidad de otras plantas inferiores, el estudio de las cuales no se ha iniciado aún en Costa Rica. 5 Gramineae 234 2 Cyperaceae 111 1 Palmae 47 1 Cyclanthaceae 10 3 Araceae 50 1 Lemnaceae 1 144 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA, ^Mayacaceae 1 Myristicaceae 2 Xyridaceae 1 Moniíniaceae 13 Eriocaulonaceae 2 Lauraceae 37 Broineliaceae 81 Hernandiaceae 3 Commelinaceae 20 Papaveráceas 3 Pontederiaceae 3 Crueiferae 11 JuiK-aceae 2 C'ap])aridaceae 14 Liliaeeae 5 Tovariaceae 1 Haemodoraceae 1 Moringaceae 1 Amaryllidaceae 9 Podostemonaceae 2 Dioscoreaceae 5 C*rassulaceae 2 Iridaceae 7 Saxi fraga cea e 6 Musaceae 0 Cunoiiiaceae 2 Zingiberaceae 0 Ilamamelidaceae 2 Cannaceae 2 Rosaceae 20 Marantaceae 13 Coniiaraceae 1 Burmanniaceae 3 Leguniinosae 234 Orchidaceae 268 (íeraiiiaceae 1 Piperaceae 250 Oxalidaceae 7 Chloranthaceae 3 Tropa colaceae 1 Lacistemaceae 1 Hiiniiriaceae 1 Myricaceae 1 Erythroxylaceae 2 Juglandaceae 1 Zygophyllaceae 2 Betulaceae 1 Rutaceae 11 Fagaceae 22 Siiuarubaceae 10 Ulmaceae 4 Burseraceae 2 Moraceae 37 Meliaceae 26 Urticaceae 32 Malpighiaceae 31 Proteaceae 5 Trigoniaceae 1 Loranthaceae 16 Vochysiaceae 1 Olacaceae 2 Polygalaceae 13 Balanophoraceae 1 Kui)horbiaceae 80 Aristolochiaceae 11 Coriariaceae 1 Polygonaceae 14 Anacardiaceae 0 Chenopodiaceae 2 Celastraceae o Amara ntaceae 18 Hippocrateaceae 4 Nyctagynaceae 9 Icacinaceae 1 Phytolaccaceae 7 Hippocastanaceae 1 Aizoaeeae 2 Sapindaceae 29 Basellaceae 1 Sal)iaceae 1 Caryophyllaceae 12 Balsaminaceae 1 Nympheaceae 2 Ivhamnaceae 6 Ranunculaceae 7 Vitaceae 4 Berberidaceae 2 Elaeocarpaceae 5 Menispermaceae 4 Tiliaceae 15 Magnoliaceae 2 Malvaceae 43 Anonaceae 13 Bombacaceae 9 FAMILIAS DE PLANTAS CONOCIDAS E'S COSTA RICA. 145 Sterculiaceae 19 Myrsinaceae 22 Dilleiiiaceae 12 Primulaceae 1 Ochnaceae 3 Plumbaginaceae 1 Marcgraviaeeae 3 Sapotaceae 4 Theaceae 4 Ebenaceae 1 Guttiferae 23 Styracaceae 5 Cistaeeae 1 Symplocaceae 1 Bixaceae 1 Oleaceae 3 Cochlospermaceae 1 Logan iaceae 11 Violácea e 9 Gentianaceae 15 Flacourtiaceae 20 Apocynaceae 26 Turneraoeae 1 Asclepiadaceae 16 Passifloraceae 22 Convolvulaceae 30 Carieaceae 4 Poleuion iaceae 6 Loasaceae 4 Hydrophyllaceae 2 Begoniaceae 28 Borra ginaceae 26 Cactaceae 27 Verbenaceae 36 Lythraceae 10 Labiatae 49 Lecythidaceae 4 Solanaceae 48 Punicaceae 1 Scropb ulariaceae 28 Rhizoplioraceae 2 Bignoniaceae 22 Combretaceae 5 Orobanchaceae 1 Myrtaceae 25 Gessneriaceae 68 Melastomataceae 149 Lentibulariaceae 3 Oeiiotheraceae 20 Acanthaceae 68 Halorrhagidaceae 2 Plantagináceas 3 Araliaceae 12 Rubiaeeae 77 Umbelliferae 15 Caprifoliaceae 7 Cornaceae 1 Valerianaceae 4 Clethraceae 2 Cucurbitaceae 33 Pirolaceae 1 Campal ni Iaceae 21 Ericaceae 23 Compositae 274 RECAPITULACIÓN DE LAS ESPECIES CONOCIDAS EN COSTA RICA. Eumycetes (Liqúenes y Hongos) 377 Embryophyta asiphonogama (Heléchos) 946 Embrvophyta siphonogama (170 familias ó 61% de las que componen este grupo) 3441 Suma 4764 146 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. índice de los nombres científicos con sus EC^IVALENTES VULGARES. Abelmoschu,s csculcntus Moench. Acacia Farnesiatia (L.) Willd. Acanthorltlza sp. pl. Acnislus arborescens Sclilecht. Acrocomia vlnifera Oerst. Adiantum coaciiinum II. B. & K. Agave sp. ¡il. Ageratum conyzoides L. Alibcrlia edulis A. Rich. AUophylus occidentalis Radlk. Allophylus psilosperinus Radl. Aloe vera L. Althaea rosea Cav. Amaranthas sp. AmaranthuH retroflenis L. Amaranlhus spinoaus L. Ananas ananas (L.) Karst. Anacardium occidentale L. Anacardlum Khinocarpus DC Andropofjon hicornis L. Andropogon Nardus L. Anona sp. Anona sp. Anona Cheri molía Mili. Anona muricata L. ylííoíia reliculata L. vlnojm sqnamosa L. Anoda Jiastata Cav. Anthirrinmn majus L. Anthuriuní scandens Engl. Apeiba áspera Aubl. Apeiba Tibourbou Aubl. ArarJiis lii/pogaea L. Ardisia compressa II. B. &. K. Ardisia decipieiis A. DC. Ardisia excelsa Ait. Ardisia fusca Oerst. Ardisia revoluta H. B. & K. Argemone mexicana L. Aristolochia máxima Jacq. Artemisia vulgaris L. Artocarpus communis Forst. (Char. ) Véase Ocrá Aromo Guagra Güitite Coyol Culantrillo Cabuya Santa Lucía Madroño de comer Esquí ti 11 o Huesillo Sávila Mírame-lindo Mercolina Bledo Bledo Pina Marañon Espavé ó Espavel Cola de Venado Sontol Soncolla Toreta Chirimoya Guanábano Anona Anón Churristate Boca de león Bejuco rea! Peine de mico Burío Cacao mam' Tucuico Sotacaballo Uruca Tucuiquillo Guastomate Cardo santo Cuajilote Ajenjo Árbol del pan índice de los nombres científicos. 147 Asclepias curassavica L. Astrocaryum poli/stachyum Wendl. Attalea gomphococca Mart. Averrhoa Bilimbi L. Avicennia nítida Jacq. Axonopus compressus (Sw.) Beauv. Baccharís trinervis Pers. Bactris hórrida Oerst. Banisteria corni/olia Spreng. Basanacantha sp. Bauhinia sp. Bauhinia sp. Bauhinia inermis Pers. Begonia guyanensis A. DC. Begonia Cooperi C. DC. Bellota costaricensis Mez. Bellucia costaricensis Cogn. Berheris Hemsieyi Donn. Sm. Besleria Princeps Haiist. Bidens pilosa L. Bixa Orellana L. Blakea gracilis Hemsl. Blighia sápida Kon. Bocconia frutescens L. Bombax ellipticum H. B. & K. Borago officinalis L. Bourreria formosa Hemsl. Bourreria littoralis Donii. 8m. Bravaisia floribunda DC. BromeUa Pinguin L. Bromus proximus genuinus Shear Bryophyllum calycinwm Salisb. Buddleia verbascifolia H. B. & K. Bueítneria cartagenensis Jacq. Bunchosia costaricensis Rose Bursera gummifera L. Bursera gummifera L. Byrsonirna crassifolia H. B. & K. Byrsonima oaxacana Á. Juss. Caesalpinia sp. Caesalpinia eriostachys Benth. Cojan Cajan ( L. ) Millsp. Calathea insignis Peters Calceolaria sciadephora Donn. Sm. Calea axillaris DC. Calliandra grandiflora Benth. Calycophyllum candidissimum DC. Calyptranthes costaricensis Berg. Calyptrogyne sarapiquensis H. "Wendl. Canavalí obtusifolium (Lam.) DC. Canna indica L. Capsicum annuum L. Véase Viborrana ' ' Coyolillo " Palma real ' ' Tiriguro " Palo de sal " Zacate amargo " Alcotán " Uizcoyol " Nance colorado ' ' Mostrenco " Bejuco de culebra * ' Escalera de mono ' ' Casco de venado " Ala de Ángel " Ala de Ángel " Ir? colorado " Papaturro agrio " Palo de San Juan " Chirrite " Mozote " Achiote " San Miguel " Seso vegetal ' ' Guacamayo " Pochote " Borraja " Quisjoche " Esquijoche " Palo de agua " Piñuela casera " Triguillo " Hoja del aire " Hoja de salbe " Uiía de gato ' ' Cereza ' ' Almacigo " Jiñocuave " • Nance ' ' Nancite " Nacazcol " Zahino " Guandú " Vi j agua " Patito ' ' Jalacate " Carboncillo " Sálamo Murta Coligallo " Frijol de playa " Piriquitoya Chile dulce 148 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Capsicum baccatum L. Capsicum frutescens L. Carapa guianensis Aubl. Cardiospermum grandiflorum Sw. Carica papaya L. Carica peltata Hook. & Arn. Carica doHchaula J. Donn. Sm. Carludovica Oerstcdii Hemsl. Carludovica pálmala R. & S. Cascaría corymbosa Cascaría parvífolía Willd. Casimiroa Sapola Oerst. Castillcja irazuensis Oerst. Castilla costarícana Liebm. Castilla f al lax O. F. Cook Castilla nicoyana O. F. Cook Cassía hicapsularis L. Cassía brevipes DC. Cassía grandis L. Cassía híspídula Vahl. Cassía Iciantha Benth. Cassía oxyphylla Kunth. Cassía pubesccns Jacq. Cassía retículata Willd. Cassía spectabílis DC. Caitlcya Doioíana Batem. Cattleya Skínnerí Batem. Cedrcla Glaziovii var. puberula C. DC. Cedrela mexicana Roem . var. gibbosa C. DC. Cedrcla montana var. mexicana Turcz. Cecropía mexicana Hemsl. Cecropía obtusa Tréc. Cecropía polyphlebia Donn. Sm, Ceiba pentandra Gaertn. Cereus sp. Cereus Aragoni Weber Cereus trígonus Haw. Cesírum aurantiacum Lindl. Cestrum lanatum Mart. & Gal. Chaetium bromoídcs Benth. Chamaedorea bifurcota Oerst. Chenopodium ambrosioides L. Chlorophora tinctoría Gavid. Chrysanthemiim Parthenium Pers. Chrysobalaniis Icaco L. Chrysophyllum Cainíto L. Chusqueae sp. plur. Císsampelos Pareíra L. Citharexylum caudatum L. Citrullus citrullus Small Citrus Aurantium L. - Citrus decumana L. Véase Chile Chupete " Caoba " Chimbolillo ' ' Papaya ' ' Papaya de mico " Papaya de monte ' ' Tucuso Chidra ' ' Cerito " Palo María " Matasano ' ' Gallito Hule " Hule macho Hule ' ' Bicho ' ' Sípia ' ' Carao ' ' Nauapate " Caña fistola " Candelillo " Pico de pájaro " Saragundín " Candelillo " Guaria de Turrialba ' ' Guaria " Cedro amargo ' ' Cedro " Cedro dulce ' ' Guarumo ' ' Guarumo " Guarumo Ceiba Tunilla ' ' Cardón " Pitahaya " Pavoncillo Zorillo 8etilla ' ' Pacaya ' ' Apazote ' ' Palo de mora " Artemisa ' Icaco " Caimito ' ' Cañuela " Venadero * ' Dama ' ' Sandía ' ' Naranjo Cidra índice de los nombres científicos. 149 Citrus deliciosa Ten. Citrus Limetta Risso Citrus medica L. Citrus medica limón L. Clavija bihorrana Oerst. Clemotis dioica L. Clematis grossa Benth. Cleome spinosa Jacq. Clethra lanata Mart. & Gal. Cleyera theoides Choisy Clusia minar L. Cochlospermum hihiscoidcít Knnth Coccoloba caracasana Meissn. Coccoloba uvifera L. Cocos nucifera L. Coffea arábica L. Coix Lacryma Jobi L. Comhretum farinosum H. B. & K. Conostegia lanceolala Cogn. Conostegia Oerstediana O. Berg Conostegia Pittieri Cogn. Copaifera hemitornoph ijlla Donn. Sm. Cordia Gerascanthus L. Cordia microcephala Willd. Cordia ulmifolia Juss. Coreopsis sp. Cornutia cymosa Donn. Sm. Corgnibis decumbens Cogn. Costus sp. Costus laxus O. G. Peters Costas lima K. Sflinm. Costus Malortieanus Wendl. Costus maximus K. Schum. Costus nutans K. Schum. Costus podocephalus Donn. Smith Couepia Kunthiana Bentli. Couralia rosea Donn. Sm. Crescentis Cujcte L. Crotalaria, striata Schrank Crolalaria vitellina Ker. Crotón glabellus L. Crotón gossypiifolius Vahl. Crotón niveus Jacq. Crotón Tonduzii Pax Crotón xalapensis H. B. & K. Cucumis Meló L. Cucúrbita mosrhata Dnchesne Cucúrbita ficifolia Bouché Cucúrbita pepo L. Cupania guatemalensis Radl. Cuphea utriculosa Koehne Curatella americana L. Véase Mandarina Lima Limón de Florida Limón Viborrana Barba de viejo Bari>a de viejo Espuela de caballero Nance Tito Copel Poro- poro Papaturro blanco Papaturro Cocotero Cafeto Lágrima de San Pedro Papa miel Lengua de vaca Cantarillo Escobillo Cativo Laurel Escoba negra Varilla negra Chispa Muñeco Cidra Caña agria Cañagria Cafiagria Cañagria Cañagria Cañagria Cañagria Zapotillo Roble de sabana Calabacero Chipilino Quiebra-plato Copalchí Targuá Copalchí Quina amargo Targuá Melón de olor Sapayo Chilacayote Ayote Cantarillo Quiebra-piedras Chumico de palo 150 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Cúrcuma longa L. Cyathea arbórea (L. ) Sm. Cyclanthera OerMedii Cogn. Cyclanthera Pittieri Cogn. Cyclanthera Tonduzn Cogn. Cyclanthus bipartitus Poit. Cyphomandra heíerojihylla Taub. Cyphomandra viridiflora Sendt. Dahlia variabilis Desf. Daifa alopecuroides Willd. Datura arbórea L. Datura Stramonium L. Datura Tatula L. Davilla Kunthii St. Hil. Delphiniurn Ajacis L. Desmodium uncinatum DC. Desmoncus oxyacanthos Mart. Dermatocalyx parviflora Oerst. Derris peninsularis Donn. Sm. Dianthtis caryophyUus L. Didymopanax Morototoni Dcne. Dioscorea alata L. Dioscorea bulbifera L. Dioscorea sativa L. Dioscorea triphylla Schimp. Diphysa humilis Oerst. Diphysa robinioides Benth. Dolichos LabJah L. Dorstenia Contrajerva L. Dracontium Pittieri Engl. Drimys Winteri Forst. Dulichium spathaceum Rich. Echinocystis Couiteri Cogn. Elephantopus scaber L. Elephantoptís spicatus Aubl. Elaeis melanococca Gaertn. Entada scandens Benth. Entada polystachya DC. Enterolobium cyclocarpum Griseb. Equisetum bogotense H. B. &. K. Eriobotrya japónica Lindl. Eryngium Carlinae Cav. Eryngium foetidujn L. Erythrina corallodendron L. Erythrina costaricensis M. Mich. Eucalyptus arnygdalina Labill. Eucaliptus globidus Labill. Euchlaena mexicana Schrad. Eugenia lepidota Berg. Eugenia Oerstediana Berg. Eupatorium ixiocladon Benth. Eupatorium pycnocephalum Less. Véase Camotillo ' ' Rabo de mico ' ' Tacaco cimarrón ' ' Tacaco ' ' Caifa " Hoja de lapa " Pepinillo ' ' Zopilote " Dalia " Alacrancillo " Reina de la noche ' ' Tapate ' ' Tapate " Chumico de bejuco " Espuela de caballero ' ' Pega-pega ' ' Matamba Colmillo " Chaperno Clavel Pavilla " Ñame común ó ñame blanco " Papa caribe " Ñame negro " Ñame de la India ' ' Naguapate " Guachipelín " Chimbólo verde " Contrayerba " Hombrón ' ' Quiebra-muelas ' ' Zacatón Chayotillo " Achicoria " Achicoria " Coquito " Habilla " Parra rosa " Guanacaste " Cola de caballo ' ' Níspero del Japón " Achicoria ' ' Culantro Poro Poro ' ' Eucalipto ' ' Eucalipto " Teocinte ' ' Cacique Turú " Chirrite blanco " Chirrití índice de los nombres científicos. 151 'Euphorbia cotinifolia L. Euphorbia Hoffmanniana Boiss EupJwrbia pnlcherrima Willd. Euphorbia splendens 'Boj. Euterpe 8p. Euterpe longepetiolata Oerst. Fevülea cordifolia L. Ficus sp. pl. Finís Boyiplandiana Miq. Ficus Carica L. Ficus crassiuscula Warb. in sched. Ficus eugeniaefdlia Hemsl. Ficus sápida Miq. Furcraca sp. pl. Galphimia glauca Cav. Genipa Carulo H. B. & K. Geonovia pp. Gliricidia macúlala H. B. & K. Gilibertia arbórea E. Mareli. G naphall um oxyphyllum /3 semilanatum DC Güdmania macrocarpa Hemsley Gonolobus edulis Hemsl. Gossypium peruvianum Cav. Gossypium acuminatum Roxb. Gossypium hirstitum L. G()ssy])iuin barbadense L. Guarea sp. ? Guarea Caoba C. DC. Guarea microcarpa C. DC. Guilielma utilis Oerst. Gualteria olivaeformis Donn. Sm. Guazuma ulmifolia Lam. Guettarda costaricensis K. Schum. Gyminda Tonduzü Loes. Gymnolomia platylepis A. Gray Gyaerluin saccharoides Humb. & Bonpl. Haematoxylum campechianum h. líainelia patens Jacq. Ha.uya Rodriguezii Donn. Sm. He.dyosmum Arlocarpus Solms. Heisteria sp. Helianthus annuus L. Heliconia psittacorum L. IJelicostylis Ojoche K. Sch. Helicteres guazumaefolia H. B. & K. Heliocarpus appendiculatus Turcz. HeUocarpus glanduliferus Robinsoii Heliotropium indicum L. Herrania albiflora Goud. Herrania sp. Heieropteris laurifolia A. Juss. Ilibiscus tiliaceus L. Véase Barrabás " Lechilla ' ' Pastora " Corona de Cristo " Palmito dulce " Pacaya de ratón ' ' Cabalonga ' ' Higuerón ' ' Balo de sal " Higuera " Chilamate ' ' Sotacaballo ' ' Higuito ' ' Cabuya ' ' Gota de oro " Guaitíl " Caña danta " Madera negra " Cacho de veuado " Ajenjillo cimarrón " Corteza de chibo ' ' Cuayote " Algodón " Algodón ' ' Algodón " Algodón " Cedro macho ' ' Caoba ' ' Cócora " Pejivalle " Anonillo " Guácimo " Malacahuite Güití ' ' Mirasol " Caña blanca Brazil " Zorrillo real ' ' Supara " Vara blanca Manglillo " Girasol ' ' Caliguate " Ojoche " Rabo de puerco " Bu río ' ' Burío " Alacrán " Cacao de monte " Cacao de ardilla ' ' Corral " Majagua 152 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Hieracium Lagopus D. Don Hippomane Mancinella L. líomalocenchrus he.candrus O. Kze. Hufelandia costaricensis Mez Hura crepitans L. Hymenaea Courbaril L. Hijpericum sp. Hiiptis capitala Jacq. Hijptis verticiUala Jiicq. Impatiens Balsamina L. Indigofera añil L. Indigofera tinctoria L. Inga Inga, edulis Mart. Inga ingoides Willd. Inga marginafa Willd. Inga muUijuga Benth. Inga poHobellensis Beurling Inga spectabilis Willd. Ipomoeae sp. pl. Ipomoea batatas Poir. Ipomoea Bona-nox L. Ipomoea Jalapa Coxe Iresine celosioides L. Iriartea sp. pl. Jacobinia macranlha Benth. & Hook. Jacobinia tincturia Hemsl. Jacquinia angustifolia Oerst. Jatrnpha Curcas L. Jatropha gossypüfolia L. Jatropha multifida L. Juniperns flaccida Schlecht. Jussieud gcmhiiflora Donn. Sm. Justicia tinctoria (Oerst.) Henisl. Karatas Plumieri E. Morren Lagenaria lagenaria (L. ) Cockerell Lagerstroemia indica L. Lantana sp. Lautana Cámara L. Laplarea semiserrata Cambess. Lathyrus odoratus L. Lawsonia inerrnis L. Leandra subseriata Cogn. Lecythis costaricensis Pittier Leonurus sibiricus L. Lindenia rivalis Benth. Lippia dulcis Trevir. Lippia geminata H. B. & K. Lippia umbellata Cav. Litsea guate malensis Mez Loasa speciosa Donn. Sm. Lobelia laxiflora H. B. & K. Véase Papelillo niaclio " ]\Ianzanillo de playa " Tepalón ' ' Quizarrú Ilabill.. " Guapinol " Culantro sinianón " Biojo " Juanilania mocha " China Añil Añil " Guavo real " Gnajiniqíiil ' ' Guavo mecate " Sotacaballo " Guavito " Guavo peludo " Guavo machete ' ' Churristate ' ' Camote " Bejuco troixipeta " Mechoacan " Camarón " Maquenque " Saca-tinte " Saca-tinte " Siempre- vi va " Coquillo " Frailecillo " Chicasquil " Ci preso " Clavel del monte Azul " Piñuela de garrobo ' ' Calabaza ' ' Júpiter " Cuásquite " Cinco negritos " Ira colorado ' ' Chureca ' ' Reseda " Lengua de vaca " Cocobola ' ' Chiquizá ' ' Lirio " Orosús ' ' Juanilama " Caragra " Lentisco " Chichicaste " Ceragallo índice de los nombres científicos. 153 Lúcuma mammosa Gaertn. Lúcuma rivícoa Gaertn. Lúcuma sp. Luehea Endopogon Turcz. Luehea Seemanni Plancli & Triana Luehea speciosa Willd. Lupinus sp. Lychnis dioica L. Lycopersicum esculentum Mili. Macrocnejnum grandiflorum Wedd. Malpighia edulis Donn. Sm. MaJpighia glabra L. Malpighia niiida Crantz Malcaviscus arhoreus Cav. Mammea americana L. Mangifera indica L. Manihot pálmala Muell. Manihot utilissima Pohl. Mariscus Jacquini H. B. & K. Marsd('7iia nicoyana Pittier Matricaria Chamomilla L. Melia Azedarach L. Melochia hirsuta Turcz. Miconia aeruginosa Naud. Miconia argéntea DC. Miconia dolichopoda Naud. Miconia impetiolaris D. Don. Mikania Guaco Humb. & Bonpl. Miconia Matthaei Naud. Miconia minutiflora DC. Mimosa invisa Mart. Mimosa sensitiva L. Moquilea platypus Hemsl. Moringa moringa (L.) Millsp. Mucuna Mutisiana DC. Mucuna pruriens DC. Mucuna urens Medie. Musa Cavendishii Lamb. Musa paradisiaca L. Musa sapirntum L. Nasturtium officinale R. Br. Nectandra panamensis Mez Nectandra sinuata Mez Nectandra villosa Nees & Mart. Neurolaena lobata R. Br. Nicotiana tabacum L. Ocimum basilicum L. Ochroma Lagopus Sw. Ocotea cunéala Mez Ocotea pedalifolia Mez Ocotea veraguensis Mez Olyra lalifolia L. Véase Zapote ' ' Siguapa ' * Mamón ' ' Guácimo molenillo ' ' Guácimo macho de montaña " Guácimo macho ' ' Corazón tranquilo ' ' Españolita ' ' Tomate " Palo cuadrado ' ' Acerola ' ' Júpiter " Guacuco " Amapola ' ' Mamey ' ' Mango ' ' Yuca " Yuca amarga " Jacintillo zacate " Bejuco de zapo ' ' Manzanilla ' ' Paraíso " Raíz de toro ' ' Terciopelo de Santa María " María ' ' María " Hoja de pasmo " Hoja de guaco " Canillito " Resino " Dormilona " Puta-vieja ' ' Sonzapote ' ' Marango Ojo de buey ' ' Pica-pica " Pica-pica " Banano enano " Plátano " Banano ' ' Berro ' ' Quizarrá " Quizarrá hediondo ' ' Quizarrá ' ' Gavilana ' ' Tabaco ' ' Albahaca ' ' Balsa " Ira " Quizarrá barcino " Canelo ó canelillo ' ' Gamalote 154 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Oncoba laurina Benth. Onoseris paniculata Mog. & Sess. Oplismenus Humboldtianus Nees. Opuntia sp. Oreodora regia H. B. & K. Oreoponax iralapense Dcne. & Planch. Oreupanax oliyocarpum Donn. Sm. Ori/za sátira L. Oxalis coniiculota L. Pachira sp. Panicum Crus-Ardeae Willd. Pa7iicum ¡a.rum Sw. Panicum wartinicense Griseb. Panicum máximum Jacq. Panicum molle Sw. Papaver somniferum L. Parmentiera edulis DC. Paspalum conjugatum Berg. Paspalum fasciculalum Willd. Paspalum mandiocanum Trin. Paspalum notatum Fluegge Paspalum platycaule Poir. Passiflora sp. Passiflora foetida L. Passiflora ligularis A. DC. Passiflora lunata Willd. Passiflora membranácea Benth. Passiflora quadrangularis L. Paconia dasypetala Turcz. Pedihmihus tithymaloides Poit. Pentaclethra filamentusa. Benth. Peperomia circinnala Link. Peperomia reflexa A. Dietrich Pereskia nicoyana Weber Persea sp. Persea gratissima Gaertn. Pétrea arbórea H. B. & K. Phaseolus hwafus L. Phaseolus mulliflorus L. Phaseolus vvlgaris Lobel Philadelphns trichopetalus Koern. Philibertia crassifolia Hemsl. Phoebe betazensis Mez Phoebe helicterifolia Mez Phoebe Tonduzii Mez Phyllanihus acuminatus Vahl. Phyllocactris sp. Physalis pubescens L. Phytolacca decandra L. Picramvia Bonplandiana Tul. Pimenta Pi menta Cock. Piper angustifolium Ruiz & Pav. Véase Hugro " Hoja quema " Zacate de ratón Tuna " Palma real " Higuera " Matapalo " Arroz " Acedera " Jelinjoche " Cola de gallo ' ' Tepalón " Carricillo trepador " Zacate de Guinea " Zacate de Para " Tulipán " Cuajilote " Turvará ' ' Gamalote " Zacate de caballo " Gengibrillo " Zacate amargo * ' Pococa Ñorbo " Granadilla Ñorbito " Granadilla bellísima " Granadilla real " Majagüita " Bítamo " Gavilán " Garrapatilla ' ' Garrapatilla ' ' Mateares Yás ' ' Aguacate " Choreque " Frijoles cubaces " Frijol de flores " Frijol común ' ' Mosqueta trepadora ' ' Mata-tórsalo ' ' Quizarrá " Quizarrá amarillo " Aguacatillo blanco Chilillo " Pitahaya de hoja ' ' Miltomate Calalú ' ' Caregre ' ' Jamaica " Cordoncillo ÍNDICE DE LOS NOiMBRES CIENTÍFICOS. 155 Piper auritum H. B. & K. Véase Piper peltatum L. Piper tenuispimim C. DC. Piptocarpha costaricensh Klatt Pltcairnia heterophyUa Beer Pithecoctenium echinatum K. Sch. Pithecoctermnu ninricatum INIog. Pithecolobium cognatum Beiitli. Pithecolobium dulce Benth. Pithecolobium Jilicifolium Benth. Pithecolobiiini Saman (Jacq.) Benth. Pittiera Ion gepe dan culata Cogn. Planíago mayor L. Platyviiscium polystachyum Benth. Plumería acutifolia Poir. Plumeria bracteata A. DC. Plumeria Lambertiana Lindl. Poa annua L. Podachaeninm paniculatum Benth. Podocarpns salicifolia Klotzsch & Karst. Podocarjnis taxijolia H. B. & K. Poinciana pulcherrima L. Polygala paniculata L. Polygonum acre H. B. & K. Polymnia macúlala Cav. Porcelia nicaraguensis Benth. & Hook. Portulaca olerácea L. Posoquerla latifolia Roem. & Schult. Pourouma arpera Trec. Prioria copa if era Griseb. Protium Copal Engl. Prunus pérsica L. Prunus sphaerocarpa Svv. Psidium friedrichsthalianum Benth. & Hook. Psidium Guayava L. Psidium violle Bertol. Psidium savanaruní Donn. Sni. Púnica granatum L. Quamoclit coccinea Moench. Quararibea turbinata Poir. Quassia amara L. QuerCus guatimalensis A. DC. Quercus insignis Mart. & Gal. Randia aculeata L. Randiajalapensis Mart. & Gal. Rapanea ferruginea (R. & P. ) Mez Rapanea pellucido-punctata (Oerst. ) Mez Raphia taedigera Mart. Rauírolfia heterophyUa Willd. Rhainnas capreaefolia Schlecht. Rheedia edulis Planch. Rhizophora mangle L. Hoja de la estrella Santa María Hoja de calentura Barbudo Broma Peine de mico Cucharilla Sotacaballo Mochigüiste Lo rito Cenízaro Chiberrillo Llantén Quira Cacalojoche Jiquilijoche Ingerto Zacate de ratón Tora Cebóla Cobola Clavellina Canchalagua Chileperro Tora Palanco Verdolaga Guayaba nuca Guarunio de montaña Caniíbar Copal Durazno Mariquita Cas Guayabo Guisa ro Güísaro dulce Granadero Cunde amor Molenillo Hond)re grande Roble Encino Espino blanco Horquetilla Ratón Ratoncillo Yolillo Cohatacó Duraznillo Jorco Mangle 156 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Rhus juglandifoHa "Willtl. Ricinus communis L. Rondf'letia offinis Hemsl. Ronpala complicata H. B. it K. Roupala nitida Rudge. Rnellia tetra si ichantha Lindan Rubns cústaricanus Lieb. Rubus Jioribundus H. B. & K. Rubus poliophyllus Focke Ruta graveolens L. Saccharum officinarum L. Salvia A Ir a jaca Oerst. Salvia brevicalyx Benth. Salvia Chia Fernald Salvia costaricensis Oerst. Salvia polystachya Ortega Sapinduíi Saponaria L. Sapium sp. pl. Sapota Zapotilla Coville Saracha Jaltomata Schlecht. Saurauia costaricensis Donn. Sm. Saurauia Piltieri Donn. Sm. Sassafridinm veragüense Meisn. Satyria Warscewiczii Klotzsch Scabiosa maritima L. Schinus Molle L. Schultesia stenophylla Mart. Scoparia dulcis L. Sechium ediile Sw. Senecio Candelariae Benth. Senecio Oerstedianus Benth. SelagineUae sp. pl. Serjaiila inebrians Radlk. Serjania mexicana AVilld. Serjania rufisepala Radlk. Serjania sórdida Radl. Sida rhombifolia L. Simaba Cedrón Planch. Simaruba glauca DC. Sideroxylon sp. Siparuna patelliformis Perk. Sloanea macrocarpa Spruce Sloanea medusula K. Sch. Sloanea quadrivalvis Seem. Smilax sp. Smilax officinalis H. B. & K. Solandra grandiflora Sw. Solanum aculeatissimum Jacq. Solanum Humboldtü Dunal. Solanum lanceolatum Cav. Solanum mammosum L. Solanum muricatum Ait. Véase Hinchador. " Higuerilla " Algodonillo " Danto hediondo " Danto hediondo ' ' Corteza de venado ' ' Zarzamora " Zarzamora " Zarzamora ' ' Ruda ' ' Caña de azúcar " Albahaca cimarrona " Chirrite amargo Chián " Hierba de corazón '■ Jalacate " Jaboncillo Yós " Níspero . t " Jaltomate " Mocó ' ' Mocó ' ' Quizarrá Coralillo ' ' Bambalí " Pimiento de California " Canchalagua ' ' Mastuerzo ' ' Chayóte " Vara blanca Papelillo Doradilla * ' Barbasco ' ' Bej (ICO espinoso " Bejuco juriso " Bejuco Juriso " Escobilla " Cedrón " Simaruba ' ' Níspero " Limoncillo " Abrojo " Mano de león ' ' Terciopelo ' ' Zarzón " Zarzaparilla ' ' Papaturra " Berengena " Tomate cimarrón " Berengena cimarrona ' ' Pichichío " Pepino mango ÍNDICE DE LOS NOMBRES CIENTÍFICOS. 157 Solanum sinuatum Ait. Sulanum torvum Sw. SoiicJius oleraceus L. Spigrlia splendens Hort. SpoiulldS sp. Spoiidias lútea L. Spotidlas purpurea L. Sporobolus indicus R. Stachytarpheta jamaicensis Vahl. Stanhu¡>ea eustaricensis Reicli. Stanhopea ecornuta Lem. Stemmadenia hiynoniaeflora Miera Stenolobinm stans Seem. Styrax argenteum Presl. Styrax guatemalense Donn. Sm. Styrax Warscewiczii Perk. Symphonia globulifera L. fil. Sympliytum asperrimum Don Synedrella vialis Asa Gray Tagetes congesta Hook. & Arnott Tagetes mlcroglossa Benth. Tav^arindus indica L. Taraxacum officinale Weber Tecoma chrysantha DC. Terminalia Catappa L. Tetracera sessüiflora Tr. Theobroma angustlfolium Mo^'. & Sessé Theobroma bicolor Humb. & Bonpl. Theobroma Cacao L. Theobroma sitniarum. Donn. Sm. Thevetia nerii folia Juss. Theietia plumeriaefolia Benth. Tigridia Pavonia Ker Trema micrantha Blume Tribulus maximus L. Trichilia havanensis Jacq. Trichilia Piftieri C. DC. Tviplaris tomentosa Weddell Tripsacum dactyloides L. Triumfetta Josefina Polak. Triumfetta Lappula L. Ulmits mexicana Planch. Urera caracasana Griseb. Vanilla Pittieri Schlecht Vanilla planifolia Andr. Vernonia brachiata Benth. Vernonia canescens H. B. & K. Vernonia dumeta Klatt. Viburmim costaricanum Hemsl. Viburnum glabratum H. B. & K. Vicia Faba L. Vigna Catjang Walp. Véase Berengena " Berengena " Lechuguilla " Colmillo (le puerco " Ismoyo ' ' Jobo " Ciruelo Pitilla " Verveine Torito " Flor de vaca " Guijarro " Candelillo " Bracino " Bracino " Quiquicirrí " Cerillo " Consuelda " Espinillo " Anisillo Rudillo " Tamarindo " Amargón " Guayacán " Almendro ' ' Raspa-Guacal " Cacao silvestre " Cacao pataste ' ' Cacao " Cacao de mico " Chirca " Chirca venenosa " Guatemala " Juco " Talcacao " Uruca " Cedro cobano " Hormigo " Maicillo ' ' Mozote de caballo " Mozote de caballo Ira " Ortiga " Vainillón " Vainilla Tuete Tuete Tubusí " Surá " Cura Tlaba " Frijol de vaca 158 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Vill amula octandra Hook. Virola KoscJini/i Warb. ^'i¡<)llia guiaíicnüls DC. Vitflíaria viitltiflora (A. DC.) Engl. Vilis carihaea^ DC. Vitis sicyoldeís Miq. Vochysia gualemalensh Domi. Sm. Wigandia urerm H. B. & K. Xantlwsoma sagiltifolium Schott Xi/Iopia frutescens AuVjI. Xylosma Sahmanni Eichl. Yucca sp. Yucca elephanfipes Regel Zanthoxylum Limonvello Pl. & Oerst. Zanthoxylum procerum Donn. Sm. Zea Mays L. Zexmenia costarlcensis Benth. Zingiher officinale Rose. Zinnia elegans Jacq. Véase Sotacaballo Fruta dorada Achiotillo Zapotillo Agrá lasií Palo chancho Ortiga Tiquisqiu' Majagua Mata-Cartago Daguillo Itabo Limoncillo Lagartillo IMaíz Quitirrí (Jengibre San Rafael NOMBRES indígenas. lo9 NOMBRES indígenas. Acacia spadicigrra C'ham. & 8chl. Acacia farnesiajia Willd. Acanthorrhiza Warsceuñczii Wendl. Acrocomia riuifera Oerst. A7ianas ananas (L. ) Karst. Anona muricata L. Anona reticulata L. Anthiirium scandenx Engl. Apeiba Tibourbou Aubl. Ardisia excelsa Ait. Ardisia ramiflora Oerst. Aristolocliia mira Masters Aristulochia sp. Asclepias curassavica L. Attalea rostrata Oerst. Té r raba : unka+guá Brunka: aromo Térraba : aroma-ierón Cabécara : skuú Bribrí: tus Brunka: susin+krá Térraba : kin-gó Cabécara : será Brunka : u+krá, ua+krá Térraba : zurí Cabécara : kaní-ru-buí Bribrí : amú Brunka : boa-ét Térraba : pon-g-uó Guatuso : iú-úxa; ki-kurú Bribrí: tsá Brunka: gsós+krá Térraba : (sos), sós-rí Cabécara : só Brunka- gsós-ri+krá Guatuso : uisíro Bribrí: kú+kitsa Térraba : beri-tsúa Brunka: kura-krá Térraba : kuts¡n-( -gró Brunka: . 190:5; III : id. 4, 1904; YI : id. 5. 1905. Mi'-.z, Carl. — Lauraceae americanae. 1889. Mez, Carl.— Additanienta inonographica. 190:5. Bull. Herb. Boiss. Ser. 2, 2 (1902), 3 (1903), 4 (1904), 5 (1905). MooRE, Ai.EERT Hani OKI). — Revísiou of tbe (ienus Spilantlies. Proc. Acad. of Arts & Se. 42, 20. 1907. Oersted, A. S. — L' Aniérique céntrale, recherches sur sa flore et sa géograpliie physique : résultats d'un voyage dans les Etats de Costa Rica et de Nicaragua, exécuté pen- dant les années 1846-1848. Copenhague, 1871. 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